jueves, 3 de septiembre de 2020

Periodismo colonizador

 


Las palabras tienen energía y eso muy bien lo saben aquellas personas dedicadas al oficio de crear historias y difundirlas con el propósito de cristalizar matrices de opinión negativas, destructivas y satanizadoras contra quienes sean señalados por los centros de poder como enemigos comunes de la humanidad. Los que escriben tienen intereses, tienen un propósito que muchas veces está alejado de conseguir la verdad mucho menos en un tiempo donde lo importante es crear contenido rápido y de impacto, antes que veraz. La rapidez le gana a la veracidad en estos días.


Leí algo catalogado erróneamente como reportaje, escrito por Esther Yáñez quien se autodefine erróneamente como periodista. El texto puede que tenga cosas verídicas pero sufre del virus de la generalización cuando se intenta crear una percepción errónea y magnificada de un problema latente. El título del trabajo es “Venezuela se queda sin gas y las familias comienzan a recolectar leña para cocinar” lo que demuestra el atrevimiento narrativo de alguien que supuestamente habló sólo con tres habitantes de Caracas: Juan que vive en el centro de la Capital, Rosaura Rivas y Carmen ambas residentes de Petare. Es decir, sólo se consultaron fuentes de una ciudad ignorando intencionalmente a todo un país pero afirmando lo contrario.

 

La persona creadora del texto lo promociona en su cuenta de Twitter y escribe “reportaje completo sobre la falta de gas en Venezuela. La escasez supera el 60% para un país donde 9 de cada 10 venezolanos depende de una bombona de gas propano para su uso diario ¿Os imagináis vivir en una gran ciudad y tener que salir cada día a buscar leña?”, paso seguido coloca el enlace a una página de nombre niusdiario.es donde está publicada su obra de propaganda.


La verdad no se la regalan a nadie y hay que buscarla, por eso desglosemos con detalle la abstracción narrativa formulada: si 9 de cada 10 dependen del gas y en Venezuela somos 30 millones de habitantes aproximadamente, eso da más de 25 millones de personas que dependen del gas, el 60% de eso da más de 13 millones de personas cocinando a leña. Si eso es cierto, según el mal llamado reportaje en nuestro país deberíamos tener la fogata más grande del planeta ¿no lo creen?


Contenidos como éste forman parte de la propaganda que fluye sin parar en las redes para contaminar con sus medias verdades, falsedades, generalizaciones y demás la mente de una audiencia que coincidencialmente empieza a centrar su atención en el evento electoral pautado para diciembre. El propósito es colonizar el pensamiento con ideas que tuercen la percepción de la realidad, alimentar el odio y el repudio contra actores políticos y corrientes ideológicas determinadas.


Éstos trabajos supuestamente enmarcados en el periodismo de investigación son los bodrios que la prensa posiciona como verdades irrefutables para que después sirvan de justificación a políticos que construyen una narrativa perniciosa sobre Venezuela esbozando en espacios diplomáticos falsedades alarmantes que ilustran claramente su propósito reiterado de proyectar un país forajido donde el gobierno fuerza a los ciudadanos a vivir como en la edad de piedra.


Un profesional de la propaganda es un maestro estimulando emociones y sentimientos con un propósito político claramente definido. Mucho cuidado porque cuando lees algo pueden intentar cambiarte un espejito por oro, al estilo de los invasores que llegaron desde España durante el genocidio colonizador.

 

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