lunes, 20 de abril de 2020

El Presidente del miedo

ADVERTENCIA

Desde enero de 2020 hasta la fecha todos nos hemos visto inmersos en la vorágine desatada por el COVID-19. Es como estar en un espiral hídrico luego de que bajan la palanquita del agua para desechar lo que no sirve, vamos girando sin poder agarrarnos de algo que nos dé estabilidad y tampoco vemos con claridad el entorno porque todo da vueltas y la incertidumbre reina. Peor aún, los países más "desarrollados" de todo el mundo encabezan el podio de la muerte por las víctimas que en sus territorios sucumben ante la pandemia.

Pero hay algo que no cuadra en todo
este drama: EE.UU, la "primera super potencia" del Mundo, lleva medalla de oro en muertos por el virus y nadie le arrebatará ese lugar. Tanto es así que ha recibido ayuda humanitaria de otros países, Rusia y China, para paliar su caos sanitario doméstico pero ¿Cómo se entiende ésto?

A
éstas alturas debemos creer que el país que supuestamente llegó a la Luna y busca privatizarla, el que invade cualquier territorio del mundo cuando le viene en gana, los que tienen espías y agentes encubiertos regados por doquier, los maestros del marketing y el comercio global, la nación que nos ha salvado de los extraterrestres, la bandera con rayas y estrellas que forzó el suicidio de Hitler, los que asesinaron a un gentío en Hiroshima y Nagasaki con el chasquido del Thanos nuclear, el gobierno que defeca sobre las decisiones de la ONU, los maestros de la producción audiovisual con el cine hollywoodense, el país de Rocky Balboa y Michael Jordan, la administración gubernamental que cuenta con la mayor Big Data proporcionada por Google junto a la sumatoria Facebook, Instagram y WhatsApp (que son la misma cosa), los expertos haciendo drones que espían y matan.


El país de las Hummers, los excesos y el derroche, de Las Vegas, de los portaaviones nucleares y aviones invisibles, el territorio desde donde operan Los Avengers, el hogar de la mansión Playboy y las Kardashians. La nación del patriotismo americano (no del continente sino del país "América") y donde queda tanto el Instituto de Tecnología de Massachusetts como Disneyland, los reyes de la soberbia y arrogancia internacional, fabricantes de armas usadas tanto para matar a niños de todo el mundo como a infantes incautos en sus propias escuelas.

Los ciudadanos más orgullosos
de todo el planeta gobernados por políticos empresarios que enriquecen sus empresas a través de la política; el país de Michael Jackson y de Elvis Presley, de Muhammad Alí y el androide acuático Michael Phelps, lugar donde se juega una Serie Mundial de Baseball y no participa ningún otro país del mundo, indiscutiblemente los líderes tanto en consumo planetario de drogas como en la lucha contra el narcotráfico, los que fabrican en serie avioncitos F-22 Raptor así como soldados hispanos con Trastorno de estrés postraumático luego de cometer atrocidades en las guerras, también los creadores de la Guerra de las Galaxias, de Iron Man y de Batman ambos con el superpoder esencia del sistema estadounidense: tener mucho capital, ser multimillonarios.


E
ste país es el que siempre gana las guerras, los que hacen lo que les viene en gana. Entrenaron a Jason Bourne y nos hicieron reír con Seinfield y la Teoría del Big Bang mientras Estephen Hawking, que era británico, se fajaba con la misma teoría pero desde el ámbito astrofísico. El hogar del Nostradamus del Siglo XXI con profecías animadas vía Los Simpsons, el país de las libertades inusitadas donde tener un Presidente negro fue un logro excepcional muy reciente, casa del Ku Klux Klan, sede del cuartel central de Mc Donald's con sus menús de comida neoliberal para todos y desde donde se reparten a diestra y siniestra papelitos sin valor real con la cara de un tal Benjamín Franklin. A fin de cuentas el "mejor" y más arrecho país del mundo ¿No?

Pues bien, resulta que a comienzos del 2020 el
empresario Presidente de Estados Unidos, el país más publicitado del mundo, aduló a China en reiteradas oportunidades por el correcto manejo de la enfermedad, pero semanas después cambia el discurso diciendo que hay muchos muertos en su país gracias a que el gigante asiático le "ocultó información" sobre el Coronavirus. Más adelante, como niño en pleno berrinche, Donald Trump señala de irresponsable a la Organización Mundial de la Salud a la vez que le deja de mandar dinero, autoexcluyéndose de la misma como si pertenecer a ella fuese un asunto personal.
 
