lunes, 24 de octubre de 2016

Comunicar para persuadir

¿Persuasión al extremo?

Lejos quedó aquella premisa de comunicar veraz y oportunamente para informar y dar a conocer al pueblo todo lo bueno que ocurre en revolución. A nivel de comunicación política, la ingenuidad y buenas intenciones de un aparato comunicacional “equilibrado” han dado pie para que el discurso opositor se haya posicionado en la mente del venezolano. Hoy en día, más gente en Venezuela le cree a la oposición antes que al chavismo.

Se tiene poder de fuego comunicacional pero no influencia. Se puede comunicar mucho, pero el mensaje no cala. La neuropolítica hace de las suyas y, en resumen, la gente se limita a pensar lo que siente. Como muchísimos se sienten mal porque ven afectadas e insatisfechas sus necesidades básicas en la cotidianidad, pues el balance general es contrario a la percepción de la realidad que se intenta imponer comunicacionalmente desde el Gobierno Bolivariano.

Nos preguntamos si el problema es el cómo se comunica o el qué se comunica. Pues bien, es evidente que dentro de tanto desacierto, no por falta de iniciativas sino por los resultados observados, aún el asunto escapa de nuestras manos. Muchos aspectos confluyen, pero es obligatoria una mezcla balanceada de estética, semiótica, creatividad e innovación. ¿Puede haber propaganda en el techo o el piso de un vagón del Metro? ¿Es efectivo un quinteto en pantalla, que piensan igual, colegas de trabajo, diciendo lo mismo? ¿Marcamos la pauta o nos marcan la pauta?

Lo importante no es lo que pasa, sino lo que la gente cree que pasa. La razón lleva a conclusiones, mientras que la emoción lleva a la acción. En revolución, comunicar debe apuntar a ganar voluntades, fortalecer lealtades y establecer compromisos duraderos. El mensaje debe estimular a la acción, debe incidir en la conducta pasiva transformándola en defensa activa del bolivarianismo. Lo curioso es que el público meta no es únicamente el pueblo en la calle sino el aparato de gobierno, las mismas instituciones.

Comunicar a lo externo es importante, pero comunicar a lo interno nos fortalecerá para alcanzar los objetivos de gestión más inmediatos. La comunicación va de la mano con la gestión, no se puede comunicar lo que no se hace. De la misma manera, no se puede hacer lo que se ignora. Los contenidos tienen el reto de convencer y comprometer a los de afuera y a los de adentro. Comunicar para persuadir es la premisa.

martes, 4 de octubre de 2016

No, porque Sí

¿Victoria de la irracionalidad?

La humanidad pareciera ir retrocediendo a pasos agigantados gracias a una cotidianidad caótica donde lo inverosímil se materializa con excesiva normalidad. La lógica es arrasada por los impulsos primitivos que responden a variables ligadas a nuestro “ser emocional” antes que a nuestro “ser racional”. Conductas volátiles son configuradas por una sociedad de consumo donde la supremacía del orden desordenado que vivimos, es reafirmado por una vorágine mediática que poco hace para que nuestra civilización sea cada vez más pensante.

El miedo, impulsado por mensajes de toda índole provenientes de los medios de producción de ideas, rige la vida de muchos. Cuando un individuo es dominado por el miedo, puede tomar una decisión irracional por la presión que le genera el considerar se materialice aquello que se asume como amenaza. En sí, nuestra sociedad actual convive con amenazas de todo tipo, los individuos perciben que son acechados desde todos los flancos y actúan en consecuencia a pesar que el miedo sea infundado en la mayoría de los casos.

En Colombia, la población fue consultada para conocer su parecer con respecto al conflicto armado que se vive en ese país desde hace más de 52 años. La posibilidad de abrir la puerta franca al cese de hostilidades se resumía en la pregunta "¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?". Cualquier persona sensata, en cualquier parte del mundo, diría que la gran mayoría respondería automáticamente de forma afirmativa y sin pensarlo, pero los hechos comprobaron lo opuesto.

La sociedad mundial hoy está domesticada para que disfrute de la sangre, de los conflictos, de la guerra, de la muerte e irracionalidad. Las matanzas y genocidios se repiten una y otra vez, mientras la “humanidad” es testigo de la tragedia pero se mantiene inerte, la ceguera moral nos domina. La paz es una amenaza, mientras la guerra es un mal necesario.

Vivimos en un planeta donde a nadie se le consulta para hacer guerras, para bombardear países, para asesinar al prójimo. Somos una “civilización” en la era de la información donde la propaganda fluye e inunda con miedos la conciencia de muchos. Los gobiernos no consultan para matar, pero sí consultan para concretar la paz ¿hacia dónde vamos?

sábado, 27 de agosto de 2016

El grillete va en la boca

No hay harina para pan, pero sí hay cachitos, tortas, etc

El grillete es un dispositivo diseñado para colocarse en el pie de un presidiario o, en todo caso, para que un esclavo lo lleve junto a una cadena que le impide su libertad. A pesar que nuestro país ostenta la independencia política desde hace más de dos siglos, muy poco se ha avanzado en cuanto a la independencia económica y la viva muestra de ello es la condición de esclavitud nutricional que sufre nuestro pueblo.

En Venezuela no se produce trigo porque no se puede sembrar debido a las condiciones climatológicas. El trigo crece en climas templados, pero a pesar de ello en nuestra cultura alimenticia predomina la ingesta de comida derivada de este rubro: pan, pasta, tortas, galletas, cachitos, etc. Nos han alimentado como al perro de Pavlov y ahora, apenas escuchamos la palabra “pan”, empezamos a salivar para comer algo que no comulga con el interés general de la nación.

Desde hace décadas, más aún con la entrada de extranjeros provenientes de europa en la primera mitad del siglo XX, se instaló en nuestra patria la costumbre de consumir derivados del trigo. El trigo hay que importarlo con dólares, y la actitud complaciente del Estado burgués siempre ha privilegiado el otorgamiento de millones de dólares baratos para la obtención de este rubro en el mercado internacional. Esto beneficia al sector molinero que, estando en manos privadas, hace y deshace lo que más le conviene. 

El chantaje es la premisa de un sector dominado por extranjeros burgueses que satisfacen sus intereses empresariales en nuestro suelo. “Si no me das trigo, no produzco pan, pasta y afines y el pueblo se arrecha por tu culpa” es el argumento de trasfondo cuando oímos a cualquier representante del sector. El discurso se repite incansablemente y notamos que, a pesar que estamos abarrotados de trigo importado con dólares baratos, no hay pasta o es carísima además de ver colas interminables en panaderías que trabajan a media máquina sin justificación alguna. 

La pasta puede hacerse de maíz, de quinoa, de yuca, de frijol o de lenteja. El pan puede hacerse de maíz y de yuca. Estos rubros se producen en Venezuela pero no le interesan a las mafias del pan y de las pastas porque el negocio está en la importación del trigo desde Canadá y Estados Unidos, el negocio está en los dólares. No es casual que los principales molinos en nuestro país hoy, sean los mismos investigados durante la estafa de RECADI de finales de los 80. Seguimos siendo esclavos, pero el grillete ahora va en la boca.

Importación de Trigo en Venezuela - Millones de $
 
Procedencia de importaciones de Trigo en Latinoamérica




domingo, 21 de agosto de 2016

Triturar valores

¿Valores a la basura?

La Guerra No Convencional busca destruir a través de la desmoralización al enemigo, persigue golpear el ímpetu defensivo del contrincante sin acciones violentas formales, pero sobre todo apunta a pervertir el orden social existente en el país objetivo para que así sea viable el cambio de autoridades que “reponga el orden y la normalidad”.

Todo está vinculado con las percepciones que las masas tienen sobre la circunstancia adversa que viven. Más aún, dicha circunstancia crítica da pie para que el marco de referencia conductual de cada individuo se desdibuje, privilegiando el bienestar personal por encima del colectivo. La política y lo público caen en el olvido y parece que alguien gritara cada segundo “¡sálvese quien pueda!”

A través de diferentes tácticas se bombardea la siquis pero sobre todo la guerra económica impacta en la zona de confort de los habitantes de nuestro territorio. En nuestra sociedad de consumo, donde el consumo se ha convertido en un fin en si mismo, se entorpece el eje de la cotidianidad al afectar la dinámica que caracteriza la compra de alimentos y artículos de consumo masivo. No existe certidumbre y lo más básico para la existencia no está garantizado, bien sea real o perceptivamente.

De esta manera se pervierte la sociedad porque cada quien persigue un propósito particular antes que colectivo para garantizar la subsistencia propia. Las normas y leyes son pisoteadas con “justificación”. Las excusas y argumentos que dan validez a conductas amorales predominan en el ambiente. Muchos se dejan llevar por la corrupción, la deshonestidad, el pillaje, la viveza criolla y adoptan en su cotidianidad maneras de actuar propias de la élite económica que a través del malandraje, saqueo y la explotación han tenido sumida en el atraso a nuestra Venezuela durante décadas.


El ser civilizados, ser un pueblo consciente y formar una ciudadanía ejemplar se convierte quizá en anhelo de unos pocos. Los valores y principios son triturados por la dureza de los acontecimientos, en una sociedad sin socios. Se olvida el bien común y cada quien recuerda todos sus derechos, mientras los deberes caen víctima de la amnesia selectiva de gran parte de la masa. Sin embargo, muchos otro resisten el embate de la adversidad y se mantienen firmes en sus valores, sus principios y se aferran a la ética. ¿En cuál lado queremos estar?

jueves, 14 de julio de 2016

¿Revocatorio por 24?

¿Gobernabilidad?

