sábado, 31 de mayo de 2014

Comunicación en el Siglo XXI





Presentación que expone una comparación entre las tendencias tradicionales que se imponían a través de los medios de comunicación y el surgimiento de la web 2.0 como plataforma que amplia la posibilidad de crear y difundir masivamente contenidos sin la necesidad de poseer la costosa infraestructura de medios como radio, tv y prensa escrita.

Se mencionan algunas tácticas para generar contenido valioso que pueda tener relevancia en la Internet, además de mostrar algunos ejemplos de portales y blogs de actualidad (mayo 2014) que utilizan dichas herramientas.



viernes, 30 de mayo de 2014

Vivir Viviendo, Vivir Gozando

Con subsidios indirectos el Estado la ponía fácil para viajar

En Venezuela, la dinámica intrínseca de un sistema que privilegiaba a unos pocos y perjudicaba a muchos se impuso durante la mayor parte del siglo XX. De hecho, la Cuarta República, el bipartidismo adeco – copeyano, la democracia de élites y su lógica representativa en la que los pudientes usurpaban al pueblo en cuanto a ser beneficiarios del Estado, creó una realidad social donde la carencia y miseria generalizada eran el común denominador.

En la quinta república se ha hablado y se habla de “saldar la deuda social con el pueblo venezolano”, entendiendo como deuda aquellas situaciones de desatención entre el Estado y los habitantes. Necesidades insatisfechas que los gobiernos anteriores jamás buscaron atender, hoy son prioridad en revolución. Realidades como alimentación, salud, educación, deporte, cultura, vivienda, tecnología y otras hoy son prioridad en el esquema de corresponsabilidad existente entre el Pueblo y el Gobierno Bolivariano. La dinámica del ejercicio del poder ahora fluye hacia otros estratos de la sociedad, no se queda simplemente en la cúpula beneficienado a una minoría.

Ahora bien, pareciese que algunas de las medidas implementadas para saldar esa deuda hubiesen sido desvirtuadas de su carácter emancipador, humano y democrático. El “Vivir viviendo” tan reiterado por Chávez, desde un inicio fue utilizado por muchos para hacer negocio, fortalecer mafias y estafar al Estado.

Vemos gente que vende las canaimitas, sabemos de infinidad de personas pudientes que tienen más de un carro conduciendo vehículos Chery, los raspa cupos abundaron y abundan en una sociedad que se la pone “de bombita” a quien quiera hacer un guiso, mafias venden medicamentos gratuitos que da el Estado, adquieren vivienda de la Gran Misión Vivienda Venezuela y apenas pueden la venden, celulares Movilnet son negociados por debajo de cuerda con precios multiplicados por cinco, bachaqueros extraen el 40% de la producción de alimentos regulados en Venezuela, casi toda la empresa privada ha durado años comprando con dólar CADIVI pero revenden a dólar ilegal robándole al pueblo o ni siquiera se molestan en importar productos sino que se roban los reales, mafias de alimentos desvían productos Mercal a restaurantes en zonas del jet set, algunos deportistas del motor guisan y estafan a la nación para llenar sus cuentas bancarias, Mi Casa Bien Equipada ha servido en ocasiones para equipar negocios privados, etc.

Hoy el llantén surge por la sinceración en la conversión de las tasas utilizadas por las aerolíneas para vender los boletos. Durante años nos aplicaron la máxima tarifa para poder sacar ganancias multimillonarias, hoy se deben aferrar a dólar SICAD II y como no se llenarán como quieren, activan la maquinaria mediática que desvirtúa la medida. Quizá muchos en Venezuela renieguen del socialismo, pero les encanta no Vivir Viviendo, sino Vivir Gozando.

martes, 27 de mayo de 2014

Convicción chavista

Esto no debemos olvidarlo jamás

Conversaba con una amiga, que considero del chavismo duro, sobre algunos aspectos de la realidad económica que vivimos los venezolanos hoy en día. Entre los puntos álgidos de nuestro diálogo, era obvio su malestar por la especulación y la inacción efectiva del gobierno al respecto. Mencionó también que no han publicado, la lista de empresas y de empresarios que se robaron cerca de 30 mil millones de dólares de CADIVI. Cerró con un contundente “ya me doy cuenta que esto lo vendieron hace rato”.

