lunes, 17 de diciembre de 2012

El pordiosero burgués

Muchos piensan, sueñan y creen estar en una Clase Social en la que NO están

Nunca antes en la historia de la humanidad hubiésemos podido ver con nuestros ojos la materialización de ideas surrealistas tan contradictorias como las que evidenciamos en la Venezuela del Siglo XXI. Una Venezuela marcada por la tensión social en donde ya nada asombra, nada deja perplejo al observador, los conceptos e ideas de la vida se entremezclan, se confunden, se contradicen fusionándose surrealmente pero, allí los ves y allí los puedes tocar.

En la Venezuela de hoy encontramos un importante porcentaje de la población que se cree lo que no es. La influencia mediática ha sido de tal magnitud que han logrado lo imposible: un clase media baja quién no tiene prácticamente donde caerse muerta se siente burgués, un venezolano común que agarra su camionetica diariamente y se gana los churupos con el sudor de su frente, posiblemente siendo explotado en alguna empresa, cree y está plenamente convencido que ocupa una posición privilegiada en la escala social. Este ciudadano tiene la firme convicción que no pertenece a estratos bajos, razón por la cual se identifica y hasta defiende a ultranza a quienes, como burgueses que son, dominan a la sociedad y se enriquecen a costa de explotarla.

En su mente y en su corazón el pordiosero burgués se siente directamente afectado por las medidas de expropiación de empresas multimillonarias. Le produce escozor cuando escucha a Hugo diciendo “¡Exprópiese!” a pesar de que no tiene ninguna propiedad, ningún negocio, ningunas acciones, ninguna empresa que pudiese verse "amenazada" por esta clase de medidas. En fin, los medios han logrado posicionar en su mente la idea de que aquello que amenaza a los pudientes, a la clase dominante, a los explotadores y multimillonarios, al 1% de la población venezolana, si acaso, es exactamente lo mismo que pudiera amenazar a los trabajadores, desempleados y explotados de nuestro país.

Por eso es que vemos con tanta frecuencia gente molesta con consignas disparatadas porque el gobierno pretende regular cobro en colegios privados: “¡con mi matrícula no te metas!”, expropiar empresas especuladoras y explotadoras “¡con mis empresarios especuladores que dan empleo no te metas!”, expropiar constructoras estafadoras “¡Por el derecho a ser Estafado, marcha ya!” etc, etc. Por eso vimos a artistas explotados durante años en RCTV llorando desgarrados porque se le quitaba la concesión a un medio televisivo cuyas mil millonarias ganancias nunca vieron, ven ni verán.

En fin, es un surrealismo viviente constante que no cesará hasta que la conciencia popular se disperse en el 100% de la población. Cada quien debe saber qué rol y qué posición ocupa en la sociedad. Triste creer ser alguien que a la final sólo cumple como engranaje de la máquina explotadora que lo utiliza ayudándola a funcionar y perpetuarse cada día más. Que triste ser el tonto útil de otros sin siquiera saberlo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Muerte y caos para Miranda

Capriles tiene a la muerte como principal aliado de gestión

Ningún otro político en Venezuela le ha sacado más provecho a los altos índices de inseguridad que vive la población en su región que Henrique Capriles Radonsky. Si analizan con detalle la cronología de la gestión del candidato a la reelección del Estado Miranda, encontrarán que en el ámbito de la seguridad ciudadana son contadas sino prácticamente inexistentes las acciones tendientes al combate de la delincuencia.

Su estrategia de indi-gestión de gobierno cabalga sobre dos ejes: los medios de comunicación privados y el desconocimiento que la población tiene respecto a la responsabilidad y competencias de cada gobernante. Es por eso que si usted es mirandino y ve un hueco en su calle, un hospital que no funciona, atracos y secuestros reiterados en su urbanización, una escuela prácticamente en ruinas o cualquier otra muestra de ineficiente gestión gubernamental, probablemente vacile cuando de endilgar responsabilidades gerenciales a nivel de gobierno se trate.

Allí es donde entra la acción de los medios privados, aliados de Capriles, que victimizan al gobernante del Estado repitiendo una y mil veces que el Gobierno central no le “baja los recursos” a la administración regional y por eso el caos reinante. También recurren, habilidosamente, a señalar como responsable de todo lo malo al Presidente Chávez y al Gobierno Bolivariano.

Para Henrique Capriles es más rentable políticamente el caos en su región porque así eleva el nivel de descontento en los votantes al acusar que la situación es producto del Socialismo. Mientras más secuestros, más atracos, más microtráfico de droga, más asesinatos y más caos haya, pues más razones que prueban lo “inviable” de la revolución. Su estrategia es clara, desmantelando la Policía y colaborando indirectamente con el crimen organizado el “bien común” en Miranda llegará al subsuelo y él se erigirá como el “Líder eficiente” que cambiaría esa situación.

