Malandros que roban y joden al pueblo |
Conversaba
con un amigo y le decía que me parece un acto distraccionista los
supuestos controles que la cadena Farmatodo había establecido para
acabar con el bachaqueo y atender mejor a los clientes. Le expresaba
que, por ejemplo, colocan un letrero donde limitan la compra de
desodorantes a dos por persona durante una semana. Es decir, si usted
se organiza bien y quiere meterse a bachaquero puede comprar 104
desodorantes en un año. Igualito pasa con el resto de productos
“controlados”.
La
Guerra Económica ataca al Pueblo por la sencilla razón de que la
dinámica del sector comercial en el país escapa de las manos del
Gobierno Bolivariano, un gobierno cuya estructura orgánica reposa
sobre el Estado burgués para más ñapa. Es una dura verdad pero hay
que decirlo. Como la estructura sigue igual, la burguesía
parasitaria que está enquistada en todas las instancias de poder
privado y público, hace y deshace a su conveniencia, saboteando,
interfiriendo, conspirando y sobre todo, disimulando hacer su mejor
“esfuerzo” por sacar adelante a la nación. Destruyen la economía
mientras sonríen y muestran proactividad patriótica.
Si
Farmatodo implementó medidas ¿por qué siguen habiendo colas
kilométricas en sus establecimientos? ¿por qué casi nunca se
consiguen productos como champú, desodorante, pañales, jabón de
tocador, acondicionador, etc? La respuesta es más que obvia, pues su
“colaboración” para mejorar la economía del país es una
fachada. Las guerras se ganan con base al engaño y la Guerra
Económica que vivimos no es la excepción a la regla.
Las
colas no deberían existir porque responden a la supremacía de la
ineptitud gerencial de cualquier establecimiento o al saboteo
frontal. Cajas funcionando a cabalidad, software de facturación de
última generación, máquinas registradoras modernas, empleados
capacitados, supervisores atentos, variedad de formas de pago y demás
son medidas que reducen drásticamente el tiempo que un cliente
dedica para el pago de sus mercancías. Nuestro Presidente Maduro
increpó en su mensaje anual que lo de las captahuellas está
pendiente y seguimos fallando en implementar las soluciones. En
definitiva, como al empresario o gerente el servicio no le interesa y
el cliente es igual a un primate con billete en mano, la cola no
camina.
Farmatodo
es simplemente la punta del iceberg. Gran parte del sector privado es
enemigo a la patria. Con el enemigo no se dialoga, debemos asumirlo
así y contraatacar ¡Ya basta!
SEGURAMENTE TAMBIÉN TE GUSTARÁ LEER.
Cola omnipresente
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