"Yo soy más revolucionario que Nicolás"

Revolución económica, etapa difícil que encara Nicolás Maduro

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Las críticas destructivas abundan en una Venezuela donde muchos eruditos carmesí consideran que señalar con el dedo al otro para culparlo es la acción que produce mayor crecimiento del intelecto, ayudando a que la revolución se haga irreversible y que la patria se fortalezca.

Cuando se habla de autocrítica, hay que tener bien claro que al primero que se debe criticar es a uno mismo. No vale eso de señalar a otro que se encuentra entre los “míos”, mientras yo marco distancia de él o ella. Es decir, uno debe involucrarse y considerarse parte del problema, planteando posteriormente una forma de acción a través de la cual se proponga solventar lo esgrimido como negativo. Eso mostraría una actitud de motivación y proactividad que distaría sobremanera de la muy mal vista “crítica destructiva” que nos inunda.

Chávez siempre exhortó a la autocrítica, pero una autocrítica traducida en verbo, en acción. Hoy vemos que el presidente Maduro es objeto de críticas hiper destructivas que más bien parecen ser campañas de intriga contra su figura, su legitimidad y compromiso. Quienes lo atacan así, aunque no lo digan, lo primero que expresan es “¡Chávez, te equivocaste!”. El acribillamiento moral contra el presidente obrero parece más bien algo personal, porque el análisis que se hace de la realidad nacional es mezquino, superficial, unidimensional e intrigante. Peor cuando sentencian “Maduro está destruyendo el legado de Chávez”.

Para mí, el Presidente Maduro ha vivido la etapa más intrincada, adversa y difícil de la revolución bolivariana y ha dado la talla. Lo que vivimos es un proceso, y como tal, presenta etapas, períodos o lapsos. Chávez inició la revolución política, para luego consolidar la revolución social con la dignificación de los excluídos. Luego de trascender el Comandante Supremo, Maduro asume la dirección del autobús y le toca transitar por la ruta de la revolución económica. Tarea ardua y extremadamente complicada en una Venezuela donde la estructura del capitalismo parasitario, devorador de la renta petrolera, ha estado intacta durante decenios.

La revolución es perfectible, no destructible. Quienes buscan preservar el legado de Chávez deben asumir como bandera la primera premisa, porque de lo contrario, muestran afinidad por la segunda diciendo una y otra vez “Yo soy más revolucionario que Nicolás”.


"I am more revolutionary than Nicolas"

Destructive criticism abound in Venezuela where many scholars consider crimson to point fingers to blame the other is the action that produces the greatest growth of intellect, helping the revolution become irreversible and the country strengthened. 

When speaking of criticism , it should be clear that the first thing to criticize is oneself. Is not valid to point to another that is between " mine ", while I frame distance from he or she. It is to say, one must get involved and be considered part of the problem , proposing then a form of action through which it is proposed to solve that which is wielded as negative. That would show a proactive attitude of motivation that would fall far short of greatly frowned " destructive criticism " that overwhelms us.

Chavez always encouraged self-criticism, but self-criticism translated into verb , in action. Today we see that President Maduro is object of criticism hyper destructive that rather appear to be  intriguing campaigns against his figure , legitimacy and commitment. Those who attack him that way, even when they don't say it, the first thing that they express is "Chavez , you were wrong! " . The moral strafing against the worker president seems more personal, because the analysis that is done of the national situation is petty, superficial, one-dimensional and intriguing. Worse when sentencing " Maduro is destroying the legacy of Chavez." 

For me , President Maduro has lived the most intricate , adverse and difficult stage of the Bolivarian revolution and given the size . What we are experiencing is a process, and as such, presents stages , periods or lapses. Chavez began a political revolution , and then consolidated the social revolution dignifying the excluded. After the Supreme Commander transcended , Maduro became the director of the bus he has to and transit through the path of economic revolution . Extremely arduous and complicated task in Venezuela where the structure of parasitic capitalism, devouter of oil revenues, has been intact for decades. 

Revolution is perfectible , not destructible . Those seeking to preserve the legacy of Chavez must assume as a flag the first premise , because otherwise , show affinity for the second once again saying "I am more revolutionary than Nicholas."