jueves, 15 de marzo de 2012

Cáncer con "C" de Capitalismo

Si el capitalista destruye al planeta en su beneficio, ¿por qué no habría de destruir a sus clientes con sus productos?

El otro día ví un documental titulado “Forks Over Knives” (Tenedores sobre bisturís) que es impactantemente revelador y revolucionario porque desmitifica las creencias mantenidas durante años sobre la alimentación del ser humano y su relación con el surgimiento de enfermedades tan desastrozas para la humanidad como el cáncer. Para ser preciso, a continuación traduzco parte de la sinopsis del filme porque lamentablemente todo el material aún está sólo en inglés:

¿Qué nos ha ocurrido? A pesar de la tecnología médica más avanzada del mundo, estamos más enfermos que antes desde todo punto de vista.

Dos de cada tres de nosotros tiene sobrepeso. Los casos de diabetes se han disparado, especialmente entre la población más joven. Alrededor de la mitad de nosotros estamos tomando al menos un medicamento recetado. Las principales operaciones médicas se han convertido en rutina, ayudando a elevar los costos de atención de salud a niveles astronómicos. Las enfermedades del corazón, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares son en el país (Estados Unidos) las tres principales causas de muerte a pesar de que miles de millones de dólares se gastan cada año en la "batalla" contra estos males. Además de ésto, millones de personas sufren de una multitud de enfermedades degenerativas.

¿Podría ser que hay una solución única para todos estos problemas? ¿Una solución tan completa e impactante, pero tan sencilla a la vez que ninguno de nosotros la ha tomado en serio?

Tenedores sobre bisturís” plantea en profundidad que la mayoría, si no todas, las enfermedades degenerativas que nos aquejan pueden ser controladas e incluso revertidas al rechazar alimentos basados en animales y comida procesada. El argumento principal de la película rastrea los viajes personales de un par de pioneros investigadores, el Dr. T. Colin Campbell y el Dr. Caldwell Esselstyn.

El Dr. Campbell, un científico nutricionista de la Universidad de Cornell, estuvo enfocado a finales de los 60s en la producción de alimentos de "alta calidad" con proteínas de origen animal que serían distribuídos en las zonas pobres y desnutridas del tercer mundo. Mientras realizaba sus investigaciones en Filipinas, hizo un descubrimiento que cambiaría su vida: los niños más ricos del país, que consumían cantidades relativamente altas de alimentos de origen animal, eran mucho más propensos a contraer cáncer de hígado. Por su lado, el Dr. Esselstyn, un experto cirujano y jefe del equipo de lucha contra el Cáncer de mamas de la Clínica de renombre mundial ubicada en Cleveland, encontró que muchas de las enfermedades que son habitualmente tratadas en EEUU eran prácticamente desconocidas en algunas partes del mundo en el que los alimentos de origen animal son rara vez consumidos.

Estos descubrimientos inspiraron a Campbell y Esselstyn, quienes no se conocían, a llevar a cabo varios estudios innovadores. Una de sus investigaciones tuvo lugar en China y sigue siendo de las más completas que se hayan hecho hasta el presente. Su trabajo los llevó a una conclusión sorprendente: las enfermedades degenerativas como las afecciones cardíacas, diabetes tipo 2, e incluso varias formas de cáncer, podrían evitarse casi siempre - y en muchos casos ser revertidas - mediante la adopción de un alimentación o dieta basada completamente en vegetales. A pesar de las profundas implicaciones de sus hallazgos, su trabajo se ha mantenido relativamente desconocido para el público.

La idea de los alimentos como medicina se pone a prueba en el documental. A lo largo de la película, las cámaras siguen a pacientes de la vida real que tienen condiciones crónicas de enfermedades cardíacas y de diabetes. Los médicos enseñan a estos pacientes a adoptar un conjunto de alimentos, una dieta basada en vegetales, como el enfoque principal para el tratamiento de sus dolencias mientras que los retos y triunfos de sus viajes son revelados.”

"ADVERTENCIA esta película puede salvar tu vida"
El documental me pareció excelente y muy verídico sobre todo porque hace una crítica contundente al modelo de alimentación establecido por el capitalismo a nivel mundial que ve en el consumo de proteína animal y alimentos procesados un indicador de la “prosperidad” o “desarrollo” de las naciones. De hecho, si vemos las cifras a nivel de todo el planeta, los países con mayores índices de desarrollo de cáncer por habitante curiosamente son también los países más “desarrollados” según el modelo y clasificación capitalista. Naciones cuyo consumo per cápita de proteína animal es mucho más elevado que el promedio de los países en “vías de desarrollo” sucumben ante el surgimiento de cada vez más enfermedades degenerativas en su población (cifras de cáncer en países más y menos desarrollados). Algo lógico de considerar porque quien produce alimentos con mentalidad mercantil y capitalista sólo busca hacer dinero y generar rentabilidad, más no generar salud entre los consumidores que adquieren e ingieren sus alimentos. Si la salud y alimentación balanceada fuese la meta de corporaciones como Mac Donald´s, dudo mucho existirían.

La Pirámide Alimenticia está mal diseñada según los estudios planteados en el documental porque en el tercer escalon nos ponen:

carnes magras, como pollo, pescado y los huevos o blanquillos. Estos son una gran fuente de proteínas, vitales para que el cuerpo funcione correctamente, lo recomendable es comerlos dos o tres veces al día. Leche y productos lácteos, tofu o queso y leche de soya, también se encuentran en el tercer escalón y son una gran fuente de calcio, que es fundamental para la salud de nuestros huesos. Hay tres tipos de carnes, las de marisco-pescado, las carnes de ave y las carnes rojas de animales como cerdo, cordero, vacuno, la carne más recomendable es la blanca, la carne entre más roja sea y más grasa contenga es más dañina”.

De forma reveladora, éstos productos son distribuídos por las mayores y más rentables corporaciones de alimentos en Estados Unidos y serían, en todo caso, los principales generadores del cáncer.

Pero el modelo alimenticio no sólo destruye al organismo humano, también destruye al planeta y acelera las condiciones de desigualdad en el acceso a alimentos. Según un informe ofrecido por la UNESCO en el IV Foro Mundial del Agua (México, 2006), para producir 1 kilo de carne de res se necesitan 15.000 litros de este líquido. En cambio, para producir 1 kilo de cereal se necesitan 1.300 litros. Ahora, si 225 gramos de carne sirven para alimentar a una persona, se podría afirmar que esta inocente acción le estaría quitando la oportunidad a otras 45 de recibir una ración de cereal del mismo peso con igual capacidad nutricional (por no decir mayor).

En la película ví gente que tenía cáncer terminal y los doctores tradicionales le pronosticaban varios meses de vida porque ya tenían metástasis. Gente que tenía que tomarse cerca de 10 a 15 medicamentos diarios para “controlar” su condición y que cambiaron trascendentalmente su alimentación a comida vegetariana: cero carne, pollo, pescado, huevos, leche, mantequilla, queso, etc. Luego de semanas sin ingerir proteína animal, dejaron de ser esclavos de las medicinas (no toman ni una pastilla al día), y están en condiciones físicas que jamás ostentaron siquiera en su juventud. El cáncer sale abatido tan sólo por la dieta, nada de quimios, nada de radiación, nada de “remedios” que envenenan al cuerpo.

Desde chamo había creído que los ricos como tienen bastante dinero le pueden dar más carne a sus hijos y, por lo tanto, los chamos crecen más fuertes y con mayores posibilidades de triunfar. Desde ahora mi pensar es distinto y entiendo que los que más dinero tienen y consumen más proteína animal sólo tendrán más probablididades de contraer cáncer. De hecho, ya en mi núcleo familiar estamos tratando de reducir el consumo de estas proteínas aunque la resistencia al cambio de uno mismo es notable.

Ojalá los doctores que atienden al Comandante Chávez sepan de estas investigaciones. Creo que no, porque siguen utilizando el procedimiento tradicional de la quimio y radiación. Ojalá intenten algo innovador y trascendental para curar al hombre del que dependen muchos niños, familias y la paz en Venezuela. Ojalá que, entiendan e implementen lo que decía Hipócrates a sus discípulos 400 años A.C “Deja que la comida sea tu medicina y la medicina, tu comida”.

1 comentario:

  1. Mel Robbins en su libro¨Stop saying you´re fine¨demuestra que por razones de cortesia, socializacion y miedo al rechaso todos nos hemos acostunbradoa responder cada saludo diciendo I´m fine, Ok or whatever. Estudios revelan que en el 90 por ciento de los csos es una respuesta falsa al punto que muy pocas personas realmente se sienten bien y menos las que mantienen ese verdadero bienestar.La gente ya no sabe que es y como es sentirse realmente bien, especialmente en la voragine de la vida moderna. Hemos perdido los signos de bienestar y solo de manera intermitente lo disfrutamos de forma genuina. Lo peor es que se asume como normal sentirse incompleto, reducidas las capacidades, con multiples y frecuentes malestares, poca memoria, cansancio , agotamiento. Se llega a asumir que asi es la vida de todas las personas y no se hace nada por explorar mejores niveles de bienestar. Lo curioso es que ya ni siquiera la consulta medica y la medicacion satisfacen el requerimiento de bienestar. Este evento devela este fenomeno y facilita opciones para conseguir una experiencia vital de bienestar superior. No te lo pierdas.
    FREE Worldwide Online Premiere - Hungry For Change - A Food Matters Film
    www.hungryforchange.tv

    ResponderEliminar