jueves, 13 de febrero de 2014

Subversión cíclica

La coincidencia no es cuestion de casualidad

La subversión responde a acciones generalmente basadas en concepciones ideológicas, con las cuales se trata de desestabilizar un sistema político vigente para suplantarlo por otro de estructura y procedimientos distintos, generando las condiciones objetivas que desemboquen indirectamente en su debilitamiento moral por la incapacidad de ejercer eficazmente el Poder.

Lo que hoy ocurre en Venezuela se llama subversión. Así como en el año 2002, que lograron resquebrajar el Estado de Derecho, hoy la oposición vuelve persiguiendo el mismo fin pero con una fachada distinta. Misma esencia pero con diferente método. Hace casi doce años, existían varios frentes claramente visibles: empresariado, medios de comunicación, trabajadores, Iglesia y militares, sectores que abiertamente llamaban a derrocar a Chávez. Hoy es una subversión de tipo “brazos caídos” porque no dicen de frente “vamos a sacar a maduro” pero no mueven un dedo para que no se caiga.

Los sectores comprometidos son: medios de comunicación, empresa privada, todo el conglomerado MUD y afines, estudiantes y liderazgos políticos “islas” porque hacen creer son autónomos, que no responden a nadie y hasta que están peleados con sus aliados, pero a la final forman parte del engranaje subversivo. El eje de sus acciones es exacerbar el malestar, la ansiedad, la decepción, la depresión y la confusión de manera que la confianza en el sistema político se reduzca a la mínima expresión. Al no haber confianza entre gobernados y gobernantes se está a un paso del quiebre del orden establecido.

La población hoy sufre una metralla inmisericorde a través de operaciones sicológicas que impactan su conciencia e intentan formar un smog psíquico que no deja pensar con claridad. Hacen uso de la intoxicación lingüística para torcer concepciones. Estudiantes “pacíficos” cuyos métodos son violentos y demás incongruencias periodísticas vemos, leemos y oímos a cada rato. Este año no son los “Pistoleros de Llaguno” sino los “Colectivos armados” que desatan la violencia. Mismo guión con cambio de términos.

Hoy en día la revolución cuenta con mayores fortalezas a nivel institucional para mantener el orden y soportar las embestidas de la subversión. Quizá en el Golpe de abril de 2002 y sabotaje petrolero de 2002-2003 el error fue el perdón y la impunidad. Ojalá la subversión cíclica del 2014 no depare en lenidad cíclica. Quien tiene el Poder y no lo ejerce, lo pierde tarde o temprano.

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