Así, más o menos, estamos |
He
hablado con muchas personas identificadas con el
proceso revolucionario, chavistas de convicción y acción, que
experimentan frustración porque no se implementan medidas que
apunten con certeza a la consolidación del cambio de estructura y de
relaciones de poder que aún existen en Venezuela. De hecho, desde
que Chávez asumió las riendas del país en 1998, lo único
realmente notable y trascendental que ocurrió fue la
“democratización” en la distribución del ingreso petrolero, lo
que se tradujo en programas, misiones, inversión social necesaria
desde hace décadas y que se tradujo en una dignificación tangible
del pueblo en todos los órdenes de la vida.
Los que
eran ricos al llegar la revolución, hoy son multimillonarios.
Quienes tenían poder económico hace década y media, hoy dominan
una mayor cuota de la economía nacional. La revolución ha logrado
que el pueblo acceda a cosas que antes no podía, pero al mismo
tiempo, ha hecho más poderosa a la burguesía. Eso es algo más que
evidente al ver que conglomerados mediáticos aumentan sus
utilidades, Fedecámaras y afines siguen llenando sus bolsillos con
dólares baratos, Lorenzo Mendoza aumenta cada minuto el monopolio
que ejerce en el sector alimentos, etc. La burguesía parasitaria no
ha sido erradicada y sigue imponiendo las reglas del juego.
Esta
burguesía parasitaria, conocida como “acomodados”, los llamados
“enchufados”, señalados como “infiltrados”, etc. está
enquistada en la estructura de Gobierno y por eso es que el avance de
la revolución bolivariana parece inocuo en muchas áreas. Por ejemplo, ¿Qué
pasó con los campos de golf que serían expropiados en Caracas para
construir viviendas? ¿Qué pasó con la lista de empresas
fraudulentas que robaron miles de millones de dólares de CADIVI cuya
publicación era inminente? ¿Qué pasó con la red interconectada de
captahuellas a instalarse en los comercios para erradicar de una vez
por todas el bachaqueo y sus consecuencias? Tres
medidas que hicieron mucha alharaca pero que el Estado Burgués logró
sepultar en el olvido, sobre todo la de los captahuellas cuya
implementación nuestro Presidente obrero, Nicolás Maduro, ordenó
hace meses y urgió en su mensaje anual pero nada ha pasado.
Burócratas,
asesores, tecnócratas, académicos especialistas, analistas
reconocidos y demás privilegiados en las esferas de toma de
decisiones del Gobierno Bolivariano, se encargan de diluir el ímpetu
revolucionario de la dirección política, desvirtuando los
propósitos y postergando las medidas necesarias que deberían
aplicarse para consolidar la revolución. Por eso casi nada cambia a
nivel de estructura y de relaciones de poder. Las “medidas” sólo
llegan a medir los problemas y no a atacarlos, siempre hay una excusa
para correr la arruga. El Estado Burgués sigue intacto como rémora
que detiene el porvenir de la patria.
Parte Ud d una ausencia, la franquicia revolucionaria, ha permitido la mas grotesca Corrupcion y q las fortunas amparadas en la "moral" del hombre nuevo crezcan al amparo del poder ...no hay investigacion ni presos por desfalcar al Pais,ni por crear empresas fantasmas, todas creadas,supervisadas y aprobada su operacion por entes gubernamentales....pero parece q no hay manera d hacer seguimiento ni Justicia,,,,y todavia Ud cree q es el empresario,,,vaya Ud a creerse a si mismo,,,asi como las empresas estatizadas no producen o producen menos o a perdida,,,y el Rrgimen decidio importar xq es mas facil hacerse Rico asi manipulado Los dolares baratos q solo ellos obtienem
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