Las guerras se ganan con base en el engaño, y no hay mayor engaño que aquello que permite distraer al enemigo mientras se le da el zarpazo que lo llevará a la derrota. En la política venezolana, el conflicto no es armado pero sí presenta flancos de ataque, tácticas y sobre todo fuerzas contendientes que luchan por el poder: chavismo y oposición.

El Gobierno Bolivariano es víctima de un asedio en 360° o de amplio espectro, que lo hace enfocar sus energías en repeler todos aquellos fenómenos que confluyen para desplazarlo del poder en la figura del Ejecutivo Nacional. La oposición obtuvo una victoria contundente el pasado 6 de diciembre que, a nivel pragmático, no ha significado mucho dado su limitado accionar conspirativo desde el poder Legislativo por la articulación institucional de los otros poderes en particular el Judicial.

Sin embargo, las circunstancias que le dieron la victoria a la derecha hace poco más de seis meses siguen estando latentes y se han ido agravando. La guerra económica aún luce sus fenómenos más representativos: especulación desmedida, desabastecimiento y colas. No se evidencia en la calle una mejora del panorama y el pueblo venezolano sigue sufriendo las consecuencias adversas de una dinámica comercial intoxicada por factores internos y externos.

Hoy en la palestra tenemos también el tema del referendo revocatorio, táctica política que la derecha usa para mantener el acecho contra el presidente de la República, Nicolás Maduro. Esta acción distraccionista, luce como un banderín que ondea vigorosamente advirtiendo la mayor amenaza contra el proceso revolucionario iniciado por el Comandante Hugo Chávez, pero debemos recordar bien que muchas veces las cosas no son lo que aparentan.

Para diciembre de este año 2016 están pautadas las elecciones regionales, evento que abre la posibilidad real de que las fuerzas de derecha amplíen su radio de acción desde instancias de poder político gubernamental. Los estudios de opinión afirman que si el chavismo va a una elección hoy, perdería contundentemente repitiéndose algo muy similar a lo del pasado diciembre. ¿Acaso el chavismo se ha planteado el escenario de perder el poder político en la mayoría de gobernaciones en el próximo proceso electoral? ¿Habría gobernabilidad desde el Ejecutivo con la mayoría de regiones en contra? ¿No sería la derrota mayoritaria en los estados del país una especie de revocatorio multiplicado por 24?

miércoles, 13 de julio de 2016

No es guarimba, es saqueo

¿Hambre de licor?

Seguimos padeciendo una Guerra No Convencional que cambia de tácticas pero con el mismo fin: sacar al chavismo del Poder Ejecutivo para asaltar el erario público y saquear a sus anchas nuestra patria. Como parte de la táctica de guerra sicológica, en el año 2014 sufrimos varios meses de angustia virtual dado el trabajo sistematizado y profesional de los laboratorios encargados de la guerra comunicacional en las redes sociales para proyectar las guarimbas.

Hoy en el 2016, dos años después del fallido intento, se repite el mismo patrón comunicacional. Las informaciones fluyen irresponsablemente por las redes sociales, por medios electrónicos, por la prensa corrupta que persigue el mismo fin y muchas veces por periodistas tarifados e irresponsables que sienten afecto hacia la derecha. Ahora se pretende imponer que en Venezuela hay una situación de hambruna generalizada, lo que obviamente genera la percepción tanto adentro como afuera de “Estado fallido”.

Lo curioso de esto son los términos usados, la narrativa aplicada y la argumentación periodística que intenta darle solidez a la propaganda electrónica. Si hay una larga cola de compradores en las afueras de un establecimiento, la foto leyenda afirma “situación irregular en el supermercado x”. Si en la imagen se observa un desorden, inmediatamente el hecho se califica como “conato de saqueo en...”. Si ha habido algún tipo de violencia que se represente visualmente ya se pasa a describir diciendo “saqueo en el establecimiento tal”. Luego de las leyendas, viene inmediatamente el juicio tendencioso “el pueblo tiene hambre”.

En Caracas se movilizan numerosos motorizados llevando camarógrafos “independientes” que, con mucho tino y equipados con cámaras de alta resolución, siempre convergen con exactitud a la hora de generarse algún hecho susceptible de enmarcarse en esta narrativa del caos. Inmediatamente, vemos por Internet la excelente cobertura y materiales audiovisuales que se ponen a la disponibilidad de fuentes informativas de derecha que trabajan para la desestabilización. Una orquesta muy bien coordinada que con seguridad es financiada con mucho dinero.

En comunicación política lo importante no es lo que sucede, sino lo que la gente cree que sucede. ¿Hambruna, caos, saqueos masivos, población hambrienta, Estado fallido? Todo eso es fabricable a través de las redes sociales y para eso trabaja la derecha.

viernes, 8 de julio de 2016

Dallas balas

"Cacería de negros"

Un parque industrial belicista y armamentista, guiado por la codicia una élite que solo persigue el lucro y aumento de la ganancia a costa de la venta de artefactos que matan a seres humanos ha hecho de Estados Unidos un territorio muy parecido a un polvorín. Tiroteos masivos, masacres colectivas, asesinatos en serie son fenómenos característicos de una sociedad donde las armas fluyen libremente en todos los estratos sociales.

La ecuación muestra también una mediocracia cuyo eje discursivo impone la idea de estar viviendo en una selva de concreto donde se impone la ley del más fuerte. La violencia y la muerte se imponen mediáticamente, azuzando indirectamente a una población oprimida por el control social que la industria cultural de masas ejecuta de facto. Hay una población “controlada” pero también altamente armada.

Ahora bien, en un mundo donde el caos es regla es normal que en sociedades altamente racistas como la estadounidense surjan fenómenos que distan de lo proyectado por las élites que dominan la escena. Si a eso le sumamos altas dosis de injusticia social, pues estamos en presencia de una nación volátil. Los lazos que simulan mantener el orden en la interacción social se vuelven cada vez más frágiles. El país más “avanzado” tecnológicamente, es pragmáticamente el más atrasado en materia de derechos civiles.

De nada vale la apariencia de igualdad que brinda un presidente negro al frente de una potencia, si en el territorio que “gobierna” sus conciudadanos de color son cazados como animales por las fuerzas de seguridad. El país de la estatua de la Libertad nos muestra que tras bastidores son lo más parecido a una sociedad esclavista.

El hecho que francotiradores en Dallas hayan neutralizado a policías del Estado totalitario capitalista revela que el orden interno se desmorona. La autoridad ilegítima de una élite opresora y racista es cuestionada, es retada y es relevada de su cargo. La justicia surge de la mano del pueblo, quien toma las armas para darle el lugar que corresponde a los afroamericanos que han sido traicionados por un sistema que está al servicio de los ricos y de los blancos.

El sanduche

Pan rojo y pan azul

Los panes que conforman las partes externas del sanduche, fueron electos a través de los votos para que ocuparan esa posición en la composición del platillo. Los ingredientes de relleno, son aquellos que ejercen su derecho al sufragio para que, al elegir el tipo de pan, se puedan solventar muchas de las necesidades que viven diariamente.

Como era de esperarse, los dos panes se detestan a muerte y luchan constantemente para desplazar al otro del plato. Uno de los panes, que tiene un color bastante cálido, tiene más de una década formando parte del sanduche porque el relleno así lo ha querido en reiteradas oportunidades. A lo largo del tiempo, este pan carmesí se ha aferrado a su rol como muro de contención culinario que impide el relleno se desborde.

El otro pan, está hecho con ingredientes distintos. Luce más frío pero, a fin de cuentas, es un pan. Tiene muy poco tiempo formando parte del ensamblaje nutricional, pero con la particularidad que su propósito es totalmente distinto al de su pan adversario: busca por todos los medios disponibles sacar del juego al contrincante, inclusive sin importarle la destrucción total del plato.

El relleno, obviamente, está en el medio de los dos panes. Sufre el estrés de las ambiciones de los dos extremos quienes lo aprisionan para que, por simple física, se genere una repercusión que incomode al adversario. El relleno entonces pasa a ser, en vez del eje que le aporta el gusto especial al sanduche, el medio a través del cual ambas parcialidades ejecutan sus ataques.

El relleno es escudo y espada al mismo tiempo. Los panes desvirtúan su rol protector del relleno por lo que éste, al verse en medio de una pugna desmedida, se siente desvalido e indefenso. Poco a poco, día a día, el contenido del sanduche empieza a perder confianza en los otros integrantes del platillo porque le son extraños. Dado que nadie escucha y la rencilla prevalece, el relleno se observa cansado y obstinado por las actitudes tan intransigentes.

Lo peor de todo esto, es que los panes hacen caso omiso a las solicitudes y necesidades del relleno y continúan su terca marcha hacia un destino incierto. El contenido central del plato ya no siente compromiso con ninguno de los dos panes, no siente empatía y se cuestiona reiteradamente el continuar siendo cómplice de una situación que en nada le favorece. ¿Qué hacemos? ¿Nos comemos el sanduche?

martes, 10 de mayo de 2016

"La víctima soy yo"

Pobrecitos


Millones de bolívares y dólares pagados a canales foráneos para transmitir propaganda que humaniza la marca Polar es lo que sucede, pero el inocente televidente únicamente ve una publicidad que afianza la idea de que Venezuela es Polar y de que Polar es Venezuela. En una de ellas hasta usan a un bebé para que con ternura entendamos que el magnate de los alimentos es benevolente.

En la Autopista Regional del Centro, a la altura de Valencia, hay una valla de Polar donde vemos a una bella mujer de piel morena, con una bandeja llena de cocadas en la cabeza, sonriendo ante la cámara. La imagen está acompañada por el texto “Me le planto a la vida”. Los que pasan y ven esa obra maestra de propaganda intuirán que Polar y los vendedores ambulantes de productos en las autopistas defienden los mismos intereses, que son prácticamente lo mismo.

Las entradas de los centros de acopio y distribución de Polar en varios estados del país están cerradas, repletas de pancartas y avisos que anuncian lo maluco que es el gobierno que no deja “trabajar” a esta empresa. Es más, salen trabajadores desclasados a defender a su patrono, pidiendo dólares baratos a Cencoex para seguir produciendo lo que no se consigue desde hace meses en los anaqueles. Mientras tanto, el dueño de la empresa está en el listado de los más ricos de Forbes por su mil millonaria fortuna en dólares.

Vemos infinidad de camiones de Polar con gigantografías en vinil, herramienta publicitaria bastante costosa, con textos que afirman “este camión va vacío porque el gobierno decidió quitarle la materia prima a Polar. Pero sigue lleno de ganas y esfuerzo”. Una empresa que tiene más de 75 años haciendo fortuna, formando parte de un oligopolio, dominando el sector de alimentos del país durante décadas, no tiene materia prima propia. Se deduce que no son productores, sino simples empaquetadores y revendedores.

En internet hay cientos de fotografías de Lorenzo Mendoza en infinidad de situaciones y circunstancias, causa suspicacia que nadie en Venezuela lo haya visto comiéndose una arepa de su tan “valoradamarca. Mucho menos, vemos alguna imagen de él degustando su “sabroso, sano y venezolano” producto.

Productos sin regulación, como la margarina y la mayonesa, desaparecen del mercado por semanas sin explicación alguna. Si alguien le increpa a Mendoza su accionar subversivo y criminal, asegurará como siempre “la víctima soy yo”.

miércoles, 27 de abril de 2016

Preguntas con corriente

Guri: en la flecha azul debería estar el agua.

¿Por qué la mayoría de instituciones públicas tienen aires acondicionados centrales que no se pueden regular ni se pueden apagar según los espacios que estén en funcionamiento?

¿Por qué a plena luz del día vemos postes en la calle con la luz encendida?

¿Cuántas ferias universitarias ha promovido el Gobierno Bolivariano durante los últimos 5 años para el desarrollo de proyectos de energía limpia?

¿Cuántos proyectos ecosocialistas existen actualmente en ejecución para el uso de energías como: eólica, mareomotriz, solar, etc?

¿Dónde está el Plan de desarrollo de Energías limpias en Venezuela, para salir del atolladero que seguirá provocando anualmente el fenómeno de El Niño?

¿Por qué el gobierno invierte millones de dólares en la compra de electrodomésticos (aires acondicionados) para darlos masivamente a precios accesibles, pero descuida invertir en otras áreas diferentes a la sistemática adquisición de plantas termoeléctricas?

¿Por qué no hay un Motor Energético? ¿Con qué energía se activan las industrias si no hay electricidad?

¿Por qué no se le exige a los Centros Comerciales que cierren sus puertas en momentos de crisis energética pero sí lo hace el sector público? ¿Es más importante una institución gubernamental o un centro comercial?

¿Por qué no se financia masivamente la investigación y desarrollo de tecnología vinculada a energías limpias en el país?

¿Por qué se le han dado miles de millones de dólares a empresarios parásitos que saquean a Venezuela en vez de invertir ese dinero en plantas para la fabricación de paneles solares, turbinas de energía eólica, etc?

¿Por qué no se le presta atención a Fruto Vivas, arquitecto patriota que ha realizado innumerables propuestas arquitectónicas que apuntan al ahorro de energía?

¿Por qué las luces en instituciones públicas se encienden con un interruptor central, en vez de instalar interruptores en cada espacio para usar luz según se requiera?

¿Funcionan o no los parques eólicos: Paraguaná y el de la Guajira?

lunes, 25 de abril de 2016

Sociedad de Tiburones

Parece que todos somos depredadores ¿no?

En la autopista José Antonio Páez, un camión con el rotulado “Patrullaje Inteligente” anuncia una alcabala que detiene a un vehículo particular. Uno de los pasajeros transporta un bulto de harina, uno de arroz y algunos envases de margarina. Los funcionarios increpan que eso es para bachaqueo, el ciudadano explica que es para todos sus familiares en Barinas dado que allá no se consiguen productos. Los funcionarios comisan la mercancía y forzan un desembolso de dinero por parte del ciudadano para “no llevarlo preso”. Los “defensores de la Ley” hasta se atrevieron a comerse unos mangos que el “criminal” trasladaba en su vehículo.

En un pueblito de Apure, llega una señora que adquiere productos en otras latitudes e inicia un proceso de subasta. Ya los productos no tienen un precio fijo, sino que son vendidos al mejor postor. El kilo de azúcar cuesta inicialmente mil bolívares y la puja favorece al que más ofrece. Lo mismo sucede con otros productos.

