Por más que se disfrace yo lo reconocería, ¿y tú? |
Pues bien, los que se esfuerzan tras bastidores por diseñar una campaña coherente a Henrique Capriles están plenamente convencidos que hay cerca de un 15% del electorado que no le interesa el mensaje, la imagen o el programa de Gobierno que pueda lucir este candidato porque son los votos duros o "irracionales", según mi punto de vista, que tiene la Derecha en Venezuela. Estos 3 millones de venezolanos son los que votarían por un pederasta, un asesino o un narcotraficante siempre y cuando vaya en contra de Chávez. Se puede inclusive colocar a un burro con la consigna "Fuera Chávez" en su gorra y verán a este sector consecuentemente votando por el burro. Pero el "target" u objetivo de la campaña de Capriles no son este grupo de votos inconscientes, sino el sector que muchos catalogan como "ni ni" o indeciso, junto con gran parte del electorado que respalda al proceso revolucionario. Pero, si se deben captar votos del otro lado de la acera ¿cómo se hace? pues bien, la solución implica el cruzar la calle para que el de la otra acera crea que estoy de su mismo lado y "simpatizo" con su pensar, confundiéndome entre la muchedumbre de la "otra" acera.
Se ha dicho reiterativamente que los asesores de Capriles están utilizando teorías, hipótesis y estudios originados por el lingüísta estadounidense George Lakoff. El detalle es que, como siempre lo ha hecho la Derecha en Venezuela, toman modelos foráneos y los trasladan directamente para introducirlos en nuestra sociedad que dista años luz de la estadounidense, objeto de estudio de Lakoff. Copiar métodos que rigen en una Mediocracia (donde mandan los medios de comunicación), para intentar implantarlos en la Venezuela actual donde el escepticismo hacia los medios es generalizado, creo es un gran error conceptual. Pero de todas formas, metámonos en los zapatos de los asesores de Radonski.
La mentira, lo ambiguo, lo generalizado, lo indefinido, lo falso, la máscara y la apariencia son las herramientas a usar. Recuerden muy bien que su fin último es mimetizarse con el electorado meta. Poco a poco han ido ejecutando el plan que les permite disfrazarse de corderos. Ya no pelean entre ellos y demuestran "unidad" por el país gracias a las Primarias que, fraudulentas y todo, se realizaron. Ya no son golpistas porque han trabajado de mano de instituciones como el CNE y la Fuerza Armada y se han "apegado" a la legalidad, aunque las decisiones del TSJ y demás confirmen lo contrario. Poco a poco se lavan la cara y posicionan una percepción de la oposición distinta a la ya conocida. Los medios de comunicación y analistas de la derecha, que bombardean diariamente al electorado, reiteran una y otra vez lo que dicta la línea de campaña. La intención es hacer borrosa, confusa y poco definida la silueta del coyote. La gente debe confundir la sombra del coyote por la sombra de un cordero.
Tenemos un discurso anticoagulante por parte del candidato Capriles, es decir, la idea es decirlo todo y a la vez no decir nada. Enunciados y palabras cuya connotación son 100% cónsonas con el ideario y los valores comunes del venezolano: "El progreso nos incluye a todos","éramos competidores,ahora somos un equipo","derribar cercas que dividan y construir puentes que conecten tus problemas con las soluciones", "cabemos todos para beneficiarnos todos", "tranquilidad y orden", "no pienso pararme en conflictos". Esta retórica busca mostrar el "cuadro final" de la Venezuela que él quiere. No pueden generar confrontación ni lo harán porque confrontar implica argumentar y diferenciar modelos ideológicos. Además, quien es el estandarte de la "conciliación y la paz" no se puede poner a discutir o confrontar puntos de vista.
El candidato cada vez que abra la boca será para afianzar el QUÉ: lo que lo motiva, por qué lo motiva, qué es lo que hará, qué es lo que él es. Lo que jamás deberá encarar será el CÓMO: cómo hará lo que dice, cómo demuestra con hechos quien dice ser, cómo sería su gestión en diferentes áreas, etc. El método que piensa aplicar brillará por su ausencia. Los mensajes que emita ante los medios deberán tener la extensión de un océano pero la profundidad de una taza de café. Su campaña apelará a la inconciencia, ignorancia y debilidad ideológica del elector. Así como se domina a la sociedad esnobista estadounidense, Capriles pretenderá conducir como borregos a los electores incautos de Venezuela.
En definitiva, una campaña que ve a gran parte del electorado como ingenuos ciudadanos que se creen lo primero que le dicen. Eso es subestimar a la mayoría de los venezolanos. El tiempo dirá si esta fórmula gringa aplica en la Patria de Bolívar.
Excelente artículo.
ResponderEliminara chavez si se reconoce por coyote y robolucionario..
ResponderEliminarMe parece fuera de serie lo que dice este señor el cual se hace llamar politólogo y escritor, y sus otros hobbies, yo voté el 12F y como ser racional (que no me dejo engañar por cualquier partido, pues no estoy inscrito en ninguno), voté con conciencia y no fue irracional mi voto, y tampoco me arrepiento (porque dura más un peo en un chinchorro que lo que dure votando). Voté pues mi tio el cual es oficialista me dijo que perdería mi primer voto, pues desde el IMPERIO y PANAMÁ se habia dicho que Pablo Pérez ganaría. Otras de las cosas que recuerdo fue la campaña mediática que llevaba a cabo los partidos politicos de la televisión pública (VTV el canal de todos los venezolanos...que viven el país de las maravillas!) donde ratificaban que no habría primarias, y miren se les cayó su discurso en el cual perdieron credibilidad...!Luis Castro, estudiante del tercer semestre de Ing. Metalurgica en la UNEXPO de Barquisimeto.
ResponderEliminarExcelente artículo Keny, los deja tan en evidencia que mira cómo se ofenden, les duele ver desde ya su inevitable derrota.
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