El producto con el que estafan |
Casa
Inamoto, conocida tienda de electrodomésticos ubicada en la
Avenida 20 de Barquisimeto - Edo Lara, tiene la peculiar manera de
humillar a los compradores de la siguiente manera. Mantienen la Santa
María cerrada todo el día, permitiendo el acceso de los clientes
exclusivamente por una puerta de reducidas dimensiones. Los que
deseen comprar allí, deben hacer una larga cola afuera del
establecimiento con el agregado que uno de los encargados, pasa por
la cola y retira la cédula de identidad a cada uno de los allí
presentes. Luego, cuando la dinámica interna del negocio así lo
decide, empiezan a llamar a cada uno como si se tratara de un centro
de reclusión.
El
botellón de agua, en todas las panaderías y bodegas del centro de
Caracas oscila en un precio que promedia los 45 bolívares la unidad.
En Acarigua se consigue en 28 bolívares, es decir, en la capital de
la república el precio prácticamente se duplica. En mayo de 2013 la
misma cantidad de agua envasada costaba entre 18 y 20 bolívares, lo
que indica un aumento de más del 100% de su precio final. ¿Precios
establecidos en la capital corresponden a costos de producción o
simple voracidad especulativa del vendedor? ¿Cuál es el precio
justo del agua?
Aceite
para motor es
imposible de conseguir en tres ciudades: Caracas, Barquisimeto y
Acarigua. No hay en ninguna de éstas localidades oferta de
lubricantes. Conversé con un conocido que tiene una venta de este
tipo de insumos y me dice que Venoco sólo le está dando el 25% de
lo que normalmente le vende. La argumentación, según me explica, es
que “no se está produciendo aceite”. Asdrúbal Chávez,
Vicepresidente de Refinación y Comercio de PDVSA, informó la semana
pasada que la producción de aceites lubricantes de la Planta
Envasadora Cardón fue de 14 millones de litros de aceite en abril,
incrementando la manufactura en más de 50% con respecto a marzo de
2014, ¿qué está pasando?
En
panadería ubicada a pocas cuadras de la Plaza Bolívar en
Caracas, venden un envase de cartón blanco con azul, igualito al de
la leche, pero que dice “bedida láctea”. Pido uno y leo que
marca BsF. 25, pregunto cuánto es y me dicen “30 bolívares”. Le
increpo al dueño del local, un extranjero, que por qué ese precio
si dice en el producto un monto menor. Me responde de forma altanera
“30 bolívares es lo que cuesta, o lo compras o te vas”.
Obviamente opté por irme.
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