jueves, 29 de octubre de 2015

Paz preventiva

#YoFirmoPorLaPAZ

Lo bueno y fabuloso de las revoluciones es que de alguna u otra forma obligan a sus líderes a generar nuevos conceptos, a crear nuevas ideas, a producir nuevas maneras de concebir al mundo con el propósito de anteceder el ataque de la contrarrevolución. Es una motivación permanente a la creatividad: si ellos vienen con lo oscuro, respondemos con lo luminoso; si vienen con lo malo, pues salimos con lo bueno; si argumentan lo negativo, pues explicamos lo positivo, etc.

Estando en el último trimestre del 2015 y con las elecciones parlamentarias a seis semanas de distancia, vemos una oposición que continúa tercamente en su intento de asumir el poder a través de la implosión del sistema político vigente en Venezuela. Según su lógica, la forma de asumir el dominio de una represa no es dominando sus aguas sino destruyendo el dique que brinda orden y control, para dentro del caos surgir como la única opción viable de supervivencia. Van a elecciones sin respetar ni reconocer al árbitro, en este caso el Consejo Nacional Electoral.


Son como el futbolista que entra al campo y le grita a todos “voy a jugar pero cualquier decisión adversa a mi equipo me importa un comino porque no reconozco la autoridad del árbitro”. Su rol claro es el de fungir como elemento perturbador en la medida que sus intereses no sean satisfechos, inclusive sin importar la lógica o dinámica del evento deportivo. Pues así es en la política venezolana, parte importante de los actores le meten candela al escenario prometiendo que el incendio cesará y que no habrá fuego cuando se monten en el poder.

Sucribir un acuerdo afirmando nuestra voluntad de respetar los resultados electorales, es una acción orientada a evitar el desbordamiento de la “arrechera” de cualquier líder de derecha irresponsable. Es la manifestación más clara de la “Paz preventiva” antítesis al concepto de “guerra preventiva”. Los gringos invaden países, asesinan pueblos y cometen genocidios para “prevenir” futuras acciones terroristas. Pues en Venezuela, en tiempo de paz, nos comprometemos con las instituciones y con el sistema político como nación para garantizar que nada ni nadie perturbe nuestra democracia, que nadie vulnere nuestra paz en un futuro cercano, más aún conociendo las tácticas empleadas por la oposición fascista que busca aniquilar al chavismo por todas las vías posibles.

Mantener la paz bajo cualquier ciscunstancia, esa es la premisa. Chávez nos dejó como legado la paz y mantenerla hábilmente, junto al pueblo, es una forma clara de defender su legado.

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