EE.UU. culpa a China

El magnate "confiesa", entre líneas y ante el mundo, que no cuenta con información fiable y oportuna que le permita tomar decisiones acertadas para evitar que mueran estadounidenses. Es decir, debemos creer que nadie de la CIA le pasó un reporte o Memo con el Asunto: Sr. Presidente Alerta con el COVID-19. Es más, nadie de su equipo de gobierno le pasó un WhatsApp diciéndole "coño jefe, avíspese con lo de la pandemia que la cosa se ve ruda".

Pero bueno, luego del show mediático de la ingenuidad presidencial que busca la autovictimización, surgen dos vertientes en la opinión pública estadounidense con proyección mundial: 1) Trump y su equipo son ineptos e incompetentes 2) China junto a la OMS son malvados, son el enemigo y estamos sufriendo las consecuencias de un ataque.

¿Ustedes de verdad creen que tanto Trump como los líderes de los países "desarrollados" con más fallecidos han gerenciado mal la pandemia por desconocimiento o por encontrase de manos atadas? O la tesis que los consorcios mediáticos gringos difunden a rabiar ¿Creen que China es culpable de cada muerto porque todo forma parte de un macabro plan gestado en el país asiático? Si ellos no salvan las vidas de sus votantes es simplemente porque eso no está en sus planes.

Grandes catástrofes que se pudieron evitar, han sido la antesala de grandes decisiones: Pearl Harbor fue la antesala de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, el 11 de septiembre en el WTC desembocó en una Guerra contra el terror en todo el mundo. Ambas circunstancias significaron el sacrificio de estadounidenses para viabilizar proyectos de dominación y control global.


Trump es la máscara momentánea, la fachada circunstancial de un sistema y andamiaje neoliberal que acciona con libertad dictatorial en gran parte del globo. Los muertos de ayer, los muertos de hoy y los miles que faltan son y serán la palanca para masificar el miedo mundial, condicionando inicialmente a los ciudadanos de los países piloto que verán nacer y aplicar en sus habitantes la más avanzada forma de control social creada por el hombre.

C
omo bien lo afirmó el filósofo Zygmunt Bauman, la soberanía del mercado busca imponerse incansablemente atropellando vidas humanas. Hoy estamos siendo testigos de la mayor operación sicológica de mercadeo global para vendernos el futuro inmediato y hacer "viable" el nuevo orden mundial post Covid-19. En el tablero mundial hay otros jugadores, veremos sus reacciones en esta histórica y trascendental partida. El juego sigue.

Continuará...

domingo, 19 de abril de 2020

“¡WhatsApp me contagió!”

El WhatsApp puede contagiarte
Abres los ojos tempranito en la mañana y lo primero que haces es agarrar el celular para apagar la alarma que has pospuesto como por quinta vez. En medio de la somnolencia, revisas la hora y notas que el ícono de la aplicación verde tiene 42 notificaciones de mensajes nuevos. Un globito rojo con un número 42 en su interior debería ser alguna especie de advertencia, algo que te diga “ni se te ocurra ver lo que hay acá adentro”, pero su efecto es más bien tentador y sucumbes a la curiosidad.

 
El ícono más tentador del celular
Usas el dedo y te metes en el armario de las circunstancias. Cada remitente expresa una circunstancia ante la cual debes asumir alguna postura y dar respuesta. Me refiero a tus contactos que son familiares, amigos, compañeros de trabajo, conocidos, etc. Todo eso está bien porque la gente necesita comunicarse. Pero ocurre que en la cajita de Pandora verde, hay gavetas tóxicas que muy poco colaboran con tu sanidad mental: los grupos de whatsapp.

Hay muchos tipos de grupos, creados para que exista un espacio común en el que los participantes tienen un interés común. En cada gaveta virtual todos se escriben y se leen, todos pueden influenciarse mutuamente. El detalle está en que los seres humanos somos seres humanos y sus pasiones, indiscreciones e irresponsabilidades son vertidas muchas veces con orgullo y otras con inusitada inocencia o irresponsabilidad en ese espacio.

Cada mensaje que se difunde lleva consigo una connotación y un propósito. La información orientada con un sentido sirve para desatar una reacción en cadena de otras circunstancias que serán también información. Cada vez que lees algo, por más que no lo quieras, ese algo condiciona tu cotidianidad. Vemos entonces que los grupos de WhatsApp (groupware puedes decirle para que suenes más cacheros@ y en el caso que hables de grupos de trabajo) son el caldo de cultivo ideal para difundir rumores, falsas informaciones, cadenas envenenadas y virus noticiosos que impactan en la mente de los inocentes lectores que confían en las cosas que mandan los “amigos”.

Luego que te “actualizaste” con una buena dosis matutina de información contagiosa, los síntomas se manifiestan durante el día: zozobra, amargura, pesimismo, inquietud, rabia, dolor de cabeza, desesperanza, incertidumbre, odio, pensamientos catastróficos, agresividad, depresión e infinidad de repercusiones emocionales. Día a día te expones al contagio y sufres las consecuencias, por lo que es sabio desarrollar anticuerpos que te permitan identificar todo lo que viene con carga viral pero disfrazado de buena voluntad o “dato de última hora”.

Como éste no es un “Manual para aprender a Leer entre líneas en WhatsApp, te doy 5 pequeñas recomendaciones que servirán como píldoras de vitamina C que pondrán tu sistema inmunológico a valer. Toma nota:

1.- Cada información/noticia que recibes y no tiene fecha, autor, fuente, lugar o vínculo web donde verificarla es muy seguro sea algo falso. No debes ni molestarte en leerla. Descártala.

2.- Esos audios reenviados que empiezan con “éste es un mensaje para todos mis familiares...” descártalos inmediatamente. No hay forma de verificar la veracidad de nada de lo que diga ese “benevolente familiar” que difunde el audio. Nunca dicen su nombre, qué hacen, dónde trabajan, cómo se les ubica, etc.

Muchos leemos cosas en WhatsApp que causan angustia

3.- Imágenes de mala calidad que parecen capturas de sitios web o redes sociales, revísalas con detalle y verifica si existe forma de corroborar la fuente. Normalmente son montajes elaborados como propaganda para amargarte la existencia o hacerte creer cosas que no son, lo que desemboca más tarde en desilusión.

4.- Identifica quién o quiénes son los más irresponsables mandando contenidos falsos y Fake News por los grupos de whatsapp en los que participas. Notarás que es gente con un fin particular, muchas veces político, y nunca se disculpan por las barbaridades que repetidamente comparten.

5.- Si reenvían un texto largo que parece el reporte de algún funcionario o ente gubernamental en el que se den “detalles puntuales” sobre algún hecho, duda inmediatamente de lo que allí aparezca. Esos formatos pueden ser editados fácilmente y es casi seguro que el origen del mismo sea algún malintencionado que busca perjudicar con mentiras antes que ayudar con verdades. Leerlos es perder el tiempo.


A todos nos pasa que revisamos alguno de los grupos en los que estamos metidos y salimos cansados luego de leer tantas barbaridades. Exponernos a tantos contenidos basura causa fatiga sicológica.

El Covid-19 nos muestra que puede ser combatido a través del aislamiento social porque se corta la cadena de contagios. Tú eres dueño de tus pensamientos, decides qué entra en tu mente. Aisla las malas ideas e informaciones que desinforman. ¡Alerta siempre! No dejes contagiar tu optimismo y alegría con malas vibras por WhatsApp.

martes, 14 de abril de 2020

¡Prendió el bombillo de la gasolina!

A nadie le gusta ver el tanque vacío

Como la pegajosa canción del reguetonero Daddy Yanky, la mayoría del pueblo venezolano en éste momento grita "¡Dame más gasolina!" ante la medida de restringir el suministro de combustible a particulares en el marco de la cuarentena para combatir el COVID-19. Mucho antes de la pandemia, en gran parte de las entidades del país, veíamos a diario colas kilométricas en las estaciones de combustible. Ahora el síntoma se extiende también a la capital y se ve muy comprometida la normal cotidianidad del centro del Poder.

