Gómez Saleh y Julio Rivas hombro a hombro en su "lucha" |
El caso
de Lorent Gómez Saleh y la red de células terroristas que empiezan
a ser capturadas en Venezuela es algo que se veía venir. Los cuerpos
de seguridad del Estado venezolano, los cuerpos de inteligencia,
obviamente están haciendo su trabajo. La oposición como siempre,
subestima al adversario y comete el grave error de dejar en manos de
niños caprichosos, inmaduros e ilusos la responsabilidad de acometer
acciones de gran trascendencia.
Gómez
Saleh cree o, creía, que en Venezuela no existen cuerpos de
inteligencia y que el SEBIN es un grupo de muchachos inexpertos que
sólo juegan Xbox en el Helicoide. Pues no, hemos podido constatar
que han avanzado notablemente en el monitoreo de los principales
focos políticos de desestabilización para evitar la muerte y
enfrentamientos armados entre civiles. Las labores de inteligencia
perpetúan la paz en nuestro territorio y garantizan el Estado de
Derecho.
Seguramente
Gómez Saleh puede saber mucho de terrorismo, seguramente fue
entrenado en tácticas de guerra, sedición, etc y obtuvo notas
sobresalientes. El detalle está, en que la cátedra “Operaciones
encubiertas y sigilo” le entró por un oído y le salió por el
otro. ¿Un terrorista haciéndose autorretratos con un fusil? ¿Un
terrorista explicando todos sus planes por Skype? Tanta ingenuidad da
mucho que pensar.
Los
principales aliados, financistas, colaboradores, padrinos, etc del
niño mimado de la oposición venezolana hoy se desmarcan, afirman no
conocerlo. Desconocen por completo al niño terrorista que antes
abrazaban con fervor, al joven asesino con quien compartían
espacios, al pichón de mercenario a quien le daban billete,
resguardo, etc. Obviamente todos forman parte de una misma red, cada
uno con responsabilidades definidas y roles específicos. La de Gómez
Saleh, ser terrorista y generar muertes y caos para que los “líderes”
como Ledezma, Machado, López, Capriles, Rivas, Borges, etc saquen
provecho político de la circunstancias. Una “guerra interna” o
“guerra civil” es la excusa perfecta para una intervención
extranjera .
Es más
que sabido que en organizaciones delictivas dedicadas al terrorismo,
los miembros siempre enfatizan la idea de “si te agarran, no te
conozco”. Eso es lo que vemos hoy, pero recordemos que Gómez Saleh
apenas es la punta del iceberg. La red no está completa.
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