Un colegio en una zona del jet set anuncia el cobro de la “reserva de cupo” para que los niños puedan seguir estudiando en la institución. Si algún papá no paga 20 mil bolívares, el colegio asume que no están interesados en el cupo. Se hace una reunión de padres y representantes reclamando la ilegalidad del cobro por ese concepto, momento en que una madre abogada con voz recia se levanta para defender los intereses del centro educativo y dice “ustedes saben muy bien que las leyes en Venezuela no se pueden cumplir, la legislación es inútil en nuestra situación país”.

En la población de Santa Inés, Edo. Lara, una señora comenta lo difícil que es para los habitantes del lugar conseguir productos de la cesta básica. Sin dudarlo, afirma que ha sido así desde que el “camión de la Polar” dejó de ir para ese destino a llevar alimentos y únicamente se limita a llevar cerveza de forma esporádica.

Una dolida esposa acude al Cementerio Metropolitano de Araure, Edo. Portuguesa, sitio donde enterraron a su esposo hace mes y medio. No había terminado de rezarle el rosario a su deudo cuando llegó una banda de criminales con aguardiente, vallenato a todo volumen y tiros al aire porque enterraban a uno de sus colegas. Ella se asustó y decidió dejar la visita para otro día.

Los productores de piña en Lara la venden en la zona productora a un precio que ronda 4 piñas por doscientos bolívares. En Caracas, dependiendo del sitio, se puede comprar una piña en 800 bolívares.

martes, 12 de abril de 2016

Bachaqueando educación

+ billete$ para que los chamos puedan estudiar

La vorágine neoliberal y capitalista que hoy está presente en la sociedad de consumo venezolana, abarca todos los niveles incluyendo el educativo donde universidades, colegios e instituciones de educación privada abren sus mandíbulas para devorar el poco dinero que aún queda en los bolsillos de los padres y representantes. La misma lógica del libertinaje capitalista que se observa en panaderías, fábricas, ventas de repuestos, ventas de hortalizas y víveres, etc. la vemos en los centros que forman parte del Subsistema de Educación.

Conceptos inexplicables surgen de la noche a la mañana y son reflejados, si acaso, en las estructuras de costos que los administradores o contadores presentan a representantes atónitos. Cualquier monto tiene como justificación la “situación país”, condicionante que cercena la posibilidad de queja porque hay que ser muy insensato para negar la “situación país”. Cobro de reservas de cupos, multas por pagos retardados, inscripciones en dólares, doble facturación, cobro de servicios que no se prestan en los centros educativos y un sinfín de argucias contables para sacarle más dinero a quienes no manejan la jerga de los números.

La legislación venezolana es clara y establece el marco jurídico para ponerle coto a la usura de quienes hacen de un derecho un negocio. La Educación está garantizada en nuestra Carta Magna, pero a continuación coloco un compendio de leyes y artículos que nos ayudan a la hora de velar por ese derecho para nuestros hijos en instituciones privadas: Ley Orgánica de Educación (LOE) en sus artículos N° 6-1e, 6-2i, 25 y Disposiciones Transitorias PRIMERA – 2 y 3; el Reglamento de la LOE en sus artículos N° 57, 60, 72 y 139; la LOPNA en sus artículos números 147-g y 186.

Norma fundamental a la hora de señalar irregularidades cometidas por los centros educativos privados en aumentos de matrículas y similares es la Gaceta Oficial N° 40.452 del 11 de julio de 2014 – Resolución 114 del Ministerio del Poder Popular para la Educación. Hay que leerla toda y aprendérsela pero destacan los artículos números del 1 al 6, pero sobre todo el artículo 17.

La educación es un derecho, no una mercancía para que alguien se haga rico a costa de la necesidad de los demás. Nuestro deber como ciudadanos es velar por el respeto de las leyes que existen y protegen a nuestros niños y jóvenes, al futuro de nuestra patria.

Agradezco sobremanera al Abogado Waldemar González quien desde el estado Portuguesa me brindó una muy útil asesoría jurídica para preparar el escrito de este artículo. A continuación encontrará vínculos/enlaces de las leyes mencionadas en el texto:








RESOLUCIÓN 114 DEL MPPE ← (Importante) 

jueves, 7 de abril de 2016

Macri está claro

Macri se quitó la piedra del zapato

El recién electo Presidente de Argentina muestra sin reparos lo que es ser un empresario cabeza de Estado, neoliberalismo sincero, paquetazo del FMI indirecto, pleitesía ante fondos buitre, subida de tarifas de servicios públicos, liberación de precios, despidos por millares en la administración pública, etc.

Continuando con su proceder derechista, ahora sus funcionarios Ministro de Medios y el Secretario de Comunicación Pública anuncian que abandonan la señal multiestatal integrada por Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Uruguay. La censura golpea a Telesur y el canal latinoamericano se ve mermado sin que haya nada que lo pueda evitar, más aún porque el conglomerado mediático que hegemoniza el continente responde a los intereses de los poderosos como Macri y callan de forma cómplice.