Mientras tanto, sale el Gobernador Lacava en sus redes sociales con tres delincuentes revendedores de gasolina que usaban una ambulancia para sus fechorías. Los esposados son el ejemplo audiovisual del accionar contra la corrupción y muchos nos preguntamos si no hay más autoridades regionales chavistas en el país que copien el método o es que ésto sólo sucede en Carabobo. El Gobernador, muy molesto, advierte que se llevará presos a funcionarios corruptos y corruptores.

Luego, VTV informa que
descubren en Los Naranjos, estado Miranda, una bomba de gasolina clandestina. Los hidrocarburos son material estratégico y su manejo más la comercialización “son” únicamente potestad del Estado. Creo que muchos queremos ver esposados también al dueño de la estación de servicio VIP, junto al proveedor del preciado líquido.

Gobernador Lacava mostrando a los apresados
Desde hace años la mayoría sabe que el bloqueo neandertal promovido por la administración estadounidense contra Venezuela impide comprar aditivos y afines, necesarios para elaborar gasolina. Sería bueno no postergar más la decisión de desarrollar en el país, con tecnología propia desde PDVSA y asesorados por los chinos, rusos e iraníes amigos, la fabricación de esos aditivos. Eso ayudaría a suplir el mercado interno y reforzar la soberanía. ¿Qué estamos esperando?
Al trancarse el serrucho del combustible lo primero que acusa recibo es el precio de los alimentos. Las cadenas de distribución, camioneros y transportistas, deben hacer maromas que cuestan dinero, para ubicar combustible que les permita movilizarse. Ésto más el dólar leudante, crea un ambiente tóxico que enferma al bolsillo del venezolano. Todo ya estaba caro, ahora está incomprable.

Llenar combustible se ha vuelto una pesadilla
¿Energías alternas? En el país del petróleo parece que eso no es prioridad. Los vehículos y motos eléctricas, la energía eólica y los paneles solares son temas clave que deben desarrollarse pero se obvian. Así como se rescató PDVSA en el 2002-2003, hoy 17 años después puede haber una convocatoria nacional para impulsar éstos proyectos, hasta un referéndum puede hacerse y consultarle a la nación. Los venezolanos tenemos la voluntad y capacidad necesaria para ello. Avanzar hacia el futuro debe ser la consigna. Apaguemos nosotros mismos el bombillo de la gasolina.

lunes, 13 de abril de 2020

La culpa NO es de la Vaca

¿Alguien lo duda?
Como era de esperarse, la negación es la reacción más natural del ser humano y también de aquellos gobiernos que en vez de reconocer errores, buscan distraer y confundir para que sus gobernados no los juzguen por sus malas decisiones en torno al Covid-19.

Ya muchos líderes están como aquella canción venezolana titulada La Pulga y el Piojo: "ya no es por el virus que ya lo tenemos, ahora es el culpable ¿Dónde lo hallaremos?" Señalando a diestra y siniestra para demonizar al otro, sea quien sea, y así eximirse de la culpa.
 
Por ejemplo, el empresario presidente Trump, es responsable por los miles de estadounidenses fallecidos (rompiendo récord en todo el mundo) a raíz del desastre de su gestión en salud. Señaló a China y luego a la OMS en vez de reconocer su miope liderazgo en torno a la problemática viral. Busca así que tanto la opinión pública como la "oposición demócrata" no lo haga blanco de las críticas ni a él ni al sistema neoliberal reinante en el país, sino que en medio de la confusión y caos sea considerado una víctima más de "un plan macabro" ideado por el "enemigo".

Guaidó, el político maniquí
Ahora bien, otro gallo canta en Venezuela respecto al accionar del fragmento acéfalo de la oposición cuya necia postura, ante la gestión acertada del Presidente Maduro sobre el Covid-19, no es otra sino desvirtuar además de confundir respecto a lo logrado hasta hoy. El objetivo es generar la duda y socavar la credibilidad. El político maniquí, Guaidó, sigue su rumbo errático teledirigido por sus dueños con un gobierno de Twitter, dando audiencias en el Despacho de su celular. Hoy más que nunca lo inútil de su figura queda al descubierto, a diferencia del Primer Mandatario Nacional cuyos hombros pese a las dificultades y fallas, sostienen hoy la vida de más de 30 millones de venezolanos.

A éstas alturas de la pandemia debemos recordar que
cada vez que señalas a otro, hay tres dedos que te señalan a tí mismo, valga la redundancia. Ésta regla de vida aplica también para líderes y gobiernos. Cada quien que asuma su barranco y actúe en consecuencia.

martes, 7 de abril de 2020

Notas Virales

¿Nosotros somos el Virus?