Al escuchar su tajante conclusión, vinieron a mi mente muchos episodios políticos de los vividos en los últimos 15 años que también podrían dar pie a la misma postura, por ejemplo: Chávez perdonó a los golpistas que siguieron y siguen dañando la patria con el indulto de 2007; Cadivi se creó en el 2003 y durante más de 10 años significó, según mi punto de vista, la democratización del robo y la estafa al Estado venezolano; jamás se impactó con creces a la estructura del capital financiero y parasitario que intoxica la economía del país, hoy está más fuerte que nunca; la Banca privada se ha enriquecido a costas de un Estado benevolente que no ha tomado la decisión puntual de nacionalizarla; las misiones, sobre todo las vinculadas con alimentos e insumos, son focos de corrupción y desvío evidente de sus propósitos; oligarquía, el gran capital nacional y comerciantes privados hacen lo que les viene en gana con los usuarios y clientes desde hace años.

Lo que vivimos hoy no se le puede endilgar al presidente Nicolás Maduro porque sencillamente la estructura que articula desde todos los flancos la guerra económica es un entramado que no se construye en un año, en dos o en tres. Apelar al razonamiento simplista de que “Maduro está destruyendo el legado de Chávez” es hacerle el juego a la Derecha porque evidencia la superficialidad en el análisis de la situación. Las cosas no son blanco y negro solamente, existen infinidad de matices.

El proceso revolucionario es eso, un proceso, que como tal implica etapas. En planificación estratégica situacional se hace un diagnóstico de la situación o posicionamiento estratégico inicial del gobierno para emprender los cambios que lleven a la posición futura deseada. La clave en el ejercicio de la gestión de gobierno está en visualizar muy bien la metaestrategia, que no es más que la sumatoria de todos los elementos que determinan toda estrategia: actores, operaciones, medios estratégicos y tiempo, asegurando la viabilidad y éxito del plan, de la Patria, tal y como lo conocemos hoy. Desde el 98, el plan ha venido avanzando y la marcha no se detiene, ya que aunque sea lenta sigue siendo marcha.

A nivel macro, la revolución tiene tres fases muy bien definidas que implican avances tácticos a la hora de consolidarlas: revolución política que implicó un nuevo marco jurídico, participación popular, despertar en la consciencia del pueblo; la revolución social evidenciada en la dignificación del ciudadano con la distribución del ingreso petrolero en programas de salud, educación, deporte, cultura, vivienda, etc, y la más complicada, revolución económica que implica la completa desarticulación del aparato burgués parasitario que domina la escena financiera de Venezuela. 

En esta etapa de revolución económica, que vivimos hoy, el proceso revolucionario debe atender lo que ha dejado pasar durante 15 años. Tal como lo colocó Chávez en la presentación del Plan de la Patria “No nos llamemos a engaño: la formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo.”

En definitiva, considero que nadie ha vendido nada ni se está traicionando ningún legado. Sólo hemos ingresado en la etapa más difícil de la revolución bolivariana que no es más que la revolución económica y apenas estamos empezando. Aferrémosnos a la última proclama del Comandante Chávez “¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!”, no podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer. No podemos vacilar, el proyecto necesita de convicción plena, de convicción chavista.

lunes, 26 de mayo de 2014

Asesino sin rostro

El verdugo de la patria, hoy aparece sin rostro
 
En el 2002 – 2003 Venezuela experimentó un proceso de desestabilización donde el blanco de los ataques era el pueblo. Todos recordamos la propaganda incesante que medios televisivos difundían para sacar provecho del descontento y malestar de la colectividad por hacer colas de varios días para adquirir gasolina, la ausencia total de productos de la cesta básica, etc. Se bombardeó a la población para generar un quiebre de la institucionalidad democrática, restar apoyo popular al gobierno y aprovechar esa circunstancia para desplazar a Chávez del poder legítimo que logró en elecciones.

Las caras visibles de la afrenta al pueblo promovida por la Derecha estaban definidas con nitidez: Confedereación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Fedecámaras, Conferencia Episcopal Venezolana, Medios de Comunicación privados, militares disidentes y la antigua PDVSA. Sin ningún pudor, todos estos sectores confrontaban abiertamente al presidente Chávez exigiendo su renuncia. El pueblo los identificó con facilidad y pudo deducir que las penurias vividas eran a raíz de las acciones por ellos emprendidas. Si faltaba gasolina, la gente sabía era por los golpistas de PDVSA, si sólo pasaban propaganda en la TV las 24 horas la gente entendía el propósito de ello y quienes lo hacían, si los comercios estaban cerrados, la gente conocía que era por orden de Fedecámaras.

