La burguesía sigue gozando con la lluvia de dólares |
Siempre he estado consciente que la gente cree lo que quiere creer, independientemente del hecho que sea algo cierto o no. Con el tema del control cambiario, la derecha económica se aferra a difundir la idea de que el “Control cambiario” ya no es necesario y que su aplicación es la principal causa de las distorsiones que vemos a nivel de la economía venezolana. Me surge la pregunta ¿de verdad el control cambiario ha controlado algo en algún momento?
Pues bien, yo veo al control cambiario como cuando en una carretera se establece un “Control de velocidad”. La autoridad competente pone avisos que dicen “monitoreo por radar, evite sanciones” “velocidad controlada”, etc. También, hay policías que deberían estar patrullando y chequeando con pistolas de velocidad a los carros que circulan por la vía. Pero bueno, resulta que los carros van a 140 Km por hora o más cuando deberían ir a 90. No pasa mucho tiempo y empiezan a ocurrir choques aparatosos, conductores imprudentes generan muertes en la vía al impactar con otros vehículos, el asfalto poco a poco se convierte en un cementerio de amasijos de hierro.
Los policías y autoridades se hacen de la vista gorda, se la pasan texteando por sus celulares mientras pasan velozmente los carros. No monitorean la vía y prácticamente la vigilancia policial es nula. Jamás se colocan multas o se detienen a conductores por violar las normas, cuando excepcionalmente esto ocurre el conductor delincuente simplemente soborna a los funcionarios y sigue su camino. Obviamente, el problema no es el “Control de Velocidad” sino la no aplicación de esa política vial que ha sido inocua y, por lo tanto, no ha controlado la velocidad.
Los policías y autoridades se hacen de la vista gorda, se la pasan texteando por sus celulares mientras pasan velozmente los carros. No monitorean la vía y prácticamente la vigilancia policial es nula. Jamás se colocan multas o se detienen a conductores por violar las normas, cuando excepcionalmente esto ocurre el conductor delincuente simplemente soborna a los funcionarios y sigue su camino. Obviamente, el problema no es el “Control de Velocidad” sino la no aplicación de esa política vial que ha sido inocua y, por lo tanto, no ha controlado la velocidad.
Así pasa con el “Control cambiario” en Venezuela. Hasta los momentos ha sido en gran medida un instrumento utilizado por funcionarios públicos, burguesía parasitaria, el Estado Burgués y particulares para traficar influencias, otorgar y recibir privilegios y ventajas económicas, evadir leyes y responsabilidades y lucrarse en grupo e individualmente, en detrimento de los intereses nacionales y de las mayorías populares de la patria de Bolívar. Su esencia “contralora” es simplemente un eufemismo que intenta tapar la hemorragia desenfrenada que ha propiciado en el erario público.
A quienes hablan de erradicar, emblandecer, disminuir o suprimir el control cambiario les preguntaría ¿Cuál control? ¿Qué ha controlado el “Control Cambiario”? Lo que existe es una supuesta restricción en la venta de dólares baratos, y eso está bastante lejos de significar control alguno en la dinámica económica del país. Por lo tanto, no se puede pedir dejar sin efecto algo que jamás ha sido aplicado y mucho menos ha cumplido su propósito.
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