miércoles, 23 de enero de 2013

Carros a millón, literalmente

Dos camionetas de las que especulan en tucarro.com

Un amigo de Barquisimeto me comentaba de las peripecias que hizo para comprarse un carro 2012 de "agencia" al rededor del mes de octubre del año pasado y de todo lo que me dijo destaco "cuando fui al banco Provincial, en donde me estaban gestionando el crédito, me sentí como si estuviera comprando droga. Yo nunca tuve relación directa con el concesionario sino con un contacto en el banco.  El ejecutivo que me atendió primero me metió la sicología de que Chávez impide la importación y que el Gobierno restringe la producción nacional de vehículos, que es muy difícil conseguir un carro de agencia en estas condiciones y demás enunciados apocalípticos respecto al mercado automotor. De manera indirecta ya me habían dicho que la vacuna era de 100 mil BsF y me dicen que tienen un Toyota Camry 2012, que si lo quería dijese con seguridad ya, antes de que lo vendiesen. No pasaron más de dos minutos y me dijeron que ya lo habían vendido. Paso seguido la gerente del banco, que no conocía, vino y me saludó como si fuéramos amigos de hace tiempo por mi nombre y todo. En fin, a los minutos me ofrecieron otro vehículo similar con la misma urgencia y tuve que acceder a comprarlo pagando la respectiva vacuna".

Aunque parezca increíble, testimonios como este se repiten incesantemente día tras día en el mercado automotor venezolano. Un mercado automotor donde la Ley de Oferta y Demanda cede su primacía en la lógica capitalista a la Ley de Especulación y Usura. La empresa privada goza un puyero con esto porque ellos, aunque digan lo contrario, son los que más se benefician al tener márgenes de ganancia por encima del 500% sobre los vehículos comercializados. ¿Para qué producir vehículos en el país si importándolos me hago doblemente rico en apenas 6 meses? diría un "empresario" de esos que especulan pero dan empleo.

Lo peor es que hay gente que justifica estos precios y hasta defiende el sistema corrupto y perverso que los rige. El consumidor que cae en la red de la estafa especulativa sin denunciarla se hace cómplice del delito cometido y colabora para que los ricos sigan explotándo y despojándo al Pueblo del dinero ganado con trabajo real.

¿Vehículos al mismo precio que viviendas? pues sí, en Estados Unidos una Toyota 4Runner 2012 ronda los 45 mil $, pero de manera espeluznante en Venezuela la misma camioneta está por el orden de 2.500.000 BsF. lo que sacándo la cuenta da como resultado que venden este vehículo a una relación de 55 BsF por dólar. Lo peor es que páginas como Tucarro.com avalan y muestran la senda a seguir por el perverso mercado privado de los vehículos en Venezuela, país en donde los poderosos siguen repitiendo que no hay libertad de empresa y el capital extranjero huye espantado, ¿irónico no?