- Si el planeta Tierra fuese a terapia, un psicoanalista al evaluarlo diría que padece de Neoliberalismo, egoísmo y autodestructividad (parece redundante) ocasionado todo ésto por los seres humanos. En su diagnóstico diría que el COVID-19 es la forma en que se están somatizando esos padecimientos psíquicos ¿no creen?

- Gerenciar el virus como líder político pasa por tomar decisiones a tiempo que busquen garantizar derechos: a la salud y a la vida. El postergar medidas clave a veces implica un costo demasiado alto e implica indolencia e incompetencia para afrontar los retos que se presentan. Hoy vemos a muchas de las naciones más “poderosas” del mundo colapsar a nivel sanitario, con muertos por doquier, consecuencia de acciones erróneas fundamentadas en los intereses de los grupos económicos que influyen la esfera política.


- El capitalismo estadounidense no tiene piedad: si careces de dinero para pagar el tratamiento, te mueres por el COVID-19. Si no tienes seguro, la factura por el tratamiento ronda los $ 70.000 (setenta mil dólares americanos).

- Muchos defienden a la empresa privada contra el Estado, pero
en tiempos de pandemia no vemos aún a nadie pidiendo que el Estado ceda su rol a alguna empresa privada. Todo es cuestión de intereses y de la búsqueda de la ganancia.

-
EEUU revela ser un país débil a la hora de controlar la crisis sanitaria a nivel interno generada por la propagación del COVID-19. El nivel de desorganización en la compra, despacho y suministro de insumos para atender la pandemia en los estados de la “unión” evidencia la carencia total de unidad de criterio y liderazgo colectivo para sobrellevar la crisis. Aún peor es ver a nivel internacional la utilización de métodos mafiosos y de piratería por parte de países que confiscan equipos e insumos médicos arbitrariamente, sin importar acuerdos comerciales, tratados ni mucho menos alianzas entre naciones. El capitalismo salvaje se impone.

-
El mercado, el "libre mercado" como algunos le dicen, muestra su incompetencia ante el desafío de la pandemia mundial. La dinámica económica global es suicida y nos automatamos poco a poco porque no responde al interés de la mayoría. El "libre" mercado capitalista no es la respuesta, no es el avance, no es evolución ni desarrollo. Los Gobiernos que prontamente asumieron con un enfoque social y colectivo la eventualidad sanitaria han respondido mejor ante la amenaza de la pandemia.

Cifras actualizadas COVID-19 Click Acá
- En términos bélicos se proyecta que el COVID-19 cobrará más vidas de estadounidenses que las guerras de Korea, Vietnam, Irak y Afganistan juntas.

- La situación de encierro global, en cuarentena, da pie para detener la vorágine del día a día y
reflexionar sobre nuestro papel en este mundo, de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos ¿Momento ideal para elevar la consciencia planetaria?

- En películas de guerra estadounidenses los militares siempre dicen "no one is left behind" lo que significa que nadie será dejado atrás. Hoy con la pandemia azotando el imperio del norte, Trump calcula que entre 100 a 200 mil estadounidenses morirán o serán "dejados atrás".

- La cuarentena implica administrar con cautela y austeridad lo que tenemos en casa. Aquellos que tienen muy poco o nada ven el reto mucho más difícil en comparación con quienes
sí tienen. ¿Estar en cuarentena se convierte en un lujo?

- Lo importante para algunos organismos multilaterales y líderes latinoamericanos parece ser inmiscuirse en asuntos externos antes que atender la adversidad doméstica real. Tal es el caso de
la OEA, o lo que vemos en Ecuador, Brasil, Chile, Perú y Colombia muestra una gerencia política incapaz y negligente ante la pandemia que cobra la vida de su desatendida ciudadanía.

- El
sistema político estadounidense se ve comprometido gracias a la ineptitud de su liderazgo político que vive en carne propia una avalancha mediática de desaprobación que reduce la moral de la nación y socava el respaldo público a sus autoridades elegidas. Creadores de opinión, líderes de todos los ámbitos, actores y deportistas hacen leña de un Trump cuya fecha de caducidad es inminente al menos que logre torcer los señalamientos y trasladar la culpa a "otros".