El dueño de Daka importaba y vendía directamente, "Especulador Maestro" |
El
escenario de la economía venezolana está influenciado casi en su
totalidad por cadenas de comercialización que dependen, en algún
momento, de procesos de importación. Como el país no posee la
capacidad industrial para satisfacer la demanda interna de productos,
siempre es imprescindible tener que importar algo, bien sea algún
insumo necesario para fabricar o simplemente un producto equis que se
pueda revender en el país. Las importaciones marcan la dinámica
económica.
Ante
este escenario surge la interrogante ¿quién tiene la capacidad para
importar bienes a nuestro territorio? Pues bien, las élites
económicas del país son quienes dominan la mayor cuota de este
sector importador que trae mercancías y demás desde los países del
orbe, un listado encabezado por Estados Unidos, China, Brasil,
Argentina, México y Colombia. Según cifras del Instituto Nacional
de Estadística sólo en el año 2013 el monto de importaciones llegó
a un poco más de 15 mil millones de dólares, correspondiendo al
sector público 4.964 millones y al sector privado 10.169 MM $
Para
importar mercancías se necesita poseer capital, pero mucho capital.
Yo le aseguro que usted no conoce a alguien que tenga la capacidad
financiera para importar cinco containers llenos de mercancía desde
el exterior. Hay que tener billete de verdad. Pues bien, los que
tienen cantidades enormes de dinero para hacer negocios son quienes
desde el sector privado contaminan la economía con sus practicas
perversas. Importan mercancías que revenden a precios exhorbitantes,
bien fungiendo como proveedores o como comercializadores directos,
los llamados minoristas. Son dueños de toda la cadena de
comercialización de lo que importan o, en su defecto, de la
instancia clave: ser proveedor, distribuidor o agente autorizado.
Entonces,
como son los que dominan la escena con “x” producto, pueden
ponerle el precio que les venga en gana. La especulación se genera
al momento de importar y revender, lo que implica automáticamente el
desarrollo de un proceso de especulación aguas abajo. La cadena de
comercialización se ve afectada por este margen especulativo inicial
impuesto por el importador usurero. Si alguien le compra el producto
al importador, por consiguiente, deberá especular a la hora de
revender porque lo contrario sería perder su inversión. La
inflación tiene como génesis, al sector importador.
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