Cada vez se aprecia a Capriles más disminuído frente al Pdte. Maduro |
Capriles
actualmente está en una carrera contra el tiempo. Hace 3 meses el
pueblo de Venezuela ratificó con votos al proyecto patriota de la
Revolución Bolivariana. El proyecto socialista sigue en pie y cada
día se reposiciona en más espacios. La continuidad del legado de
Chávez en manos de Nicolás Maduro merma cada segundo que pasa las
aspiraciones al poder de la oposición en el país.
Nadie
puede ser mezquino con Nicolás Maduro. Todos los venezolanos
reconocemos que le ha tocado conducir a la revolución en el momento
de mayor vulnerabilidad política desde que asumiera las riendas del
país en 1998 el proyecto bolivariano. Hugo Chávez, el máximo guía,
referente, líder y conductor está ausente. Quizá por cosas del
destino se materializó la prueba más dura que le haya tocado al
proyecto de país esbozado por el comandante supremo, continuar la
marcha por el sendero trazado sin su presencia.
Pero
después de la tormenta viene la calma y eso la MUD y Capriles lo
saben. Hoy no se dan las mismas condiciones de tensión política que
Venezuela vivió durante el primer trimestre de 2013. Es casi
improbable que la oposición cuente con un escenario tan favorable
como el surgido inmediatamente a raíz del fallecimiento del
Presidente Chávez. El smog mediático no logró contaminar lo
suficiente a la población de electores como para voltear por
completo la correlación de fuerzas. Evidenciamos el clímax del
apoyo electoral en contra del ideal revolucionario. La brecha se
redujo notablemente, pero los esfuerzos no fueron suficientes. La
oposición sigue siendo minoría y el chavismo mayoría, por ende el
Presidente Maduro gobierna legítimamente el país.
A
Capriles lo afecta el desgaste, su inacción como Gobernador de
Miranda, las ambiciones a lo interno de particularidades como
Leopoldo López y la pérdida de Globovisión como catapulta
televisiva para sus aventuras subversivas. Ha perdido la calle y debe
recurrir a redes sociales y la Internet para mantener el contacto con
sus seguidores. La agitación política de la MUD va en declive
continuado. La conflictividad, problemas y tensión política han
tenido respuesta por decisiones acertadas y pertinentes del
Presidente Maduro: inseguridad atacada con el Plan Patria Segura,
batalla frontal contra la corrupción, reivindicaciones salariales al
sector docente, gestión eficiente e incansable a través del
Gobierno de calle, legitimación de su figura y liderazgo a nivel
internacional.
La
fecha límite para que Capriles tomara el poder e iniciara en
Venezuela el borrado de la huella de la revolución bolivariana fue
el 14 de abril. Cada día que pasa sólo corrobora la continuidad del
proyecto patriota y acelera su irreversibilidad. Cada día se
consolida el liderazgo de Maduro, su figura como mandatario nacional
y conductor del país. Capriles luce desinflado, quizá desesperado.
Preguntémonos entonces ¿el desespero lo llevará a alguna aventura
golpista? Cuando la ambición y la codicia rigen la vida de un líder,
se puede esperar todo de éste.
Que extraño, tienes mucha fe en Maduro, por si acaso Maduro logra ganar en el 2018, pasaré por este blog a reconocer que tenias razón. Si por el contrario Maduro pierde en el 2018 contra Capriles, o cualquier otro candidato opositor, espero ver escritas tus opiniones al respecto.
ResponderEliminar¿No volverán? Jejeje...