El Mirandino lo sabe, sea chavista u opositor, que a Miranda le conviene un cambio porque Capriles no cumple como Gobernador.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La importancia del equipo de gobierno

El equipo de Gobierno debe estar a la par del líder de la Revolución

Uno de los mayores dilemas ante los cuales se enfrenta un gobernante tiene que ver directamente con la conformación de un equipo de gobierno que pueda ayudarle a concretar una gestión con balance positivo. En este sentido, bastante se ha hecho hincapié durante los últimos días sobre quienes deben o no estar en funciones de gobierno, independientemente de si es una alcaldía o la Gobernación del Estado, a sabiendas que es perjudicial el presionar a los gobernantes para que tomen una decisión de esta naturaleza y de forma apresurada porque no permite una evaluación del o los funcionarios que se postulan para asumir las direcciones.

En primer lugar, es necesario que el gobernante entienda que la capacidad de gobierno es la facultad para dirigir y gerenciar el proyecto, asumiendo que dicha capacidad no es sólo la formación profesional y la cultura general del gobernante y el equipo que lo acompaña, sino su convencimiento ideológico respecto a lo que significa la revolución (establecer si tienen clara la “torre de control”) así como su preparación teórica y práctica en ciencias y técnicas de gobierno, la cual aborda entre otros temas: teoría del juego social, planificación estratégica pública, presupuesto público, análisis de viabilidad política y económica, organización del gobierno; la oficina del gobernante y los sistemas de alta dirección. Por lo tanto, a la hora que el gobernante se disponga a seleccionar a quienes estarán a su lado para conducir los destinos del gobierno es necesario que tome en cuenta a los principales partidos políticos que aportaron su capital electoral para que lograra su victoria y, en base a esto, evaluar a quienes están proponiendo dichas organizaciones políticas en los aspectos antes mencionados.

En tiempos de revolución dentro de la revolución se hace necesario que en las estructuras gubernamentales predomine el concepto de servidor público antes que el de funcionario público porque la burocracia, ineficiencia y corrupción en grandes áreas de la administración pública sólo lograrán mermar el apoyo que pueda manifestar el soberano por el Gobierno Bolivariano que rige los destinos del país. Se debe acabar con la percepción cuartarepublicana que orienta hacia el usufructo del poder en detrimento del bienestar colectivo. No hay cabida para funcionarios públicos ineficientes y no aptos para ejercer el cargo que ocupan.

El gobernante es el líder que debe mostrar la dirección del gobierno y no sólo eso sino dar el ejemplo respecto a la manera de actuar de su tren ejecutivo, con una actitud que tenga como orientación el amor al prójimo y el bienestar colectivo. Cada directivo debe ser un “espejo” del máximo líder del ente gubernamental. No se puede permitir que mientras el máximo líder del ente gubernamental orienta su conducta y toma de decisiones hacia la satisfacción del colectivo por medio de la participación ciudadana y la transferencia del poder hacia las comunidades, algunos de los miembros de su tren ejecutivo se preocupen simplemente en usufructuar el poder y no tengan una conducta acorde con los principios y valores de la revolución. La revolución es cambio de estructura, por lo tanto, todos los directores deben cambiar la estructura de los entes que dirigen dado que, con algunas excepciones, la mayoría de las gobernaciones y alcaldías tienen bajo capital intelectual, bajo capital de experiencia, como de experticia, especialmente en la alta dirección del gobierno. Las estructuras organizacionales son obsoletas, con elevada burocracia, lenta en los procesos e ineficaces e ineficientes en cuanto a resultados, no poseen modernos sistemas gerenciales, y las oficinas de los gobernantes están desguarnecidas de sistemas efectivos para dirigir el gobierno. La oficina de planificación y presupuesto, en la mayoría de los casos donde existe, tiende más a ejercer la función de presupuesto tradicional (no modernizada), dejando sin efecto la función planificadora.

Finalmente, el balance de gestión del capital humano (sobre todo el directivo), deberá medir: a) niveles de competencia de la estructura burocrática del gobierno; b) niveles de formación de los funcionarios del gobierno y contrastarlos con las exigencias de las competencias que debe ejercer el gobierno y c) (quizá la más importante) ¿cómo está la motivación de los funcionarios?, ¿cuáles son sus valores y su relación con los de la organización revolucionaria?

El cambio de estructura debe fluir tanto de la base de la pirámide como de su cúspide, y entre estos dos extremos es clave el posicionamiento de liderazgos que funjan como factor de cambio revolucionario. Hemos avanzado infinidad de pasos, pero la carrera por la concreción de una Patria Nueva aún no la hemos ganado.