Pero el punto es que Macri está muy claro sobre cuáles son sus intereses y tiene bien definido el camino a recorrer para consolidarlos en el país que domina. Conoce lo que le conviene y lo que no, por eso actúa en consecuencia. Evita legítimamente una señal que cuestiona abiertamente y con razón sus métodos de gobierno dándole voz a quienes no la tienen en Argentina. Telesur es la piedra en el zapato que obstaculiza su proyecto privado de país, por eso se quita el zapato y saca la piedra.

En el resto de latinoamérica, los gobiernos progresistas siguen su proceder cándido, ingenuo e idealista. En Venezuela, por ejemplo, las señales televisivas foráneas que colonizan el imaginario de la población abundan. Sólo por nombrar un caso, CNÑ hace y deshace las representaciones sociales de la audiencia objetivo en un país donde el chavismo se encuentra en jaque desde las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Pero a canales así nadie los toca porque es preferible ser el paladín de la libertad de expresión, antes que establecer prioridades de gobierno en función del interés general de la nación.

Aunque el idealismo está muy bien y es esencial -hay que soñar con un mundo mejor- no es una virtud a menos que vaya acompañado de un realismo pragmático en cuanto a los medios con los que lograr esos fines y cierto criterio ordenado/planificado sobre la forma en que serán articulados/usados esos medios en función de los ideales perseguidos. No tiene nada de noble ver que los valores caen derrotados porque uno ha preferido los sueños felices a la dura reflexión sobre los medios y los fines. No hay que dejar que el idealismo se convierta en una complacencia destructiva”, dice el premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, quien de seguro no tiene un pelo de chavista pero la lógica de su planteamiento es irrefutable. Macri está bien claro ¿y nosotros?

lunes, 28 de marzo de 2016

Terrorismo publicitario

100% verídico ¿no?
Desde el 2001, con la implosión controlada de las Torres Gemelas hasta la fecha, los ataques terroristas se han usado a lo largo y ancho del mundo como justificación ideal para arreciar el accionar beligerante que las principales potencias retrógradas aplican para “combatir” el terrorismo. Se ha impuesto como “método civilizado que busca la paz” el bombardear países, invadir territorios, acabar “accidentalmente” con poblaciones autóctonas de regiones en conflicto, derrocar gobiernos democráticos, etc. Es la fórmula neandertal de aplicar más terror contra el terror.

El detalle importante en esta dinámica del terrorismo conveniente y circunstancial es que se crean etiquetas para exculpar a unos y satanizar a otros. Tenemos entonces que una bomba que explota y asesina a niños es mala o buena según la persona, el motivo, el gobierno o autoridad, grupo, etc. que la haya lanzado.

En un ejemplo hipotético, si Israel y su gobierno sionista aniquila un millar de niños, bebés, abuelitos y mujeres embarazadas con bombas lanzadas sobre Palestina, es producto del ejercicio pleno de su derecho a la legítima defensa porque ese pueblo de “terroristas” los tiene en jaque desde hace mucho tiempo, los expulsa de sus territorios y les infunde temor con su arsenal nuclear, diezmando su población significativamente muy similar a lo realizado por los nazis. De este modo, las bombas de Israel son buenas y legítimas porque se defienden contra la “maldad”.

En cambio, si hay un atentado en alguna reconocida capital de Europa con el resultado de una veintena de víctimas fatales por un acto de violencia, el señalamiento exponencial por los medios tiende a satanizar a los responsables de forma automática. En una vorágine de drama y lamento “mundial” los seres humanos se avocan a prestarle atención a lo sucedido. Los hilos de los centros de poder se mueven y usan el incidente como catalizador para subirle el volumen a las acciones terroristas pero desde el Estado. Más bombas, más miedo, más invasiones, más muertes, más caos.

Hay terrorismo malo y terrorismo bueno, todo depende del enfoque. Hay muertos que valen más que otros, todo depende de los intereses. Los señores de la guerra que hacen billete vendiendo armas a cualquier bando, siempre salen ganando porque la demanda de sus productos aumenta. No nos cabe duda que el terrorismo se usa como simple ardid publicitario.

lunes, 21 de marzo de 2016

In - Gerencia

Un buen gerente lidera para el logro de objetivos

No hay nada más complicado que gobernar porque es es un arte que fusiona capacidades, voluntad, experiencia, sapiencia, preparación, vocación, intuición y compromiso. Inclusive, se habla también de lo calificado o no que alguien esté para ejercer un cargo público de alto o mediano nivel. Son muchas variables las que intervienen y, a decir verdad, puede ser que alguien esté muy calificado para un cargo pero eso no exime que sea un incompetente. 

En la administración pública venezolana abundan los vicios y fallas desde todo punto de vista. Es un sector que presenta debilidades intrínsecas a la estructura del Estado burgués configurado en nuestro país. No tiene que ver mucho con la orientación ideológica de las autoridades más sí tiene relación directa con la gerencia organizacional. Así, vemos gestiones públicas eficientes e ineficientes tanto en instituciones con liderazgos de derecha o de izquierda. El detalle está en que desde el punto de vista de las fuerzas progresistas, la humanización, atención, calidad y excelencia en los servicios prestados debería ser mayor por cuestiones de coherencia ideológica.

Mucho se habla del “compromiso revolucionario” y vemos a funcionarios de alto nivel que gritan a viva voz “¡Chávez vive, Maduro sigue!” junto a otras consignas que proyectan una conciencia plena de su rol y la circunstancia. Lamentablemente, evidenciamos gestiones contrarias a la idea de “servir al pueblo” y lo que es peor aún, algunos usan el histrionismo ideológico como mampara para cometer fechorías gracias a las posiciones de poder y privilegios que ostentan. 

La formación y capacitación a los miembros de instituciones se ha dejado de un lado y vemos grupos organizacionales a la deriva que ejecutan sus responsabilidades, si es que las ejecutan, de forma incierta. Los valores y principios que deben regir la conducta de los funcionarios en la administración chavista muchas veces brillan por su ausencia, a saber: honestidad, solidaridad, excelencia, servicio al pueblo, innovación, eficiencia, etc. 

Casos de corrupción como los revelados en la red de abastos Bicentenario son producto de una visión gerencial miope. La revolución necesita funcionarios preparados y comprometidos con el ideal bolivariano, con vocación de servicio. Se requieren gerentes que ejerzan un liderazgo revolucionario y chavista porque lo contrario es minar nuestro proceso desde adentro.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Golpe Corporativo

Balas en la Guerra No Convencional

La Guerra No convencional utiliza el asedio en 360° grados, en todas las direcciones posibles, para concretar su objetivo fundamental: que el pueblo que apoya a un sistema político retire su respaldo y así propiciar el cambio por un gobierno afín a los intereses de Estados Unidos. Entre las direcciones o flancos de ataque tenemos el económico o comercial, específicamente en lo que respecta a las corporaciones que producen y ofertan bienes de consumo masivo en cualquier país objetivo.

Para nadie es un secreto que Venezuela está dominada por un puñado de corporaciones trasnacionales junto a industrias nacionales que ejercen el monopolio u oligopolio e influencian amplios sectores de la actividad comercial, juegan para el mismo equipo y tienen los mismos intereses. Allende lo sufrió así y la situación comercial tóxica en Chile, propiciada por la industria local, devino en la reducción del apoyo popular a su gobierno, posterior Golpe de Estado y su vil asesinato. El desabastecimiento, la especulación y las colas no son algo reciente como táctica para derrocar presidentes democráticos. 

En otros países, por cuestiones de competitividad, reducción de costos y aprovechamiento de oportunidades en el mercado, los capitalistas implementan técnicas como el Total Productive Maintenance-TPM (Mantenimiento Productivo Total), el Total Quality Management-TQM (enfoques de Calidad Total), el Single Minute Exchange Die-SMED (reducción de los tiempos en los cambios de producción y de herramientas) y el Kaizen (mejora contínua). En Venezuela, en cambio, éstas tácticas gerenciales son usadas para envenenar la oferta de productos y generar frustración en la ciudadanía consumidora. Las compañías no pierden nunca dinero sino que incrementan exponencialmente sus ganancias a pesar del irregular flujo de mercancías que propician. 

Colgate – Palmolive y POLAR son ejemplos claros de cómo imperios industriales ajustan sus procedimientos de manufactura y distribución en función de intereses políticos, para provocar un cambio de gobierno. Reducir el tipo de presentaciones de los productos para generar desabastecimiento, cambiar nombre y presentaciones a productos para eludir leyes regulatorias, producción intermitente, paralizar inversión en nuevas líneas de producción que atiendan la creciente demanda, inexistencia de planes de sustitución de implementos/materias primas importadas, reducción de la calidad de los productos, pésimo servicio al consumidor, incremento innecesario de costos para aumentar tope de ganancias en función de la legislación vigente, distribución incierta e ineficiente, creación y contratación de subcontratistas que pertenecen a la misma firma, etc.

A todo esto se le suman las estafas mil millonarias en solicitudes de divisas que el Estado ha otorgado sin ejercer control o verificación de su utilización gracias a funcionarios corruptos, tal como lo afirma Jesús Faría en declaraciones recientes. Son empresarios malandros, corporaciones mafiosas las que envenenan poco a poco nuestra patria. Es necesario arreciar el ataque contra la burguesía industrial parasitaria y conspiradora en el país. O es la élite económica o es el pueblo de Venezuela, ¡ya basta!

Pirelli y Firestone metidos en la "jugada"

¿Esto es casualidad?