Doce años después, en Venezuela evidenciamos casi las mismas penurias pero sin culpable aparente. Se afecta al pueblo con diferentes tácticas pero quien las articula, casualmente los mismos de antes, jamás lucen como causantes y la responsabilidad se le atribuye 100% al gobierno. Si hay colas, es por culpa del gobierno. Si algo cuesta 500% más que ayer, es culpa de la inflación que es consecuencia de la mala política económica del gobierno. Si no se consigue algún producto, es porque el gobierno no da dólares a la empresa privada. La especulación y acaparamiento no existen porque asumirlo así inmediatamente implica señalar al especulador y acaparador, en cambio, surgen de la nada la inflación y el desabastecimiento que son conceptos sólo usados para nublar el entendimiento de la realidad.

Aunque suene duro, desde 1998 cuando la Revolución Bolivariana asume las riendas del país hasta hoy, 2014, jamás se le tocó un pelo a la estructura del capital privado que rige el destino de la economía venezolana. La oligarquía de 1998 hoy tiene mayor poder económico que al final del siglo pasado. El capital privado está fortalecido y hoy acciona con todo su poder en contra de un sistema político que tiene la justicia social como eje de acción. Si eso no fuese así, la guerra económica que a todos golpea no se estuviera llevando a cabo. Al igual que en 2002 – 2003, el objetivo es aniquilar la moral del pueblo venezolano y desaparecer la confianza en el proceso revolucionario. El asesino sin rostro, sigue dándole puñaladas a la Patria, a nosotros el pueblo, a nuestra Venezuela.

¿Inofensiva Económica?

La Empresa privada sigue robando al trabajador
He conversado con varias personas que manifiestan inconformidad respecto a la forma como el Gobierno Bolivariano está encarando la implacable guerra económica que el sector privado ejecuta para afectar directamente al pueblo y que así, se reduzca a la mínima expresión el apoyo y respaldo popular a la gestión revolucionaria.

Entre los argumentos más comunes destaca el hecho de que se siguen efectuando fiscalizaciones y vemos por los medios gubernamentales, mayoritariamente, los excesos cometidos por la empresa privada. La usura, la especulación y el acaparamiento se repiten incesantemente pero jamás se ve o se conoce de algún dueño de empresa o comercio que haya sido encarcelado. Pareciera que en la aplicación de la Ley de Costos y Precios Justos, obvian el apartado que establece prisión de 8 a 10 años para quien cometa los delitos de especulación, usura o boicot. De hecho, da la impresión que estos crímenes los comete el “negocio” y no el dueño del negocio, responsable de los delitos.

Se hace énfasis en la imposición de multas, en la confiscación de los bienes o productos para venderlos a los precios justos, cierres temporales, etc, pero medidas drásticas contra este flagelo no aparecen. Un familiar me decía que la gente le tiene más miedo a pasar 24 horas en prisión, que pagar una multa de 24 mil bolívares. ¿Será que la lenidad da paso a que los ataques de la empresa privada contra el pueblo y la patria se sigan perpetuando?

Otro factor determinante es el hecho que las fiscalizaciones no se enfocan en los comerciantes que día a día le venden al pueblo lo que les da la gana y al precio que les da la gana. No vemos inspecciones en las bodegas, no vemos inspecciones en fruterías, la carnicería del barrio o de la urbanización no es fiscalizada, la panadería de la esquina actúa como si no existiera gobierno, etc. La red de establecimientos a dónde el pueblo debe acudir para comprar frecuentemente sigue especulando a sus anchas y, lo he constatado, aumentan los productos a veces hasta por hora: lo que en la mañana costó 50, en la tarde cuesta 55 bolívares.

Es imprescindible darle poder al pueblo para que actúe contra especuladores, acaparadores y usureros. Circunstancias excepcionales requieren la aplicación de medidas drásticas. No entenderlo así podría hacer que las acciones de la revolución sean inocuas en esta Guerra Económica.

