jueves, 19 de septiembre de 2013

El proveedor

La guerra económica tiene a los capitalistas devorándolo todo

Usted seguramente ha adquirido algún producto de primera necesidad en las últimas semanas y ante el precio descaradamente especulativo del bien le ha consultado al cajero la razón del aumento. Esta pregunta es bastante probable le haya sido respondida de manera inmediata con el típico “el proveedor subio los precios y eso llegó así” o el clásico “todo está más caro” a lo que usted con resignación paga con dolor la adquisición de algo que hace unos días le costaba la mitad.

De los males que sufrimos como venezolanos, la especulación es el más latente, constante, y democrático porque afecta a todos por igual. Venezuela es el único país donde las leyes de economía no rigen y se aplica la “ley de la selva” a nivel del intercambio comercial. Conceptos como usura y codicia son articulados constantemente por comerciantes sin escrúpulos pero con voracidad capitalista. La guerra económica está en pleno apogeo y en la calle vivimos una economía de guerra. Escasez, acaparamiento, especulación irracional, burla y desprecio ante el consumidor, etc.

Un amigo que es encargado de una panadería en el interior del país me comentó que al dueño de la misma el Indepabis lo había inspeccionado y lo había sancionado con multas que rondaban los 35 mil bolívares en total. Me lo comentó con cierto asombro por lo elevado de la cantidad pero en seguida le pregunté qué cantidad vendían al mes y me dijo que en promedio facturaban cerca de 21 millones de bolívares. Saqué una cuenta rápida y constaté que el monto de la sanción, si acaso, representa el 1.5% de lo que factura al mes. Ante esto, me dijo que al dueño de la panadería le daba más que todo “ladilla” por el papeleo que implica el pago de las sanciones que el monto del dinero en sí. Eso les aseguro es lo que pasa a nivel nacional, las multas inocuas no corrigen la lógica perversa de un comerciante irracional que quiere maximizar su ganancia a costa del bolsillo del pueblo.

Indepabis actúa con prestancia, atiende denuncias, inspecciona y sanciona pero no es suficiente. La economía sigue estando en manos de una élite de capitalistas que ponen al país de rodillas cada vez que les da la gana, así sea para implorar por papel sanitario. La cuerda se está tensando y el pueblo es sabio ¿será que nosotros mismos tomaremos las acciones para sanear el comercio y que se acabe la guachafita? Nos empujan a ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario