(Este artículo lo escribí en el 2004 pero mantiene su vigencia)
Si hablamos sobre el significado real del término revolución, nos daremos cuenta que plantea un cambio estructural en las formas de las relaciones sociales y de producción en nuestro país, por lo tanto, si se quiere que dicho cambio estructural se fortalezca, afiance y perpetúe en el tiempo a lo largo de la nueva historia que se está escribiendo en Venezuela, es primordial que la ideología revolucionaria se transmita, fomente e instruya al mayor número de ciudadanos pro-cambio, con miras a crear una conciencia colectiva que permita el fortalecimiento del proceso y le dé viabilidad a la propuesta de país plasmada en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Ahora bien, es necesario que todos los líderes y dirigentes entiendan la importancia que tiene el fomento de la ideología pre y post Referendo Presidencial, pues es falso aquello de que no hay tiempo para largas y complicadas teorías y que el fomento de la ideología puede ayudar un poco pero no mucho en el cambio de actitud de quienes con su comportamiento obstaculizan y entorpecen el proceso. Nada más lejos de la verdad.
Un líder revolucionario debe entender que hay una diferencia notoria entre los términos cultura e ideología y no sólo eso, sino que debe darse cuenta que la ideología forma parte de la cultura de un individuo y, por lo tanto, determina su accionar o comportamiento. La ideología es el conjunto de concepciones, sistema de ideas y representaciones, que domina el espíritu del hombre o un grupo social y la cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales creados por la humanidad en el curso de la historia.
Aclarados estos términos, podemos responder con mayor facilidad a la pregunta ¿la ideología puede ayudar a fortalecer el proceso revolucionario?
Gran parte de quiénes apoyan al proceso revolucionario lo hacen siguiendo el liderazgo carismático de nuestro Presidente Hugo Chávez y porque se sienten identificados con las políticas de gobierno implementadas a lo largo de su mandato, ahora bien, el carácter de la ideología es tan importante en la actualidad porque aquellos que apoyan el proceso están ávidos y necesitados de conocer con profundidad de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde se dirige nuestro país y, principalmente, qué es lo que significa la revolución y sobre qué bases se construye.
Si queremos cambiar la manera de pensar, las actitudes y la cultura del venezolano hacia una nueva percepción de lo que significa ser un ciudadano que piensa en comunidad y privilegia el colectivo, la instrucción ideológica es la única manera de hacerlo. Si se quiere un cambio social y un cambio de estructura, es necesario que cada revolucionario conozca y entienda lo que se quiere hacer en el país, es fundamental que asuma como suyo los ideales revolucionarios, hecho que elevará su convicción y compromiso para defender a nuestra patria.
Si se imparte ideología revolucionaria, se le brinda motivación a esa masa de compatriotas que apoyan al proceso pero no conocen a ciencia cierta qué es lo que significa, es más, si se imparte ideología, cada ciudadano podrá conocer el rumbo marcado para mejorar nuestro país e identificará la verdadera orientación que debe encausar el accionar de los demás revolucionarios, por ejemplo, si tenemos a un funcionario público que ejerce un cargo de elección popular, dice ser revolucionario, pero ninguna de sus acciones ha tendido a fortalecer la participación y transferir la toma de decisiones al colectivo, la ideología impartida a dicho colectivo lo convertirá en sujeto del cambio social porque exigirá la retoma del verdadero camino revolucionario y vigilará para que el rumbo se mantenga. Esta es la importancia de la ideología.
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