lunes, 8 de junio de 2020

Aportes gasolinísticos

Los dispositivos PDVSA no funcionan sin internet
Desde antes, durante y después de las medidas tomadas por el Presidente Maduro relacionadas con la gasolina sobre su distribución y nuevos precios han surgido críticos y aduladores automáticos porque en nuestro país Venezuela las especializaciones técnicas no son producto de largos estudios académicos ni de una larga trayectoria en áreas de trabajo determinadas, sino que cada experto adquiere gran data cognoscitiva por ósmosis instantánea al enterarse del tema que está en boca de todo el mundo. Con éste texto se busca brindar algunos aportes sustanciales para avanzar en la normalización del sector de la venta al detal de la gasolina, un rubro estratégico según lo establecen las leyes. Si hay cosas que usted conoce mejor y que sea necesario ajustar o incorporar está en su libre derecho de opinar más abajo del artículo y se considerará su aporte.

La industria petrolera venezolana se construyó para ser el proveedor seguro y cercano de EEUU por lo que toda su estructura física se diseñó y levantó con la tecnología, piezas, esquemas productivos y software de ese país. Más aún, había una interdependencia permanente porque acá requeríamos insumos, materias primas, repuestos, tecnología de allá para funcionar por lo que es lógico afirmar que la soberanía energética brillaba por su ausencia. Ésto puede ser uno de los factores de mayor peso al intentar explicar el estado actual de PDVSA y su grado de efectividad a la hora de satisfacer la demanda interna de combustible. Pero vamos al meollo del asunto.

Los tickets por la compra de la gasolina

Las estaciones de servicio E/S son el eslabón final de la cadena de comercialización y, por lo tanto, el punto focal donde recaen la mayoría de las presiones por la gasolina. Las medidas tomadas requieren una infraestructura que esté en condiciones óptimas porque el esquema de compra y venta cambia por completo dado que antes la gasolina era prácticamente regalada. El tanque de una gandola de combustible, al cual se le dice "tabaco", tiene una capacidad de 38 mil litros. Éste tabaco se divide internamente en varias secciones para poder separar los distintos hidrocarburos que sean transportados. El precio de una gandola de gasolina antes de la medida era facturado por menos de un bolívar, por lo que prácticamente las E/S no pagaban dinero a PDVSA y más bien la empresa petrolera le pagaba a cada bomba de gasolina por prestar el "servicio" de surtir combustible con montos mensuales que oscilaban entre ocho y once millones de bolívares. Hoy, a precio internacional, cada gandola transporta un líquido que vale $ 19.000 (diecinueve mil dólares).

Con éste escenario, prácticamente los bomberos no recibían mayor sueldo y su ingreso estaba determinado por el dinero que manejaran en cada isla con los surtidores. Era bastante rentable para este sector trabajador recibir las propinas porque al final de cada día el dinero recaudado era mucho mayor que cualquier sueldo mínimo. Pues bien, como todos los que poseemos vehículo sabemos
en cada surtidor no había mayor rigurosidad por un líquido que era gratis hasta que empezó a escasear y los tanques internos de cada E/S se consultaban frecuentemente para no dejarlos vacíos y garantizar la "reserva" que deben tener por normativa.

Factura de la gasolina a "precio viejo"

En el año 2018, se inició con las pruebas de los Puntos de Venta PDVSA con capta huella para la verificación de la identidad del comprador de la gasolina a través del sistema Patria. En esa oportunidad los jóvenes de Chamba Juvenil manejaron los dispositivos y tal experiencia generó una data importante que seguramente brindó información vital para tomar las decisiones del 2020. Esos mismos dispositivos se habilitan hoy para el control en el suministro, chequeando a cada ciudadano para ir descontando de su cupo mensual de combustible subsidiado lo que logren surtir en cada ida a la gasolinera. Estos aparatos funcionan con la plataforma de datos MOVILNET y la misma ha presentado fallas notables durante los últimos años. También pueden acceder a redes wi-fi pero la situación es similar porque dichos servicios de internet no presentan un desempeño óptimo en la mayoría de las ciudades de Venezuela.

Por éste inconveniente de la fluidez en la data
el proceso de verificación del usuario se hace engorroso, ralentizando en oportunidades el surtir combustible y generando un retardo que repercute negativamente en el tiempo de espera y despacho del producto. Es frecuente conocer de personas que esperan más de 12 horas en la cola para surtir combustible, he hablado con algunos que han pasado más de 24 horas en la espera. Adicionalmente, los puntos requieren de papel para imprimir el recibo, cosa innecesaria porque con un mensaje de texto para verificación basta, y no están fijos a ningún equipo sino que son portátiles: si se acaba el papel hay que sumarle más tiempo para cambiar el rollo y el estar moviendo el aparato eleva las posibilidades de desgaste por el uso sin contar que accidentalmente se caiga o tropiece con alguna superficie rígida.


