miércoles, 19 de octubre de 2011

Recursos inHumanos

Esto no parece revolución del proletariado,¿o sí?

                                          “Lo único que crea nuevos valores es el trabajo humano”
                                                                                                             Che Guevara

Socialismo es sinónimo de humanismo. Eso lo entiende cualquier persona con lecturas básicas de textos revolucionarios y con una somera compresión de lo que significa un proceso de cambio como el venezolano. Ahora bien, de entender a asumir hay un largo trecho. El asumir implica comprensión y acción en función de un ideal. El asumir requiere internalizar un modelo, un patrón específico, un ejemplo y actuar en consecuencia. Como Chávez increpó recientemente en un Consejo de Ministros “¿Qué más hace falta?! Hace falta conciencia y voluntad!”, y el Comandante Presidente en esto no se equivoca, hace falta conciencia y voluntad para hacer cotidiano el socialismo humano en todas las estructuras organizativas del Estado. Revolución es cambio humanista, no perpetuidad reformista.

El que se sienta aludido con lo que acá expongo que se sincere y reflexione. Llevamos más de una década en revolución, pero seguimos viendo piezas clave en el motor del Estado que funcionan al ritmo de la vieja máquina. No digo que sean todas, pero aún las hay. Engranajes de cuarta en una máquina de quinta. Partes que deberían generar sinergia revolucionaria y no inercia reformista. El motor falla y su desempeño no es óptimo. El rendimiento en revoluciones por minuto es mediocre en algunos tramos. Las piezas clave saben que se quedan atrás y no van al ritmo del líder. Pero allí siguen, inertes, como rémoras mata votos que destruyen el proceso desde dentro. Gestionan a los individuos en función de un objetivo, conectan las capacidades de cada particular para en equipo alcanzar una meta. Administran el Recurso Humano pero, como no asumen el socialismo, mutan a Recursos in-humanos.

¿Cuántas veces no hemos dicho que se trata a los trabajadores de equis o ye organización peor que en la cuarta?¿cuántos miembros del proletariado aún luchan por derechos que en Revolución desde hace rato deberían estar garantizados? Las respuestas son obvias pero falta conciencia y voluntad. Puestos clave, directivos, que entienden pero no asumen el socialismo, por consiguiente, se manejan como el adeco más tradicional que hayamos visto en organismo público alguno y, como tal, actúan con saña y premeditación en contra de quien, a viva voz y acción, aporta su grano de maíz en la consolidación de la revolución. Son el enlace entre todos los trabajadores de la organización, pero se mueven y actúan a espaldas de ellos quienes rara vez, sino es que nunca, reciben respuesta oportuna a sus requerimientos, demandas o denuncias. El estrés laboral se expande como epidemia.

Son hábiles en cuidar su cambur, que depende de la forma como administren los cambures de todos los demás. Manejan las cuotas de poder. Proponen y ponen a su antojo, sancionan y remueven según les convenga. Muchos están allí no para hacer cumplir las leyes y dignificar al proletariado, sino para decir “Fulanito es nadie en el Despacho” con soberbia cuartorrepublicana y hacer gala e imponer una voluntad emanada de su autoridad que no es producto de una elección popular. Visión capitalista de las relaciones humanas. Ejecución inhumana de una responsabilidad humana.

Al sancionar, con razón o sin razón, jamás dan justificación. Sienten gran empatía por los funcionarios déspotas de su organización. Son disciplinados, pero a sus mismos intereses y le argumentan al sancionado “usted es un soldado de la revolución, y como tal debe acatar la decisión!”, claro está, si el empleado o trabajador pregunta el por qué, un silencio estruendoso invadirá la oficina, frío escenario de las más inhumanas y humillantes retaliaciones laborales.

Generar nuevos valores en las estructuras organizativas del Estado revolucionario pasa por tener piezas clave que no sólo entiendan sino que internalicen y asuman el ideal revolucionario de una gestión de los Recursos Humanos de forma humanista. La Revolución Bolivariana debe ser sinónimo de Revolución del proletariado transformando radicalmente las interacciones entre instancias directivas tradicionales de las estructuras organizativas y sus subordinados. Dignificar al trabajador. Ser honesto y sincero con el empleado. Más aún, formarlo e instruirlo para que internalice el ideal socialista. Irradiar revolución con el ejemplo. Mostrar conciencia y voluntad para cambiar.

