miércoles, 4 de abril de 2012

Diatriba mediática

Artillería mediática disparando es lo que vemos a diario

Mucha de la cobertura mediática dedicada a la contrainformación por parte de los medios de la revolución es excesiva. Se desgastan horas, programas, recursos tecnológicos, equipo humano y demás en reaccionar a la pauta informativa o de opinión de los medios de oposición. El conflicto de mensajes desde diferentes puntos de vista y con propósitos contrapuestos invade la pantalla, la radio, el papel y la internet. Los medios de derecha asumen el rol de partidos políticos y los medios de “izquierda” se esfuerzan en desacreditarlos ética y moralmente poniendo en duda la capacidad que tengan para ejercer ese papel. El debate de ideas pasa a un segundo plano y es opacado por el debate de medios.

Ideologizar o adoctrinar en los principios y valores de la revolución no es prioritario mediáticamente excepto para el líder de la revolución que, gracias a Dios, dedica cerca del 60% de sus intervenciones en impartir ideología, conocimientos, valores, principios y anécdotas que educan al colectivo en lo que es ser una persona con orientación socialista y revolucionaria. Trata de formar con la palabra indicando el rumbo a seguir. Expone ejemplos simples que son entendibles por todos. Se enfoca más en educar y construir antes que confrontar y desacreditar.

Pero vemos programas y espacios dedicados a la confrontación con medios de derecha. El empeño en contrainformar parece obsesión que guía a la comunicación “revolucionaria”. Los logros y metas alcanzadas por Hugo y el Gobierno Bolivariano se ven opacados. Principios socialistas, valores, ética y moral del “Hombre Nuevo” brillan por su ausencia en la mayoría de los casos. Presentadores hacen el “show” diariamente girando en torno a los dueños de medios y sus empresas, preocupándose más en las razones para no creer en los demás, antes que en las razones y hechos tangibles por las que se debe creer en el socialismo bolivariano.

¿Quiero que la gente deje de creer en los demás o prefiero hacer que la gente crea y defienda a la Revolución? Obviamente el Comandante Chávez apunta a lo segundo pero, extrañamente, muchos medios de izquierda buscan más lo primero.

1 comentario:

  1. Pareciera que la moda es la confrontación. Se me ocurre que tiene que ver con aquello de que instintivamente siempre que percibo amenaza huyo o ataco. Atacar implica hacer frente. Primitivamente la fuerza prevalecía. Hoy es otra cosa. Si soy consciente de mi co-existencia con el otro, el manejo de las diferencias no debe implicar la anulación del otro. El desarrollo y evolución humana avanza por la vía del respeto, lo cual indica que entiendo como puede llegarse a una conclusión si se parte de las ideas del otro. Más, si ese otro ampliara su campo de reflexión e incluyera los detalles y perspectivas que yo y los demás tienen y yo hago exactamente lo mismo, las cosas cambian de manera hasta dramática. Al final, el debate es entre mi ego y el del otro. Cuando ambos transitan hacia el entendimiento y a la sincronicidad y a la armonía precursoras de la paz, el egoismo de debilita y abre espacios al entendimiento y a la solidaridad, esa que yace en el compartir genuino. Si los intereses o motivos son mezquinos eso es primitivismo. El Dr Blanco lo denominaba ¨Marginalidad¨. Hoy el mundo es otro, mucho menos primitivo aunque hay intereses poderosos que se nutren del primitivismo y lo fomentan. Aquellos que no se descubren viviendo en este otro siglo de desarrollo son presa fácil para una confrontación donde la eliminación del otro es el objetivo.
    Es necesario subir a otro nivel, aquel en el que demuestro que respeto y reconozco las opiniones del otro, pero antes de preparar mi arsenal de combate contra tu posición, ahora uso mi capital intelectual para ponerlo a tu dispocicion, sin agresión y demostrando el genuino deseo del entendimiento mutuo y el beneficio compartido.
    Mi mamá decia que ¨para pelear se necesitan dos: Con uno que no quiera ....se acaba la pelea¨. Yo no quiero pelear. No deberiamos sucumbir instintivamente al impulso de eliminar cuanta cosa diferente me sale al paso. Debemos compartir y llegar a acuerdos. Se que debo negociar y que la ganancia no es egoista, no esta diseñada para el beneficio individual, debe ser profundamente colectiva, todos debemos salir ganando.
    La confrontacion debe avanzar hacia el entendimiento, no debe perpetuar la eliminacion del otro. Es un nivel de discucion de verdadera altura que obliga reconocer el caracter primitivo y marginal para entonces poder desvalijarlo tan pronto lo vemos en nuestro camino de desarrollo.
    Finalmente: Las diferencias NO nos separan. Las diferencias son la sabiduria del camino hacia la union.El desafio inmediato: Aprender a Persuadir y Aprender a Aceptar.

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