El colmo de la irresponsabilidad |
1)
Una prima falleció recientemente, luego de luchar por su vida
durante casi un mes a raíz de un accidente que tuvo mientras iba de
parrillera en una moto en la ciudad de Barinas. El lamentable suceso, un choque con otra moto,
ocurrió en la noche del 31 de diciembre, ella no llevaba casco,
hasta donde sé, y cayó en el pavimento fracturándose el cráneo,
las manos y los pies. Ella tenía sólo 40 años.
2)
He viajado por gran parte de Venezuela y con mucha frecuencia veo,
tanto en carretera como en ciudad, algunos motorizados que llevan al
límite el significado de las palabras imprudencia e
irresponsabilidad. Los he visto pasar en autopista a altas
velocidades, sin casco, en bermudas y chancletas. He visto a cuatro
personas montadas en la misma moto: joven conductor y dos mujeres con
la particularidad que entre las dos mujeres llevaban a un niño como
de 3 años de pie, paradito en el asiento. Una de las mujeres, por
cierto, mandaba un mensaje de texto. En otra oportunidad ví a otro
motorizado, iba él sólo a más de 80 kilómetros por hora revisando
el celular, por lo menos llevaba casco.
3)
En Caracas, al estar en una cola en la autopista, pueden pasarte
fácilmente entre doscientas y trescientas motos de un sólo halón.
Las motos pasan en fila, entre carro y carro, a gran velocidad a
pesar del espacio reducido. Pasarse de un canal a otro no es fácil
y, si por casualidad en el intento llegas a tocar o interferir a
alguno de los motorizados espera como mínimo un insulto.
4)
Paseando por el centro de Caracas, voy caminando por la acera como
cualquier transeúnte. En eso recibo un cornetazo, allí en la acera,
de un motorizado que viene detrás de mí montado en la vía
peatonal. Viene apurado y cornetea varias veces, antes de que me
atropellara tuve que quitarme. Quedé asombrado no por eso, sino
porque dos cuadras más arribas venía otro motorizado haciendo lo
mismo pero tragándose la flecha, es decir, encaramado en la acera
yendo en dirección contraria a la vía por la cual debería
circular.
5)
Antes de cruzar la calle, siempre me quedo en la esquina “cazando”
a los motorizados y su comportamiento respecto al semáforo para
evitar algún arrollamiento. Puedo decir con propiedad que cerca del
75% no respeta la luz roja. Ni siquiera es que reducen la velocidad
para prevenir, no, siguen conduciendo como si la luz de pare no
existiera.
¿Cómo
hacemos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario