Es como estar rodeado de puros Jorge Roig, pdte de FEDECÁMARAS |
Nuestro
presidente obrero, Nicolás Maduro, debe estar muy mosca porque en
las instancias del poder lo que siempre han abundado son
especialistas en economía, asesores y demás maestros de los números
con mentalidad burguesa que lo único que hacen es calcular
decisiones en función de los intereses de las élites y poco, pero
muy poco, en función de favorecer al pueblo y a la patria. Se les
puede catalogar como “chavistas burgueses” que no son otros que
aquellos que gustan de Chávez como líder del proceso
revolucionario, pero tienen su corazón burgués palpitando y
dictando su proceder.
Maduro
dijo en su memoria y cuenta, hace varios meses, que tenía un gentío
alrededor pidiéndole que devaluara la moneda, ¡Ojo pelao comandante
obrero! porque a veces hay que cuidarse más de la gente cercana y
disfrazada que de aquellos que atacan frontalmente desde lejos.
Reunirse
con la Ford y realizar acuerdos tras bastidores demuestra
flagrantemente que hay intereses dispuestos a ceder la soberanía del
país a cambio del chantaje burgués. Las trasnacionales gringas han
robado siempre en nuestro suelo, su propósito es mantener el
territorio colonizado económicamente y contribuir a un mercado
abierto para elevar la producción y rentabilidad de las fábricas y
sus dueños en Estados Unidos, el Imperio.
Es
inconcebible que el Gobierno Bolivariano se reúna a “conversar”
con quienes fungen como actores principales del desangramiento de la
economía nacional a través de las solicitudes de divisas. El
automotriz está de tercero en el ranking de sectores que piden más
dólares, sólo detrás de alimentos y medicinas. En la Guerra
Económica ellos son enemigos de la Patria, son el parásito que
enferma el organismo de nuestro país. Ellos son el cáncer a
extirpar.
Los
economistas que afirman que darle más dólares a las corporaciones
de vehículos , vengan de donde vengan, permitirá que aumenten su
producción y reactiven el parque industrial venezolano son simples
farsantes. Una compañía estadounidense en suelo venezolano no
tendrá otro propósito más que mantener las condiciones de
dependencia económica de nosotros hacia ellos, mantenernos
subdesarrollados, oprimidos y subordinados. No hay que creerle a
estos mentirosos que muestran un espejito como algo de supremo valor,
mientras nos quitan el oro.
¿Por
qué no se establecen convenios de fabricación, no ensamblaje, de
vehículos con compañías de otros países que no sea EE.UU.? Acá
tenemos toda la materia prima necesaria para fabricar un carro desde
cero ¿es acaso muy difícil y se requiere de tecnología espacial
para lograrlo? ¿No puede haber un proyecto nacional de un carro 100%
venezolano? ¿No existen ingenieros ni gente preparada acá? Debemos
establecer prioridades y dejar de escuchar a los economistas
burgueses que como quinta columnas destruyen lentamente al proceso
desde dentro.
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