domingo, 15 de febrero de 2015

Durmiendo con el Estado Burgués

Así, más o menos, estamos

He hablado con muchas personas identificadas con el proceso revolucionario, chavistas de convicción y acción, que experimentan frustración porque no se implementan medidas que apunten con certeza a la consolidación del cambio de estructura y de relaciones de poder que aún existen en Venezuela. De hecho, desde que Chávez asumió las riendas del país en 1998, lo único realmente notable y trascendental que ocurrió fue la “democratización” en la distribución del ingreso petrolero, lo que se tradujo en programas, misiones, inversión social necesaria desde hace décadas y que se tradujo en una dignificación tangible del pueblo en todos los órdenes de la vida.

Los que eran ricos al llegar la revolución, hoy son multimillonarios. Quienes tenían poder económico hace década y media, hoy dominan una mayor cuota de la economía nacional. La revolución ha logrado que el pueblo acceda a cosas que antes no podía, pero al mismo tiempo, ha hecho más poderosa a la burguesía. Eso es algo más que evidente al ver que conglomerados mediáticos aumentan sus utilidades, Fedecámaras y afines siguen llenando sus bolsillos con dólares baratos, Lorenzo Mendoza aumenta cada minuto el monopolio que ejerce en el sector alimentos, etc. La burguesía parasitaria no ha sido erradicada y sigue imponiendo las reglas del juego.

Esta burguesía parasitaria, conocida como “acomodados”, los llamados “enchufados”, señalados como “infiltrados”, etc. está enquistada en la estructura de Gobierno y por eso es que el avance de la revolución bolivariana parece inocuo en muchas áreas. Por ejemplo, ¿Qué pasó con los campos de golf que serían expropiados en Caracas para construir viviendas? ¿Qué pasó con la lista de empresas fraudulentas que robaron miles de millones de dólares de CADIVI cuya publicación era inminente? ¿Qué pasó con la red interconectada de captahuellas a instalarse en los comercios para erradicar de una vez por todas el bachaqueo y sus consecuencias? Tres medidas que hicieron mucha alharaca pero que el Estado Burgués logró sepultar en el olvido, sobre todo la de los captahuellas cuya implementación nuestro Presidente obrero, Nicolás Maduro, ordenó hace meses y urgió en su mensaje anual pero nada ha pasado.

Burócratas, asesores, tecnócratas, académicos especialistas, analistas reconocidos y demás privilegiados en las esferas de toma de decisiones del Gobierno Bolivariano, se encargan de diluir el ímpetu revolucionario de la dirección política, desvirtuando los propósitos y postergando las medidas necesarias que deberían aplicarse para consolidar la revolución. Por eso casi nada cambia a nivel de estructura y de relaciones de poder. Las “medidas” sólo llegan a medir los problemas y no a atacarlos, siempre hay una excusa para correr la arruga. El Estado Burgués sigue intacto como rémora que detiene el porvenir de la patria.

1 comentario:

  1. Parte Ud d una ausencia, la franquicia revolucionaria, ha permitido la mas grotesca Corrupcion y q las fortunas amparadas en la "moral" del hombre nuevo crezcan al amparo del poder ...no hay investigacion ni presos por desfalcar al Pais,ni por crear empresas fantasmas, todas creadas,supervisadas y aprobada su operacion por entes gubernamentales....pero parece q no hay manera d hacer seguimiento ni Justicia,,,,y todavia Ud cree q es el empresario,,,vaya Ud a creerse a si mismo,,,asi como las empresas estatizadas no producen o producen menos o a perdida,,,y el Rrgimen decidio importar xq es mas facil hacerse Rico asi manipulado Los dolares baratos q solo ellos obtienem

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