La incertidumbre y lo desconocido nos saca de la zona de confort |
La
Zona de confort es un estado mental donde cada individuo se siente
cómodo con su vida, con sus aspiraciones satisfechas, sus
necesidades cubiertas y sin perturbaciones significativas. Esta zona
de confort es implícita a cada ser humano, sin importar el nivel
socioeconómico al que pertenezca. Se puede decir que es un estado de
tranquilidad, fundamentalmente a nivel sicológico, donde la ansiedad
y preocupaciones se mantienen a la mínima expresión.
Se
puede ser pobre, clase media o adinerado y estar o no en la zona de
confort, dado que ella corresponde en cada persona según sus
valores, aspiraciones y realidad social. El entorno inmediato, el día
a día, determinan en gran medida esta condición. Como es un estado
mental, la zona de confort puede ser afectada por mensajes que
impactan en la siquis.
Hoy
la derecha en Venezuela, articulando su política a través del
sector privado, tiene como principal blanco de ataque la zona de
confort de todos los venezolanos, sin importar la clase social a la
que se pertenezca. Como todos los habitantes del país deben recurrir
al sector de bienes y servicios, sabotean abiertamente la dinámica
económica y comercial de la nación con las tácticas: especulación,
acaparamiento, usura, boicot, bachaqueo, producción irregular,
minimización de las presentaciones de los productos comercializados,
distribución intermitente de la producción, etc.
Todos
somos consumidores de algo en algún momento. El sector privado
domina cadenas de importación de bienes, cadenas de producción,
cadenas de distribución, cadenas de comercialización, cadenas de
servicios. La publicidad no ha cesado y sigue llamando al consumo de
productos “escasos” ¿no les parece curioso? Todo esto ocurre
mientras la oposición a viva voz repite mil veces por los medios que
la escasez y largas colas son culpa del gobierno bolivariano. La
economía genera las condiciones objetivas que la derecha política y
mediática capitaliza con su discurso. Sacan provecho de una
situación adversa que ellos mismos generan.
Chávez
emuló el concepto de zona de confort al generar la consigna “Vivir
viviendo”. La guerra económica hoy busca destruir esta realidad
traducida en la felicidad del pueblo, para llevarla a la infelicidad,
frustración, ansiedad y malestar generalizado. El objetivo de la
oposición es que tengamos zona de confort cero.
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