martes, 20 de octubre de 2015

Tiro por la culata

¡Tremendo fallo!

Los gringos imperiales, la oposición fascista y los empresarios vendepatria aplican en Venezuela una Guerra No convencional acompañados de la Conferencia Episcopal venezolana, los estudiantes guarimberos, periodistas y medios de derecha, los infiltrados saboteadores en instituciones gubernamentales, los paramilitares y el frente diplomático que asedia a nuestra nación a través de conflictos fronterizos. Vivimos una “tormenta perfecta” como nunca antes la habíamos experimentado.

El eje estratégico de la contrarrevolución apunta a hacer invivible Venezuela, inviable su sistema político, aborrecible su cotidianidad y asfixiante su economía. Nos llevan al extremo desde todos los puntos de vista. Tal como si se tratara de un juego de ajedrez, atacan con todas las piezas en todos los movimientos posibles. Nunca antes la revolución bolivariana había estado en una situación tan comprometida y tan adversa, pero ¿qué pasa si las cosas no salen como lo tiene planeado Estados Unidos?

 La MUD es una organización cuyo logotipo debería ser la imagen de una guabina porque apuestan a la política bombardeándola, cambian de parecer para adelante y para atrás, secundan intereses foráneos, se apuñalan mientras aparentan unidad, etc. Dicen ir a elecciones pero no firman acuerdo para respetar resultados ni participan en simulacro electoral, ¿quién los entiende?

El chavismo y la izquierda venezolana muestran una maquinaria aceitada que vuelve polvo cósmico cualquier intento derechista por posicionarse en el escenario político a través de elecciones. Las parlamentarias ya parecen pan comido para el PSUV y el GPPSB, la gente en la calle, dentro de su molestia por los fenómenos de la Guerra Económica, luce engrinchada porque identifica a la burguesía y las élites económicas como culpables. Ahora, mucho más obvio, luego de la llamada de Mendoza negociando la venta de Venezuela con el FMI.

El pueblo venezolano se crece en la adversidad. Ya no somos los pendejos que confiamos en demagogos que ofrecen pagarnos el salario en dólares, uno que otro lo creerá ilusionado pero la gran mayoría aborrece esas ofertas engañosas. Los números a la derecha no le dan para ganar la Asamblea Nacional, eso es evidente. Con todo su complejo entramado conspirativo parece que les saldrá el tiro por la culata. Si esto pasa así tendremos un 2016 muy interesante, extirpando el cáncer parasitario de la economía del país a través de nuevas leyes.

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