"Producir más" suena muy bonito pero ¿es acertado? |
La
toma de decisiones políticas debe estar precedida por una
evaluación, lo más completa posible, del escenario donde surge la
problemática que pretende subsanarse. La lectura correcta de la
circunstancia permitirá que las medidas a implementar puedan atacar
el origen de los fenómenos que se pretenden revertir porque, de lo
contrario, se tomarán acciones que no modificarán la realidad
adversa que se está experimentando.
El
diagnóstico y análisis de la situación se realiza con información
de primera mano como estadísticas, evaluaciones cuantitativas y
cualitativas, verificación de indicadores de gestión, etc. En
Venezuela, la toma de decisiones acertadas a nivel económico tiene
como principal obstáculo que no existen medidores acertados que
verifiquen desde sus entrañas los procesos productivos y de
importación que se llevan en el país.
A
pesar de estar en pleno siglo XXI, la tecnología y optimización de
procesos no ha llegado a un Estado consecuente con los intereses de
la burguesía. Se pueden tener aproximaciones o proyecciones pero las
instituciones involucradas, no conocen qué se produce, quién
produce, cuánto produce, con qué frecuencia produce, a qué costo
produce, a dónde distribuye la producción, etc. Como muestra de
esta aseveración, todos sabemos que las instituciones involucradas
en el otorgamiento de dólares proferenciales han facilitado miles de
millones en divisas a empresas de maletín para importaciones
ficticias. Cero control y verificación en uno de los sectores de la
economía más sensible y que incide en lo que se produzca o no en
nuestro suelo.
Igual
pasa con el parque industrial existente. No se tiene una lectura
certera de la realidad porque no existe músculo institucional que
haga una revisión palmo a palmo de todas las fábricas en el país.
Se confía en lo que dice o declara el empresario, pero esto no
desemboca en una auditoría exhaustiva para constatar su veracidad.
Habrá casos excepcionales, pero esto no es el común denominador.
Hoy
la medida es “aumentar la producción” y surgen lógicamente las
preguntas ¿una mayor producción subsanará las colas, el
desabastecimiento y la especulación? ¿Qué estudio muestra que el
problema es la baja producción y no que se roban lo producido y que
las mafias desangran al Estado? ¿Trabajaremos nuevamente ayudando al
mismo sector privado que nos apuñala?
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