¿Qué habrá pasado con el Tren Electromagnético de Venezuela? |
Los
sistemas ferroviarios de las principales naciones del mundo
comenzaron su desarrollo en la primera mitad del Siglo XIX: EEUU
(1827), Francia (1828), Alemania y Bélgica (1835) y en Rusia (1837).
El desarrollo económico de éstos estados ha recaído desde siempre
en una estructura de ferrocarriles fuerte, pudiendo afirmar que el
organismo vivo de la economía de una nación amerita un esqueleto de
vías férreas para que sea óptimo, eficiente y competitivo.
En
Venezuela parece todos los economistas piensan al revés respecto al
cómo desarrollar la economía, quizá porque la academia impone
enfoques reformistas anclados en intereses foráneos y no caen en
cuenta de ello. Vemos analistas afirmar con elocuencia lo que
necesita nuestro país para avanzar economicamente, pero casi ninguno
menciona que si no culminamos el sistema ferroviario nacional
cualquier esfuerzo de inyección de divisas y promoción de la
iniciativa privada o pública será en vano, se dibuje como se
dibuje, se mienta al respecto como se miente o se pronostique lo que
se pronostique.
Eso
es lo que ocurre en Venezuela, pretendemos crear un organismo
económico “fuerte” sin esqueleto. Seguimos dependiendo de polos
de desarrollo automotriz extranjeros para cubrir nuestros
requerimientos de distribución y transporte, tanto de mercancías
como de ciudadanos. Importación desmedida de vehículos de carga y
todo lo que ello implica para poder movilizar la economía del país.
El Gobierno sigue este criterio reformista en vez de darle prioridad
inmediata a la culminación del sistema ferroviario nacional que
según los planes más optimistas debería concretarse para el año
2030.
Ahora
al ingresar al Mercosur es indispensable acelerar la consolidación
de un sistema ferroviario que abarate el transporte de materias
primas a los polos industriales y luego economice grandemente el
traslado de los productos ya terminados hacia los puertos e iniciar
la exportación. Si no se toma con seriedad la necesidad de tener un
esqueleto ferroviario sólido, seguiremos como hoy teniendo una
economía con desventaja de casi 200 años al compararla con los
países industrializados.
Es
necesaria una Misión Tren que lleve a la revolución sobre los
rieles de la prosperidad económica. El ferrocarril debería
transitar por todo el país para antes del 2019 y no para el 2030, no
tomarlo como prioridad pone en riesgo a nuestra patria.
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