Tiene razón pero ¿cómo lo hacemos? |
Teóricamente
una economía socialista debería tener como eje de su accionar lo
social, lo humano, la gente, el pueblo. Debe buscar vías y formas
para ser independiente y batallar en función de generar una sinergia
que cristalice la colectivización de los beneficios. Si uno de los
principales problemas del capitalismo es el desbalance en cuanto a la
distribución de los recursos y la ganancia, pues en el socialismo
debería materializarse la antítesis de ello aparentemente.
Pero la
distribución de los recursos y de la ganancia es lo de menos. La
ganancia, sobre todo, impone un esquema conceptual y conductual que
responde al afán de lucro. La utilidad y la ganancia implican que
cualquier cosa que se haga, debe generar un beneficio mayor a lo
invertido inicialmente en ello. En esta lógica surge el germen de la
perversión capitalista porque la acción del hombre que maneja y
posee el capital, se centrará en incrementarlo a costa de lo que
sea.
Ahora
bien, pudiésemos creer que el socialismo económico es distribuir
recursos y la ganancia generada de las actividades económicas de
forma masiva, pero estaríamos únicamente perpetuando los esquemas
del capitalismo, más aún cuando vivimos en un tiempo marcado por
las necesidades que impone el consumismo. Cabría preguntarnos ¿qué
hacemos con los recursos? ¿qué hacemos con la ganancia?
Los
recursos y la ganancia siempre son traducidos en términos del signo
monetario, al final siempre hablamos de dinero por lo que una
supuesta economía socialista estaría funcionando gracias al
capital. Nos enfrentamos a la paradoja de que el socialismo no
funciona sin capital, es decir, para la consecución de sus
“objetivos” depende del enemigo que pretende combatir.
¿Nos
hemos preguntado qué estamos haciendo? ¿Nos damos cuenta que
simplemente perpetuamos el modelo capitalista a nivel del Estado?
¿Dónde están los nuevos esquemas económicos? ¿Dónde está la
innovación y el cambio? ¿Teorías económicas nuevas o repetir lo
conocido? ¿Sistemas de producción lineales o circulares? Nuestra
economía hoy, además de ser netamente capitalista, luce rasgos de
la época colonial. La estructura económica de élites sigue intacta
y el gobierno “hace aguas” porque el capital que le brinda el
petróleo ya no alcanza para distribuirlo y satisfacer necesidades al
mismo nivel que durante la bonanza de años anteriores.
Todo
esto nos muestra que con parámetros, términos, conceptos y esquemas
capitalistas no llegaremos a ningún sitio. No debemos competir,
debemos cambiar el juego ¿quién se anima?
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