Las piezas claves deben adaptarse a la nueva máquina o ser descartadas para dar paso a elementos compatibles con el nuevo estándar, de quinta generación. El gerente, director o jefe de Recursos Humanos debe hacerle honor al nombre de la instancia que dirige, de lo contrario, el prefijo “in” se incorporará en el vocabulario cotidiano de los empleados de su organización. Si no acciona para demostrar lo contrario pasará a llamarse “oficina de Recursos inHumanos”.

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Qué es y para qué sirve la Ideología en la Revolución?

 


(Este artículo lo escribí en el 2004 pero mantiene su vigencia)

Si hablamos sobre el significado real del término revolución, nos daremos cuenta que plantea un cambio estructural en las formas de las relaciones sociales y de producción en nuestro país, por lo tanto, si se quiere que dicho cambio estructural se fortalezca, afiance y perpetúe en el tiempo a lo largo de la nueva historia que se está escribiendo en Venezuela, es primordial que la ideología revolucionaria se transmita, fomente e instruya al mayor número de ciudadanos pro-cambio, con miras a crear una conciencia colectiva que permita el fortalecimiento del proceso y le dé viabilidad a la propuesta de país plasmada en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

Ahora bien, es necesario que todos los líderes y dirigentes entiendan la importancia que tiene el fomento de la ideología pre y post Referendo Presidencial, pues es falso aquello de que no hay tiempo para largas y complicadas teorías y que el fomento de la ideología puede ayudar un poco pero no mucho en el cambio de actitud de quienes con su comportamiento obstaculizan y entorpecen el proceso. Nada más lejos de la verdad.

Un líder revolucionario debe entender que hay una diferencia notoria entre los términos cultura e ideología y no sólo eso, sino que debe darse cuenta que la ideología forma parte de la cultura de un individuo y, por lo tanto, determina su accionar o comportamiento. La ideología es el conjunto de concepciones, sistema de ideas y representaciones, que domina el espíritu del hombre o un grupo social y la cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales creados por la humanidad en el curso de la historia.

Aclarados estos términos, podemos responder con mayor facilidad a la pregunta ¿la ideología puede ayudar a fortalecer el proceso revolucionario?

Gran parte de quiénes apoyan al proceso revolucionario lo hacen siguiendo el liderazgo carismático de nuestro Presidente Hugo Chávez y porque se sienten identificados con las políticas de gobierno implementadas a lo largo de su mandato, ahora bien, el carácter de la ideología es tan importante en la actualidad porque aquellos que apoyan el proceso están ávidos y necesitados de conocer con profundidad de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde se dirige nuestro país y, principalmente, qué es lo que significa la revolución y sobre qué bases se construye.

Si queremos cambiar la manera de pensar, las actitudes y la cultura del venezolano hacia una nueva percepción de lo que significa ser un ciudadano que piensa en comunidad y privilegia el colectivo, la instrucción ideológica es la única manera de hacerlo. Si se quiere un cambio social y un cambio de estructura, es necesario que cada revolucionario conozca y entienda lo que se quiere hacer en el país, es fundamental que asuma como suyo los ideales revolucionarios, hecho que elevará su convicción y compromiso para defender a nuestra patria.

Si se imparte ideología revolucionaria, se le brinda motivación a esa masa de compatriotas que apoyan al proceso pero no conocen a ciencia cierta qué es lo que significa, es más, si se imparte ideología, cada ciudadano podrá conocer el rumbo marcado para mejorar nuestro país e identificará la verdadera orientación que debe encausar el accionar de los demás revolucionarios, por ejemplo, si tenemos a un funcionario público que ejerce un cargo de elección popular, dice ser revolucionario, pero ninguna de sus acciones ha tendido a fortalecer la participación y transferir la toma de decisiones al colectivo, la ideología impartida a dicho colectivo lo convertirá en sujeto del cambio social porque exigirá la retoma del verdadero camino revolucionario y vigilará para que el rumbo se mantenga. Esta es la importancia de la ideología.

martes, 11 de octubre de 2011

Arroz con mango ideológico

Izq. Adam Smith, creador del Capitalismo, Der. Marx, creador del Marxismo/Comunismo

Hace rato leí un twitt de @mariacorina2011 en el que ella habla de “Capitalismo Popular” y lo define de la siguiente manera:

Capitalismo Popular: es oportunidad y superación para todos. Es una sociedad de propietarios,de emprendedores de trabajo digno;de esfuerzo y recompensa. Es confianza en ti mismo,en tu capacidad creadora, es valentía, respeto y solidaridad, porque compartiendo todos ganamos. Los buhoneros serán empresarios;los trabajadores contratados, empleados estables,los trabajadores accionistas.

¿Simpatizantes del Capitalismo Popular?
No voy hacer un tratado de lo incongruente de sus postulados, a fin de cuentas creo que mucha gente que reaccionó en el Twitter ridiculizándola está clara ideológicamente. Lo que yo voy a explicar acá es la razón y el por qué ella dice lo que dice.

Estando actualmente en plena campaña electoral, sobre todo los “capaces y preparados” de la oposición a través de la MU$ y sus majunches, es necesario definir el rumbo que seguirán las líneas discursivas de cada contendor. El problema acá, es que los candidatos de la oposición saben muy bien que ninguno de ellos, individualmente ni “uniéndose”, le llegan a los talones a Chávez en cuanto a popularidad según lo evidencian las últimas encuestas. En consecuencia, los estrategas del sector opositor reconocen que es gastar pólvora en zamuro el querer posicionar a un liderazgo “X” por encima del contendor principal Chávez y recurren a la batalla ideológica o de las ideas para diferenciar las opciones: 1) Socialismo contra, 2) “cualquier cosa con la que podamos engañar y atraer a la gente desprevenida que no tiene claridad ideológica”. La lucha para ellos es de MODELOS no de LIDERAZGOS.

Con lo anterior quiero decir que el sector oposición está plenamente consciente, me refiero a los estrategas de la campaña, de los disparates conceptuales y barbarismos que los “líderes” deben decirle a la gente, al Pueblo pues. Su estrategia de campaña gira en torno a generar confusión y atraer al más desprevenido. Por esto es que veremos enunciados conceptuales como:
  • Neoliberalismo solidario.
  • Privatización socializadora.
  • Representatividad protagónica y participativa.
  • Capitalismo solidario (que en días pasados lo anunciara Pérez Vivas).
  • Neoliberalismo desde las bases.
  • Individualismo colectivista.
  • Justicia especulativa.
  • Elitismo inclusivo.
  • Desigualdad equilibrada.
  • Conciencia Social de la clase dominante.
  • Competitividad solidaria.
  • Imperialismo distributivo libertario y justo.
Hablar por hablar, decir por decir sin importar la lógica de lo que se plantea será el eje de la campaña de la MU$. El discurso e identificación ideológica con el capitalismo no lo pueden esconder, es por ello que tratan de suavizar su significación con accesorios conceptuales antagónicos pero que, a fin de cuenta, pudiesen generar confusión en los que no tienen claridad ideológica.

La batalla es de ideas. La batalla es la confrontación de dos modelos. La guerra es ideológica y que cada quien asuma el modelo y las ideas que menos miedo o conflicto interno le genere. Confundir, engañar y enredar es el fin último que persigue la oposición porque ellos están en contra de que el Pueblo de Venezuela siga madurando políticamente.

La formación ideológica socialista es fundamental en esta etapa. Sólo así podremos ser capaces de evitar que barbaridades como las dichas por Maria Machado calen o generen duda entre el Pueblo desprevenido.

Lo que para muchos significa brutalidad y da risa, para otros puede sonar inteligente, atractivo y serio. El "Capitalismo Popular" no se debe razonar, debe sonar bonito y se debe sentir. ¡Mosca con eso!

lunes, 10 de octubre de 2011

Escenario electoral 2012 – MUD, ¿saco de los “más capaces”?

Una imagen dice más que mil palabras

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), catalogada así por ellos mismos, tiene como centro de su estrategia electoral el hecho de que “Venezuela reclama Unidad”, columna vertebral sobre la que construyen sus discursos, mensajes y eslogans de campaña para tratar de captar la simpatía de los electores quienes no comulgan con el Gobierno Bolivariano dirigido por el Presidente Hugo Chávez.

Esta interpretación distorsionada de la realidad venezolana es evidentemente errónea por lo siguiente:

1.- Como estructura organizativa la mayor debilidad que muestra el sector de oposición es la atomización de intereses, por consiguiente, quienes en verdad reclaman y necesitan de la “unidad” son los mismos simpatizantes y líderes de la oposición, no el país nacional en su conjunto.
2.- La Unidad como concepto y eje de campaña política no garantiza nada al elector respecto a sus necesidades más prioritarias.
3.- Enfocar los esfuerzos en demostrar lo “unidos que estamos” tiene como único target al sector que simpatiza con la oposición, no al sector simpatizante con Chávez.
4.- La oposición batalla internamente y lo muestra ante el país. Su principal problema es la “unidad” y por eso enfocan su accionar en parecer lo contrario.
5.- La MUD busca ganar credibilidad simnulando que “trabajan unidos” como un supuesto equipo. La imagen proyectada es la siguiente “si sufren, discuten, pelean, traicionan, acuerdan, venden y compran cuotas de poder, se cuadran entre cogollos, etc sólo para poder llegar a un acuerdo unitario, ¿Cómo pretenden hacer creer que están preparados para gobernar a Venezuela?”
6.- En su portal de internet la MUD afirma “El pueblo venezolano está cansado de que lo dividan artificial e interesadamente. La unidad es la alternativa”. El esfuerzo organizativo de la MUD no se adapta a la realidad del país sino que ellos adaptan el país a la realidad de la MUD.
7.- Su línea discursiva apunta a “¡Ya basta de dividir a los venezolanos!”, situación política que, según ellos, tiene su origen en el accionar de Hugo Chávez. Entonces, surgen las contradicciones e incongruencias: Si Chávez es el culpable de la división del país y ese es el principal mal de Venezuela, ¿por qué la oposición nunca ha demostrado su capacidad de unirse y hacer lo opuesto a Chávez?, ¿La oposición no es capaz de hacer consigo misma lo que critíca y señala como principal error de su adversario?
8.- Venezuela está dividida en clases sociales y esto no es producto de Chávez, entonces, la Unidad como concepto socio-político sólo intenta obviar esta realidad. Para ellos no hay necesitados, no hay pobres, no hay desvalidos ni mucho menos excluídos. El mismo concepto de Unidad intenta idealizar algo inmaterializable. Es una interpretación burgués del país en su conjunto.

Como bien se muestra acá, el concepto de campaña de la MUD empezó mal. Su mayor debilidad es la misma circunstancia que atribuyen al país y cuyo origen recae, según su punto de vista, en su contrincante. Ausencia total de reflexión y uso de mercadotecnia política para mostrar lo que no es.

Complementando esta equívoca conceptualización propagandística tenemos el hecho de que la MUD está presidida y es dirigida por una élite de los “más capaces” que incluye: profesionales con extensa preparación y arraigo en Estados Unidos, miembros de gobiernos de la IV República, miembros del Consejo Editorial de El Nacional, fundadores de Gente del Petróleo, asalariados de la OEA como observadores electorales a nivel internacional, asesores de imagen de los presidentes de Fedecámaras y principales gremios empresariales, consultores de empresas privadas, etc., si dudan de ello sólo denle una visita a la página web www.unidadvenezuela.org y verán quienes están detrás de esta organización.

La élite gobierna para la élite. Los “más capaces” siempre querrán hacer esa distinción. Los que se creen por encima de los demás, jamás podrán hacer creer que ellos “aman” unirse con los “menos capaces”. Por eso su concepto de campaña, su estrategia política y su accionar social no se puede disimular. Ellos son así, es su naturaleza y evidencian una total falta de empatía respecto al Pueblo venezolano. El cinismo que para muchos muestran, no es sino naturalidad y espontaneidad ante su modelo de vida, su visión de país, su interpretación de la realidad. Estados Unidos, claro está, no necesita hacer el mayor esfuerzo para mover los hilos en función de sus intereses. La simpatía con el imperio es evidente.

Los discurso de la MUD los elabora un equipo de asesores encabezados por Pedro Nikken, quien fuese años atrás Presidente de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y hoy por hoy es uno de los más acaudalados abogados de Caracas, por eso la línea discursiva de la MUD sigue girando sobre los temas de: concentración de poder o autoritarismo, asfisxia de la sociedad o totalitarismo, ausencia total de democracia y del Estado de Derecho. Nuevamente se explica el por qué la MUD adapta el país a su percepción sesgada de la realidad y no acopla su discurso ni estrategia al sentir real del Pueblo.

Como parte de este análisis sobre la directiva de la MUD, que de paso no fueron electos democráticamente, hay que incorporar el hecho de su íntima relación con Partidos tradicionales como AD y COPEI. Vínculos ideológicos que no se rompen al pasar de los años y que afloraron con el último show mediático por el entierro de CAP al cual invitaron y asistieron justificándolo así “como un reconocimiento a la propia figura y trayectoria del fallecido. Dos veces Presidente de Venezuela por el voto de sus conciudadanos y un líder democrático de indiscutible impacto en nuestra historia y arraigo en nuestro pueblo. Y en hora decisiva, un gobernante que respetó la Constitución, defendió la descentralización y la separación de poderes y acató el resultado de la actuación independiente del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia, que lo condenó y le costó la Presidencia y la libertad, lo cual afrontó con valor y dignidad. Y en una historia como la nuestra, eso no puede ignorarse.” Más de lo mismo a mi parecer. Siguen obviando la historia reciente con la mirada en un futuro irreal, falso.

Este es el perfil de la MUD. El perfil de la organización que pretende “garantizar el cambio”, un cambio que más bien parece regreso al pasado o vuelta a lo anterior. Nada nuevo.

La misma MUD ahora se enfrentará al conclave de Gobernadores “democráticos”, los de oposición. Instancia que tiene previsto reunirse cada 15 días y que fijará tendencia y orientación política en el sector opositor. Nuevamente se desplazan y luchan por cuotas de poder entre ellos mismos. Seguiremos viendo arañazos en el saco de los “más capaces”.

Podrán ser los "más capaces" y mejor preparados, pero no los más inteligentes ni desinteresados.

jueves, 6 de octubre de 2011

CAP capa capacidad evolutiva de la oposición

¿Usted le daría su país a alguien con estos ojos de vivaracho?

La estrategia de campaña política que la oposición venezolana ha emprendido antes y desde la llegada del cuerpo de Carlos Andrés Pérez a Venezuela es una muestra más de la dirección política y visión de país que ellos representan. Lo de ellos no es futuro, no es reflexión, no es crítica ni mucho menos razón. La oposición se ha enfrascado durante los últimos tres días en una campaña desatanizadora de la IV República. Para ellos todo tiempo pasado fue mejor. Para ellos no hubo errores. Para ellos Venezuela, hoy por hoy, es la muestra más clara del neandertalismo democrático que privilegia la barbarie en contraste con el porvenir patrio, los estándares de vida altos y el bienestar colectivo vivido en los gobiernos anteriores a Chávez.

El colmo de los colmos es que nos restriegan en la cara el supuesto respeto permanente a los Derechos Humanos de los que ellos siempre hicieron gala. La masacre de El Amparo o Masacre de la Colorada, la masacre de Cantaura, la orden de “disparen primero y averiguen después”, la Doctrina de Seguridad Nacional inoculada por EEUU en la Dirección General de Policía (DIGEPOL), en el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) y posteriormente en la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), las desapariciones, torturas y demás sólo forman parte del imaginario popular. Ahora resulta que las víctimas del Caracazo no tienen ningún tipo de vinculación con Carlos Andrés Pérez, con Acción Democrática (AD), con la democracia bipartidista ni con el sistema rancio, obsoleto y represor de la democracia representativa cuartorrepublicana. Cuando omisiones vemos, corazones y mentes sabemos.

Esta bulla, ruido, propaganda, ensalzamiento, y rememoramiento positivo parcializado en torno a la figura del difunto y “mártir” CAP es otra prueba más de la involución de la oposición. Apelan a la retórica politiquera para tratar de borrar de la memoria del venezolano una etapa sangrienta de nuestra historia reciente. Recurren a la omisión desproporcionada de los hechos pasados intentando generar una matriz de opinión favorable a sus intereses políticos.Intentan crear nuevas huellas y concepciones históricas en la mente de los desprevenidos acólitos que asumen como verdad la propaganda distorsionadora de la que son víctimas. Por eso se ve a jóvenes, ignorantes y alienados, defendiendo con garra la tradición “democrática” de AD. Por eso vemos a estudiantes, que no estudian, luchar por la restauración de los excelentes regímenes políticos que había antes de Chávez. La ignorancia si es atrevida, es lo único que se podría sacar de estas acciones.

Políticamente la oposición sigue anclada en el pasado y por ello su muestra desenfadada de afecto y arraigo ante lo viejo, lo obsoleto y rancio de la política venezolana de finales del siglo XX. Esta estrategia de presentar a la Cuarta República como el ave Fénix que resurge de las cenizas para ocupar el rol principal en la escena de una MU$ dividida, sólo impone un criterio y una idea: con lo viejo y rancio todo, con lo fresco y nuevo nada. Es decir, no importa la imagen que se proyecte a través de la campaña porque nuestro candidato podrá ser Henrique Capriles o Pablo Pérez, pero la esencia de nuestro accionar es volver al pasado. El retorno de “nuestra” democracia es el fin último. Obviar al Pueblo consciente que reclama su protagonismo y participación en el modelo de la Venezuela Bolivariana el requisito obligado de nuestro programa de gobierno. ¿Para qué Revolución si nosotros lo podemos hacer muy bien con la Involución?

¡Dios Salve a CAP!

 Vómito Adeco: "Dios salve a CAP" (1975)