Miren a su alrededor, miren todos a su alrededor, ¿ven la cantidad de personas que llevan audífonos en sus oídos? ¿ven la cantidad de personas que están aisladas de su entorno? ¿la masa de individuos que ratifica su condición de individualidad ignorando lo que les rodea?
Fíjense bien, denoten con calma como el último invento de la tecnología nos orienta a estar más apartados del resto de las personas, del resto de ciudadanos e individuos que pisan el mismo suelo que nosotros pisamos. Estamos en medio de una muchedumbre pero sólo oímos lo que queremos, no nos interesa el resto de las opiniones de los demás, no nos interesa el ruido de los demás, queremos aislarnos del resto de las personas que comparten nuestra cotidianidad en el Ruta, en la Buseta, en la Camionetica, en el autobús, en el Metrobús y el en Metro. Queremos fortalecer nuestra individualidad, nuestra particularidad de ser únicos, nuestro egoísmo, nuestra capacidad de ensimismarnos sin tomar en cuenta la sociedad que nos rodea. Complacemos a quien intenta dominarnos como masa.
El pueblo es sabio y paciente, dice una canción de Alí Primera, la cuestión está en la manera como logran desagregar al pueblo. De esa forma no será ni sabio ni paciente y simplemente se rendirá a las condiciones que le imponga el mercado. Será una masa manipulable que responderá a los interees de los dueños de los medios de producción.
Esta es toda la custión del asunto. Todo está en la rentabilidad y utilidad que genere la masa de borregos (seres humanos) quienes satisfacen sus necesidades con base a “nuestros“ ntereses corporativos. Es imprescindible hacerlos creer que no pueden vivir sin ser individualidades, sin ser egoístas, sin ser lo que les imponen los medios de comunicación. Deben sentirse identificados y necesitados de cumplir con el ideal de individuo que muestran en la TV, que miramos en la prensa, que oímos en la radio. Debemos enseñarle a nuestros hijos que no serán alguien importante o felíz en la vida sin el Mp4 que le estamos regalando o que le estamos prometiendo que le traerá el “niño” Jesús.
Veamos el invento de Anthony Fadell, o será de Steve Jobs; bueno, a la final es una corporación la que representa y se enriquece con la vaina (Apple-Ipod). Veamos el “súper” invento: una pequeña máquina informática que nos permite aislarnos del mundo exterior. Nos brindan la oportunidad de evadir nuestro entorno, podemos comprar la soledad como sentimiento, más no como realidad. Podemos ensimismarnos en “nosotros mismos”. Podemos estar dentro de las fronteras conocidas. Logramos estar en nuestro espacio de comodidad, donde nos sentimos como los máximos monarcas del reino. No conocemos a nadie, no nos relacionamos, no interactuamos, no compartimos nuestros problemas, no identificamos obstáculos comunes, no concretamos la idea de grupo y mucho menos la de equipo. Somos elementos completamente aislados en el mundo actual. No tenemos a nadie quien nos tienda una mano. Estamos solos.
¿Usted es amo o es peón? Esa es la interrogante que lo vislumbra todo con su respuesta.
Sería realmente revolucionario para la industria informática que Steve Jobs, o algún Carlos Álvarez de Venezuela diseñe un Ipod Bolivariano. Un dispositivo que responda a las necesidades y requerimientos de la sociedad actual. Un implemento tecnológico que coadyuve a la integración, a la unidad, a la conciencia de grupo, de equipo, de pueblo.
Imagínese usted con algo colocado en sus oídos que le indique un balance porcentual de lo que están pensando en su comunidad. Imegínese usted que por sus audífonos pueda conocer el principal problema que aqueja a su comunidad. Trate de visualizar la reacción de los pobladores al poder opinar a través de texto, y recibir en conjunto las opiniones de sus vecinos sobre temas comunes en un sólo aparato electrónico como un Mp4 o Ipod. Imagínese conocer con certeza las personas que forman parte del Consejo Comunal de su Comunidad, conocer los nombres de quienes pueden concretar proyectos que lo beneficien a usted directamente, saber en qué están trabajando.
Hay mucho por desarrollar Steve Jobs o Carlos Álvarez, o cómo se llame. Hasta los momentos no hemos visto ningún invento realmente revolucionario en el orden de los gadjets que surgen día a día en este mundo Globalizado o será, capitalizado?.