Chávez siempre habló del eje de Desarrollo Orinoco - Apure |
He
conversado con funcionarios y personas ligadas al gobierno central,
al poder gubernamental que reside en Caracas, y he notado que existe
una distorsión perceptiva considerable respecto a lo que creen está
sucediendo en el interior del país. Para nadie es un secreto que la
revolución bolivariana ha centrado su accionar en dar voz y
dignificar a sectores excluídos de todo el territorio y más allá a
través de sus políticas, pero el desbalance existente entre lo que
se ve en la capital y lo que se vive en otras ciudades es notable.
Vamos a
irnos por lo básico, en Caracas abundan los parques para niños y
espacios para su libre esparcimiento. Existen alternativas en la
metrópoli para que los chamos se entretengan gratis o casi gratis.
Tenemos teatros, sitios turísticos, y demás opciones para eludir el
tener que “morir” yendo a un centro comercial grandotote a
caminar como hámsters mientras vemos vitrinas al estilo de zombies
del consumismo. En la mayoría del resto de ciudades es al revés,
brillan por su ausencia teatros, parques para niños y sitios
turísticos acondicionados y mantenidos para tal fin por lo que no
queda otra que ir en familia a pasar la tarde en un templo del
consumo.
Si
hablamos de la Guerra Económica, pues los capitalinos tenemos la
ventaja que conseguimos los productos que en el resto del país hace
meses que no se ven en anaqueles. En el eje del poder central, hay
mayor abastecimiento y es más fácil comprar los productos
sensibles. A veces, hay que hacer colas kilométricas por horas pero
uno sale con los productos en la mano. En ciudades como Acarigua y
Barquisimeto es todo lo contrario porque hay que cuadruplicar los
esfuerzos para conseguir los productos necesarios, si es que se
llegan a conseguir, cosa que sucede prácticamente nunca.
Si
hablamos de vialidad, pues las autoridades locales y regionales se
olvidan de sus competencias. Huecos, ausencia de demarcación, etc es
el común denominador de unas gestiones etéreas. En el corazón del
poder nacional, vemos construcción de soluciones viales e
iniciativas por tratar de ordenar y optimizar el tránsito. Dos
realidades en un mismo territorio, dos verdades de una misma patria.
Aquél
dicho que reza “Caracas es Caracas, y lo demás monte y culebra”
parece que aún tiene cierta vigencia. Las cosas en el interior no
son como creen la mayoría de citadinos que viven en la capital del
país. En oportunidades pareciera que la revolución se “estancó”
y llega con ímpetu únicamente al centro del poder ¿dónde está el
balance? ¿dónde están los ejes de desarrollo a lo largo y ancho de
nuestro territorio? Hay que conocer lo que viven en el caserío, en
los pueblos, en las montañas, en los llanos. Encerrarnos en la
motrópolis y creer que la realidad de otros es la misma que la
propia es estar a un paso de la disociación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario