viernes, 30 de noviembre de 2012

16D, ¿Jaque al Rey?

Estados del país con índices delictivos crecientes

En política la conquista del Poder no se hace de la noche a la mañana y para una oposición venezolana incansable que no cesa en su ambición por hacerse del erario de la nación, la subversión es la estrategia ideal para revertir los cambios ocurridos en Venezuela y, sobre todo, la percepción positiva que la mayoría de los venezolanos tienen respecto a Chávez y la Revolución Bolivariana.

La subversión ejecuta acciones que evidencian la incapacidad de un Gobierno de ejercer eficientemente el Poder, proponiendo un sistema opuesto que con principios y métodos distintos optimizaría la gestión gubernamental. La subversión, teniendo como punta de lanza los medios de comunicación privados, genera un clima de ingobernabilidad tal que la opinión pública cede ante las matrices tendenciosas que son difundidas una y otra vez respecto al gobierno legítimamente establecido y sus instituciones.

En el caso de los estados del país, la subversión tiene como pivotes tácticos a los gobernadores quienes a través de una política sistemática de “brazos caídos” generan escenarios propicios para el descontento popular: desmantelamiento de policías estadales, aliánza con el crimen organizado, promoción de invasiones, deterioro paulatino de los servicios públicos e instituciones bajo su responsabilidad, etc. Eso sí, como aliado clave siempre tienen a los medios privados que les lavan la cara ante sus gestiones nefastas proyectando a la ciudadanía que la mala gestión es consecuencia de la política retaliativa del Presidente Chávez que no aprueba recursos o que los problemas en cuestión son competencia del Comandante de la Revolución Bolivariana.

No es casualidad que los estados más inseguros sean los gobernados por la oposición. La estrategia subversiva apunta a elevar paulatinamente los índices de inseguridad para desacreditar a la Revolución. Tampoco es casual que dos candidatos chavistas sean exministros de la Defensa y otros dos exministros del Interior y Justicia. De ganar la oposición el próximo 16D en las gobernaciones clave, ¿estaríamos protagonizando un Jaque al Rey?

sábado, 10 de noviembre de 2012

Lo que nadie dice

Mercenarios son especialmente pagados por la Derecha para ejecutar asesinatos selectivos

Las últimas semanas de la campaña presidencial fueron el escenario ideal para que las fuerzas de la Derecha en Venezuela mostraran el carácter fascista, invasivo y trasgresor de la privacidad personal e individual por parte de quienes se promocionan como la máxima expresión del respeto al ciudadano y la individualidad en el país.

La privacidad de cada quien fue violentada electrónica y digitalmente a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto y correos electrónicos que fusionaban el proselitismo político a favor de Capriles Radonski con mensajes enmarcados en sofisticadas técnicas de terrorismo sicológico.

Dejando de un lado el análisis de los mensajes y su contenido, esta estrategia de invadir la privacidad de millones de venezolanos es la prueba flagrante de que la oposición en Venezuela maneja bases de datos con información personal detallada de cada individuo que es utilizada con fines políticos. Listas completas con nombres, apellidos, número de cédula de identidad, edad, sexo, correo electrónico, teléfonos, dirección de habitación, centro de votación, institución y cargo en la administración pública junto a parcialidad política de cada ciudadano le permitió a la oposición contactar y atacar invasivamente a los potenciales electores del pasado 7 de octubre.

Este tipo de información, resultado de cruzar datos obtenidos de la lista SÚMATE (erróneamente llamada “Tascón”), redes sociales como FaceBook y Twitter, direcciones de correo manejadas en organismos del Estado, bases de datos provenientes de proveedores de telefonía celular y otras fuentes de diversa índole, es la herramienta base utilizada por regímenes de Derecha para implementar políticas de exclusión, sectarismo y antesala a gobiernos caracterizados por la segregación de quienes no comulgan con sus ideas.

La Derecha también podría usar esta información para programar asesinatos políticos selectivos o el exterminio sistemático de “comunistas”, ¿el Pueblo venezolano está consciente de las implicaciones de ello en nuestra democracia?

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Qué comunicar?

Se debe transformar a los "espectadores borregos"en "espectadores pastores"

Desde hace 14 años en Venezuela hemos sido testigos de una “democratización” de la comunicación y el auge impune del libertinaje mediático. Más de una década enfrentando a un conglomerado mediático superior en cantidad y cobertura. La relación de medios de Derecha respecto a Gobierno / Medios Alternativos y Comunitarios es de 1 a 10. Desigualdad en armas mediáticas caracterizan el escenario de Guerra Asimétrica Comunicacional que existe en el país y a nivel internacional.

Mucho se habla sobre la manera en que la comunicación debe darse, los medios a utilizar, los valores y principios del periodismo revolucionario, etc, pero aún se obvia la clave del asunto “¿Qué comunicar?” y vemos a un Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP) desorientado o descoordinado respecto a su misión.

En Revolución el objetivo principal de la comunicación debe ser transformar a través de los mensajes la mentalidad, andamiaje ideológico, idiosincrasia o conciencia de los ciudadanos. Deben fijarse líneas comunicacionales precisas que cumplan con: revertir la transculturización creciente en la sociedad venezolana, impedir la alienación de la ciudadanía, generar conciencia crítica ante la realidad que vivimos a nivel nacional e internacional, fortalecer el espíritu de cuerpo patrio y la identidad nacional.

La Revolución Bolivariana debe entender que la batalla mediática se libra con tácticas de guerrilla. La calidad, densidad y creatividad en el mensaje es fundamental cuando la Revolución combate en una Guerra Asimétrica comunicacional. El surgimiento del “Hombre nuevo” debe ser el fin último de cada idea difundida. El Proceso requiere asumir la comunicación como factor generador de cambio. La comunicación no es sólo para defendernos ni para justificar lo que hacemos. La comunicación debe estar a la ofensiva para nutrir y recuperar la conciencia plena del Pueblo venezolano. Un mensaje no sólo debe apuntar al entendimiento, sino que debe generar una acción. El objetivo son las mentes de cada compatriota y ello no debe perderse de vista.