miércoles, 27 de mayo de 2015

Raspados en economía patriótica

Es como estar rodeado de puros Jorge Roig, pdte de FEDECÁMARAS

Nuestro presidente obrero, Nicolás Maduro, debe estar muy mosca porque en las instancias del poder lo que siempre han abundado son especialistas en economía, asesores y demás maestros de los números con mentalidad burguesa que lo único que hacen es calcular decisiones en función de los intereses de las élites y poco, pero muy poco, en función de favorecer al pueblo y a la patria. Se les puede catalogar como “chavistas burgueses” que no son otros que aquellos que gustan de Chávez como líder del proceso revolucionario, pero tienen su corazón burgués palpitando y dictando su proceder.

Maduro dijo en su memoria y cuenta, hace varios meses, que tenía un gentío alrededor pidiéndole que devaluara la moneda, ¡Ojo pelao comandante obrero! porque a veces hay que cuidarse más de la gente cercana y disfrazada que de aquellos que atacan frontalmente desde lejos.

Reunirse con la Ford y realizar acuerdos tras bastidores demuestra flagrantemente que hay intereses dispuestos a ceder la soberanía del país a cambio del chantaje burgués. Las trasnacionales gringas han robado siempre en nuestro suelo, su propósito es mantener el territorio colonizado económicamente y contribuir a un mercado abierto para elevar la producción y rentabilidad de las fábricas y sus dueños en Estados Unidos, el Imperio.

Es inconcebible que el Gobierno Bolivariano se reúna a “conversar” con quienes fungen como actores principales del desangramiento de la economía nacional a través de las solicitudes de divisas. El automotriz está de tercero en el ranking de sectores que piden más dólares, sólo detrás de alimentos y medicinas. En la Guerra Económica ellos son enemigos de la Patria, son el parásito que enferma el organismo de nuestro país. Ellos son el cáncer a extirpar.

Los economistas que afirman que darle más dólares a las corporaciones de vehículos , vengan de donde vengan, permitirá que aumenten su producción y reactiven el parque industrial venezolano son simples farsantes. Una compañía estadounidense en suelo venezolano no tendrá otro propósito más que mantener las condiciones de dependencia económica de nosotros hacia ellos, mantenernos subdesarrollados, oprimidos y subordinados. No hay que creerle a estos mentirosos que muestran un espejito como algo de supremo valor, mientras nos quitan el oro.

¿Por qué no se establecen convenios de fabricación, no ensamblaje, de vehículos con compañías de otros países que no sea EE.UU.? Acá tenemos toda la materia prima necesaria para fabricar un carro desde cero ¿es acaso muy difícil y se requiere de tecnología espacial para lograrlo? ¿No puede haber un proyecto nacional de un carro 100% venezolano? ¿No existen ingenieros ni gente preparada acá? Debemos establecer prioridades y dejar de escuchar a los economistas burgueses que como quinta columnas destruyen lentamente al proceso desde dentro.

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