Fuerte imagen, pero real |
En
la medida que más nos acercamos al 8 de diciembre para protagonizar
otro episodio de la democracia venezolana con las elecciones
municipales, la guerra económica arrecia en el país como parte de
la estrategia claramente definida en los manuales de Guerra No
Convencional.
La
burguesía parasitaria cada vez apreta con más fuerza el cuello de
la Patria. Hoy en día usted se comunica con algún proveedor de
cualquier producto o insumo que sea importado y, sin considerar si
usted llama en nombre de una empresa privada, en nombre del gobierno
o de quien sea, la cotización de lo ofertado tendrá el razgo
característico de estar con base en una relación de cien bolívares
por dólar. Es decir, el dólar paralelo de cincuenta y pico BsF,
para los proveedores e importadores, quedó hace rato atrás.
El
proveedor pone el precio que le da la gana. Nada se lo impide y como
ostenta el monopolio de ofertar equis o ye producto en el país, su
lógica empresarial muta y se transforma en una lógica mafiosa y
desestabilizadora. Como ha acumulado mucho capital durante años de
estafas, especulaciones y demás, hoy puede darse el lujo de ponerle
precios groseros a lo que vende.
Semanalmente
CADIVI otorga 900 millones de dólares y el SICAD aproximadamente 100
millones, es decir, se le da a la empresa privada mil millones de
dólares cada siete días pero usted sale a la calle hoy y no
consigue un sólo producto o servicio ofertado por algún comercio o
empresa privada cuyo precio equivalga al dólar oficial de BsF 6,30.
Precios en ascenso continuado que los comerciantes, sin ningún
desparpajo, cambian hasta varias veces en una misma semana. Voracidad
capitalista y parasitaria que tiene a la usura como principal valor
empresarial, claro está, producto de la dinámica perversa que
imponen los proveedores e importadores en el país.
La
guerra económica tiene en la especulación una de sus principales
tácticas. La burguesía parasitaria empuja por todas las vías el
precio del dólar paralelo y, según informaciones que manejo,
intentan llevar el precio de la divisa por encima de los BsF 150
antes de culminar noviembre. El ataque es frontal contra el poder
adquisitivo del pueblo para que así, haya un “voto castigo”
contra figuras del partido de gobierno en los comicios de diciembre.
El mes de la campaña electoral, a nivel económico, vislumbra ser
una batalla campal en el país.
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