El hecho de que el dispositivo de verificación y facturación no esté "atado" mediante hardware alguno a la pistola del combustible permite que puedan ocurrir innumerables irregularidades porque el control de los litros de gasolina surtidos depende de una persona, es una actividad manual susceptible de errores. Además, para completar una operación de venta de gasolina se requiere la participación como mínimo de dos individuos: quien cobra con el punto de venta y quién surte la gasolina.

En cada gasolinera surge un ecosistema con individualidades que asumen diferentes roles y muchas veces entorpecen el proceso de adquisición de combustible desvirtuando la efectividad de las medidas implementadas por el Ejecutivo Nacional a favor de todos. Es lógico pensar que luego de una escasez sostenida de gasolina durante más de tres meses, los primeros días de normalización en la oferta ocurra una excesiva demanda pero con una infraestructura no apta y mecanismos de control débiles los problemas podrían extenderse. PDVSA debe tomar medidas drásticas que implicarían la modernización inmediata de las estaciones de expendio de combustible: automatizar es la consigna.

Revalorizar la gasolina también pasa por revalorizar el e
spacio y los mecanismos a través de los cuales es vendida a cada venezolano. El surtidor debe ser automatizado y no depender de un operario, colocando módulos fijos para el pago a través de medios electrónicos y de verificación de huella dactilar, es una inversión que redundará en un mejor servicio porque las E/S podrían laborar las 24 horas, sin cerrar, permitiendo la disponibilidad y el acceso permanente del hidrocarburo. Quienes han llenado combustible en otros países saben muy bien que las gasolineras no cuentan con personal en las Islas y cada conductor efectúa por sí mismo el proceso de pago con medios electrónicos y hacen el llenado del tanque. Es una labor extremadamente sencilla que cualquier venezolano podrá llevar a cabo sin mayores inconvenientes. En el caso que se quiera pagar con efectivo, en la tienda de la E/S en el área de caja se realiza el pago y desde allí activan la máquina identificada con un número para habilitar el despacho de la cantidad de combustible ya cancelado.

Pero automatizar cada surtidor no es lo único porque es urgente una plataforma que optimice la transmisión de datos entre la gasolinera y la banca así como el sistema Patria. Por ello,
CANTV debe instalar y habilitar líneas duras en cada E/S para que sea la vía exclusiva de comunicación de los datos. No es óptimo seguir dependiendo de los dispositivos portátiles cuya operatividad es casi nula sobre todo tomando en cuenta las reiteradas fallas de las plataformas de redes celulares. Varias personas en las ciudades de: Barquisimeto, Acarigua y Valencia me han explicado que llenaron combustible sin la debida verificación en el punto de venta PDVSA porque no estaba habilitado. Muchos pasaban la tarjeta por puntos de venta privados y no había ningún tipo de verificación en el sistema Patria, cuando mucho los anotaban en un listado con nombres y números de cedula. Es más que evidente que el control a través del sistema Patria no se está aplicando en todas las estaciones a lo largo y ancho del país lo cual redundará en que muchos usuarios puedan llenar más combustible subsidiado superando la norma de 120 litros por ciudadano lo que estimula indirectamente al acaparamiento y posterior reventa de éste rubro estratégico. Los que pagan en dólares o a precio internacional también deben ser contabilizados y verificados para llevar una data de éstos consumidores que permita conocer con más detalle las particularidades del mercado nacional.


Ahora bien, estas recomendaciones son aplicables en bombas que expenden tanto la gasolina subsidiada como la que tiene precio internacional. Más aún, si la gasolinera cobra a precio internacional debería contar con instalaciones de primera similares a los expendios de combustible a nivel internacional. No es únicamente el precio por un producto que lo vale, es también el servicio y lo que engloba la experiencia de compra. Desde hace muchos años la gran mayoría de las E/S suprimieron las áreas para equipar agua al motor y aire en los cauchos, los baños casi siempre están cerrados y sino lucen en el último estado teniendo que dar una colaboración a algún particular que anuncia estar pendiente, supuestamente, de la limpieza de los mismos. Todo ésto complementa la llenada de gasolina, por algo esos sitios se denominan Estación de Servicio y deben estar funcionando plenamente. El personal que actualmente labora en las Islas puede ser reubicado en éstas áreas para que el servicio sea satisfactorio y ellos no pierdan su puesto de trabajo (seguramente allí les darán bastantes propinas que harán revalorizar su ingreso mensual).

 
El aumento del precio de la gasolina era una medida necesaria que no debía postergarse más, aunado a la normalización en la distribución gracias al gobierno de Irán que brinda su apoyo con el suministro. Todo en un inicio es difícil, más aún con el escenario tan complejo que vive Venezuela pero las medidas están siendo apoyadas por la mayoría de los venezolanos que buscan recuperar parte de su calidad de vida. Aquellos necios que continúan pidiendo más restricciones a nuestra nación para que ocurra un estallido social no tienen apoyo popular y su terquedad los aísla cada día más. El escenario está dado para que pronto podamos surtir gasolina en menos de diez minutos, sin colas, sin zozobra, sin incertidumbre pagando lo que corresponde.

 

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