El WhatsApp puede contagiarte |
Abres
los ojos tempranito en la mañana y lo
primero que haces es agarrar el celular
para apagar la alarma que has pospuesto como por quinta vez. En medio
de la somnolencia, revisas la hora y notas que el ícono de la
aplicación verde tiene 42 notificaciones de mensajes nuevos. Un
globito rojo con un número 42 en su interior debería ser alguna
especie de advertencia, algo que te diga “ni
se te ocurra ver lo que hay acá adentro”,
pero
su efecto es más bien tentador y sucumbes
a la curiosidad.
Usas
el dedo y te
metes
en el armario
de las circunstancias.
Cada remitente expresa una circunstancia ante la cual debes
asumir alguna postura y dar respuesta. Me refiero a tus
contactos que son familiares, amigos, compañeros de trabajo,
conocidos, etc. Todo eso está bien porque la gente necesita
comunicarse. Pero ocurre que en la
cajita de Pandora
verde,
hay gavetas
tóxicas
que
muy poco colaboran con tu
sanidad mental: los
grupos de whatsapp.
Hay
muchos tipos de grupos, creados para que exista un espacio común
en
el que los participantes tienen un interés común.
En
cada gaveta virtual todos se
escriben
y se
leen,
todos pueden influenciarse mutuamente.
El detalle está en que los seres humanos somos
seres humanos y sus pasiones, indiscreciones e irresponsabilidades
son vertidas muchas
veces con
orgullo y
otras con inusitada
inocencia
o irresponsabilidad en ese
espacio.
Cada
mensaje que se difunde lleva consigo una connotación y un propósito.
La información orientada con un sentido sirve para desatar una
reacción en cadena de otras circunstancias que serán también
información. Cada
vez que lees algo, por más que no lo quieras, ese algo condiciona tu
cotidianidad.
Vemos entonces que los grupos de
WhatsApp (groupware
puedes decirle para que suenes más cacheros@ y en el caso que hables
de grupos de trabajo)
son el caldo de cultivo ideal para difundir rumores, falsas
informaciones, cadenas envenenadas y virus noticiosos que impactan en
la mente de los inocentes lectores que confían en las cosas que
mandan los “amigos”.
Luego
que
te “actualizaste” con una
buena dosis matutina
de
información contagiosa, los
síntomas se manifiestan durante
el día:
zozobra, amargura,
pesimismo, inquietud, rabia, dolor
de cabeza, desesperanza,
incertidumbre,
odio, pensamientos
catastróficos, agresividad,
depresión e
infinidad de repercusiones emocionales.
Día
a día te
expones
al contagio y
sufres las consecuencias,
por lo que es
sabio
desarrollar anticuerpos que te
permitan identificar todo lo que viene con carga viral pero
disfrazado de buena voluntad o “dato de última hora”.
Como
éste no es un “Manual
para aprender a Leer entre líneas en
WhatsApp”,
te
doy 5
pequeñas recomendaciones
que servirán
como píldoras de vitamina C que pondrán
tu
sistema inmunológico a valer. Toma nota:
1.-
Cada información/noticia
que recibes y no tiene fecha, autor, fuente, lugar o vínculo web
donde verificarla es muy
seguro sea
algo
falso.
No
debes ni molestarte en leerla.
Descártala.
2.-
Esos audios reenviados que empiezan con “éste
es un mensaje para todos mis familiares...” descártalos
inmediatamente.
No hay forma de verificar la veracidad de nada de lo que diga ese
“benevolente familiar” que difunde el audio. Nunca
dicen su nombre, qué hacen, dónde trabajan, cómo se les ubica,
etc.
Muchos leemos cosas en WhatsApp que causan angustia |
3.-
Imágenes
de mala calidad que parecen capturas de sitios web o redes sociales,
revísalas con detalle y verifica si existe forma de corroborar la
fuente. Normalmente
son montajes elaborados
como propaganda para
amargarte la existencia o hacerte creer cosas que no son, lo que
desemboca más tarde en desilusión.
4.-
Identifica
quién
o quiénes
son los más irresponsables mandando contenidos falsos y Fake News
por los grupos de whatsapp en los que participas.
Notarás que es gente con un fin particular, muchas veces político,
y nunca se disculpan por las
barbaridades
que repetidamente
comparten.
5.-
Si
reenvían un texto largo que parece el reporte de algún funcionario
o ente gubernamental en el que se den “detalles puntuales” sobre
algún hecho, duda inmediatamente de lo que allí aparezca. Esos
formatos pueden ser editados fácilmente y es casi seguro que el
origen del mismo sea algún malintencionado
que busca perjudicar con
mentiras antes que ayudar con verdades.
Leerlos
es perder el
tiempo.
A
todos nos pasa que revisamos alguno de los grupos en los que estamos
metidos y salimos cansados luego de leer tantas barbaridades.
Exponernos
a tantos contenidos basura causa fatiga sicológica.
El
Covid-19 nos muestra que puede ser combatido a través del
aislamiento social porque se corta la cadena de contagios. Tú
eres dueño de tus pensamientos, decides qué entra en tu mente.
Aisla las malas ideas e informaciones que
desinforman.
¡Alerta
siempre! No dejes contagiar tu optimismo y alegría con malas vibras
por WhatsApp.
Así es tal cuál. Además de las sugerencias para evitar caer en noticias falsas debe existir en nosotros un centro de gravedad interno que no dependa de las circunstancias externas y hacernos dueños de nuestra propia realidad creandola día a día
ResponderEliminarLa verdad no nos la regalan, hay que buscarla, investigarla. Ese es el común denominador, allí está nuestro "centro de gravedad"
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