Obama masca chicle y lee mientras habla Raúl Castro |
El
Estado burgués sigue haciendo de las suyas a nivel económico.
Aplican medidas que no atacan los problemas. Algo así como que si
usted tiene la cocina de su casa en pleno incendio y algunos en su
familia le recomiendan que inunde de agua el cuarto principal.
Obviamente, el incendio continúa a plenitud y el problema se agrava.
Yo soy
de la idea que el Gobierno Bolivariano debe eliminar por completo el
subsidio de viajes al exterior con dólares baratos porque esta
política es una puñalada directa al corazón del turismo interno.
La cosa es que los dólares que raspacupos roban, no llegan ni al 15%
de las divisas que el Estado otorga. La medida de reducir cupos
viajeros y fragmentar uso del cupo electrónico es altamente
improcedente porque ocasiona mucha agitación en la opinión pública
contra un beneficio macroeconómico casi nulo. Quiten cupos viajeros
y suban el electrónico a 500 dólares y todos felices.
Cencoex
continúa aprobando miles de millones de dólares a la burguesía
parasitaria que sobrefactura y continúa estafando al Estado.
Fedecámaras sonríe mientras seguimos esperando la lista con las
empresas de maletín que robaron 20 mil millones de dólares.
El
asunto se pone más turbio cuando se ingresa al portal Cencoex en
internet y la última información cargada es del pasado mes de
diciembre. Entonces ¿cuántas divisas se entregaron en todo 2014 y
lo que va de año? ¿a quiénes? ¿por qué concepto? Si no hay
claridad y transparencia, estadísticas, gráficos y datos oportunos
sobre el manejo de los dólares del pueblo, pareciese que la cosa se
maneja como una bodega.
Veía a
Obama en la Cumbre de las Américas y su lenguaje corporal me
indicaba que es un patán arrogante. Justo cuando Raúl Castro daba
su discurso, el líder del país genocida mascaba chicle y leía unos
documentos, espero no haya sido una revista. El desdén de su postura
traduce lo que significan los demás países de América para la
potencia del norte: nada.
El
presidente neandertal del país con más armas en todo el planeta,
leyó un discurso preparado. Los lingüistas asesores de la Casa
Blanca le marcan el camino de las palabras y le hacen decir que la
historia no importa. Cínicamente, nos asegura que él quiere ver
hacia el futuro y apuntar hacia el progreso. Nos dijo algo como
“borrón y cuenta nueva”. Fue fabuloso escuchar a los líderes de
latinoamérica dando una clase de historia, restregándo con
dignidad, a su silla vacía, que el pasado es muy importante para no
repetirlo.
Obama
leyó una chuleta, nuestro
presidente obrero, Nicolás Maduro,
con claridad y agudeza hiló
su discurso sin recurrir a textos redactados por asesores. Saquen
ustedes sus conclusiones.
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