domingo, 19 de abril de 2020

“¡WhatsApp me contagió!”

El WhatsApp puede contagiarte
Abres los ojos tempranito en la mañana y lo primero que haces es agarrar el celular para apagar la alarma que has pospuesto como por quinta vez. En medio de la somnolencia, revisas la hora y notas que el ícono de la aplicación verde tiene 42 notificaciones de mensajes nuevos. Un globito rojo con un número 42 en su interior debería ser alguna especie de advertencia, algo que te diga “ni se te ocurra ver lo que hay acá adentro”, pero su efecto es más bien tentador y sucumbes a la curiosidad.

 
El ícono más tentador del celular
Usas el dedo y te metes en el armario de las circunstancias. Cada remitente expresa una circunstancia ante la cual debes asumir alguna postura y dar respuesta. Me refiero a tus contactos que son familiares, amigos, compañeros de trabajo, conocidos, etc. Todo eso está bien porque la gente necesita comunicarse. Pero ocurre que en la cajita de Pandora verde, hay gavetas tóxicas que muy poco colaboran con tu sanidad mental: los grupos de whatsapp.

Hay muchos tipos de grupos, creados para que exista un espacio común en el que los participantes tienen un interés común. En cada gaveta virtual todos se escriben y se leen, todos pueden influenciarse mutuamente. El detalle está en que los seres humanos somos seres humanos y sus pasiones, indiscreciones e irresponsabilidades son vertidas muchas veces con orgullo y otras con inusitada inocencia o irresponsabilidad en ese espacio.

Cada mensaje que se difunde lleva consigo una connotación y un propósito. La información orientada con un sentido sirve para desatar una reacción en cadena de otras circunstancias que serán también información. Cada vez que lees algo, por más que no lo quieras, ese algo condiciona tu cotidianidad. Vemos entonces que los grupos de WhatsApp (groupware puedes decirle para que suenes más cacheros@ y en el caso que hables de grupos de trabajo) son el caldo de cultivo ideal para difundir rumores, falsas informaciones, cadenas envenenadas y virus noticiosos que impactan en la mente de los inocentes lectores que confían en las cosas que mandan los “amigos”.

Luego que te “actualizaste” con una buena dosis matutina de información contagiosa, los síntomas se manifiestan durante el día: zozobra, amargura, pesimismo, inquietud, rabia, dolor de cabeza, desesperanza, incertidumbre, odio, pensamientos catastróficos, agresividad, depresión e infinidad de repercusiones emocionales. Día a día te expones al contagio y sufres las consecuencias, por lo que es sabio desarrollar anticuerpos que te permitan identificar todo lo que viene con carga viral pero disfrazado de buena voluntad o “dato de última hora”.

Como éste no es un “Manual para aprender a Leer entre líneas en WhatsApp, te doy 5 pequeñas recomendaciones que servirán como píldoras de vitamina C que pondrán tu sistema inmunológico a valer. Toma nota:

1.- Cada información/noticia que recibes y no tiene fecha, autor, fuente, lugar o vínculo web donde verificarla es muy seguro sea algo falso. No debes ni molestarte en leerla. Descártala.

2.- Esos audios reenviados que empiezan con “éste es un mensaje para todos mis familiares...” descártalos inmediatamente. No hay forma de verificar la veracidad de nada de lo que diga ese “benevolente familiar” que difunde el audio. Nunca dicen su nombre, qué hacen, dónde trabajan, cómo se les ubica, etc.

Muchos leemos cosas en WhatsApp que causan angustia

3.- Imágenes de mala calidad que parecen capturas de sitios web o redes sociales, revísalas con detalle y verifica si existe forma de corroborar la fuente. Normalmente son montajes elaborados como propaganda para amargarte la existencia o hacerte creer cosas que no son, lo que desemboca más tarde en desilusión.

4.- Identifica quién o quiénes son los más irresponsables mandando contenidos falsos y Fake News por los grupos de whatsapp en los que participas. Notarás que es gente con un fin particular, muchas veces político, y nunca se disculpan por las barbaridades que repetidamente comparten.

5.- Si reenvían un texto largo que parece el reporte de algún funcionario o ente gubernamental en el que se den “detalles puntuales” sobre algún hecho, duda inmediatamente de lo que allí aparezca. Esos formatos pueden ser editados fácilmente y es casi seguro que el origen del mismo sea algún malintencionado que busca perjudicar con mentiras antes que ayudar con verdades. Leerlos es perder el tiempo.


A todos nos pasa que revisamos alguno de los grupos en los que estamos metidos y salimos cansados luego de leer tantas barbaridades. Exponernos a tantos contenidos basura causa fatiga sicológica.

El Covid-19 nos muestra que puede ser combatido a través del aislamiento social porque se corta la cadena de contagios. Tú eres dueño de tus pensamientos, decides qué entra en tu mente. Aisla las malas ideas e informaciones que desinforman. ¡Alerta siempre! No dejes contagiar tu optimismo y alegría con malas vibras por WhatsApp.

2 comentarios:

  1. Así es tal cuál. Además de las sugerencias para evitar caer en noticias falsas debe existir en nosotros un centro de gravedad interno que no dependa de las circunstancias externas y hacernos dueños de nuestra propia realidad creandola día a día

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  2. La verdad no nos la regalan, hay que buscarla, investigarla. Ese es el común denominador, allí está nuestro "centro de gravedad"

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