Energías alternativas y socialismo ¿están reñidos? |
Cuando
uno va por la Avenida Boyacá en Caracas y agarra la salida rumbo a
San Bernardino que cae justo en el Hospital de Clínicas Caracas, esa
avenida parece una escena de una película de terror porque la
iluminación brilla por su ausencia. Lo más irónico es que al
terminar la avenida está la sede nacional de Corpoelec. Esto mismo
se repite incansablemente en muchas partes del país, oscuridad
total, ausencia de luminarias y las sombras dominan el entorno
público durante las noches.
Creo que
los problemas con la electricidad vienen sucediendo desde hace 6 años
o más, o se han ido incrementando con el pasar del tiempo. Una y
otra vez recortes, fallas, planes de “ahorro energético”, etc.
Son manifestaciones cíclicas que muestran lo ineptos que somos en
planificación estratégica situacional. Curiosamente, se anuncian
una y otra vez inversiones mil millonarias en la adquisición de
plantas de generación eléctrica pero nunca nos damos abasto. Jamás
ningún gerente del área responsable nos ha presentado un proyecto
factible que enuncie “en el año equis, Venezuela contará con una
cobertura plena de sus necesidades de energía eléctrica”.
Lo peor
es que ostentamos ser “ecosocialistas” pero lo que hay como arroz
picado son plantas de generación termoeléctrica, que contaminan el
ambiente; 35% de la electricidad que genera CORPOELEC es por este método. ¿Qué pasa con las energías alternativas como la eólica,
solar, undimotriz o mareomotriz que es la proveniente de las olas,
geotérmica? ¿No podemos tener 15 parques eólicos como el de
Paraguaná? Obviamente, como es más fácil comprar una planta
termoeléctrica a alguna trasnacional por un montón de billetes
verdes, a los cuales se les saca comisión, esta forma de acción
está de primera en las prioridades para paliar la creciente demanda
de electricidad. Por consiguiente, ¿energías alternativas? ¡Bien,
gracias!
¿Costará
mucho que los ministerios responsables hagan una Feria Nacional de
Energías Alternativas? Con la participación de estudiantes
universitarios y centros de investigación del país que con
creatividad e innovación nacional muestren proyectos vinculados al
área, se puede avanzar notablemente en solventar esta problemática.
Se pueden ofrecer premios en metálico y de financiamiento
gubernamental para materializar y masificar los proyectos ganadores.
Así se involucra a la juventud, que también es Poder Popular, en la
búsqueda de soluciones y nos hacemos soberanos tecnológicamente.
Si en
vez de regalar dólares en cupos viajeros, ensamblar celulares como
locos y botar la plata en las empresas de Guyana se hubiesen
desarrollado paneles solares para colocar en los techos de todas las
instituciones gubernamentales, de seguro estaríamos relajados con lo
de la electricidad. Pero bueno, acá parece se afianza un socialismo
del derroche irresponsable y cortoplacista. ¿Y el quinto gran
objetivo histórico del
Plan de la Patria, Contribuir
con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la
especie humana?