lunes, 19 de mayo de 2014

Clase Media, confusión en expansión

100% cierto

Según se expone en el libro “El lenguaje al revés” de la antropóloga, Jacqueline Clarac de Briceño, “la ignorancia generalizada del venezolano (incluyendo a docentes de la escuela básica y de las universidades) acerca de la formación de su propia sociedad, los estereotipos racistas, los problemas de identidad cultural, la vergüenza étnica y la vergüenza cultural, la alienación cultural, nos hemos podido dar cuenta con el actual proceso de cambio que están mucho más presentes estos problemas identitarios en la clase media y en la clase dominante que en la clase marginada, la que fue excluída de la vida sociopolítica y económica del país, tal vez justamente por esto: al ser marginados por tanto tiempo, no asimilaron todos esos falsos valores de la clase dominante, y por esto son presas más difíciles para los programas de manipulación psico – socio – política de los medios de comunicación privados: no han tenido acceso a la información permanente, desde la época colonial, a la información valorativa únicamente dentro del modelo evolucionista cultural presentado como único modelo posible para la humanidad, y a la admiración incondicional de las sociedades del norte como únicas representantes de este modelo”.

Partiendo de este criterio o análisis, que de por sí considero acertado, pudíesemos inferir que aquellos que de una u otra forma estuvieron marginados del sistema y hoy en día gracias a la revolución bolivariana han podido incursionar en escenarios que les eran ajenos, son las mentes a conquistar por los intereses extranjeros. Por ende, ¿no estará cavando su propia tumba el proceso revolucionario al permitir que una mayor porción de los excluídos estén expuestos a los mensajes informativos homogéneos y alienantes de la cultura occidental?

Ahora en cada caserío, en cada ranchito en el medio del campo, en cada casita al lado de la carretera es casi 100% seguro ver una antena de DirecTV. Les podrá faltar agua, aseo o cualquir servicio básico, pero no falta el grillete comunicacional que impone su visión única de la vida y proyecta como ideal a seguir, costumbres y dinámicas sociales foráneas. Los problemas identitarios de la clase media se contagian. Veremos así, gente de muy bajos recursos defendiendo a aquellos que los explotan. Lo que comunmente conocemos como desclasados.

Muy a menudo nos topamos con alguien, clase media o clase baja, que siente plena identidad con quienes se encuentran en los estratos sociales más privilegiados. La ilusión de identidad con la oligarquía se esparce como un virus, gracias a la propaganda y publicidad diseñada desde el capitalismo mediático. Entonces, como creen ser lo que no son, defienden a quienes viven de ellos, bien sea utilizándolos, manipulándolos o explotándolos. Es algo así como que usted es un bateador que adora al equipo contrario, al pitcher específicamente. Cuando le toca su turno al bate, debido a la condecendencia que siente y dado que tiene como propósito defender los intereses del pitcher, usted se deja ponchar y, en consecuencia, juega para el otro equipo de forma solapada. Así, su equipo jamás podrá ganar.

El lograr que la gente defienda los intereses de quienes los oprimen es el logro más significativo del capitalismo mediático como forma de control social. Dilucidar con exactitud a qué clase pertenecemos y cuáles son nuestros intereses de clase es algo clave para poder liberarnos de quienes se mantienen pisoteando a las mayorías. El hecho de que alguien se crea oligarca o clase alta, no quiere decir que lo sea.

Cero ideología, ¡Resuelve Ya!

Muchos sólo quieren comida, lo demás está de más

Conversaba con un amigo hace algunos días sobre la realidad nacional, lo que sucede a nivel socio político y la manera como el pueblo es perjudicado a través de la guerra económica. Él manifestaba un notorio malestar porque está siendo afectado directamente, dado que el vehículo de su esposa necesita un repuesto que “no se consigue por ninguna parte” para poder funcionar. Adicionalmente, requiere comprar aceite para el motor de su carro y, a pesar que ha buscado en varias ciudades, no lo consigue.

Trabaja en un organismo público, en el interior del país, donde debería ser común denominador una convicción irreductible de sus funcionarios en cuanto a lo que significa la revolución bolivariana y el proceso de cambio que vivimos, pero el hecho que se vea afectado a nivel material y que alguna de sus necesidades inmediatas no puedan ser satisfechas le impacta de tal manera que estimulan en su argumentación posturas apegadas exclusivamente al discurso de la derecha. Él tiene casi diez años trabajando para el Gobierno Bolivariano. Para resumir, su conclusión es que todo es culpa del gobierno, que debe liberarse el dólar para que la economía sea “competitiva” y que se le deben soltar las divisas a la empresa privada para reactivar la economía. Él es chavista.

Mi alarma ante esto es la siguiente: a pesar de que hay personas que se identifican de una u otra manera con la ideología socialista o de izquierda, en el primer momento que su zona de confort es vulnerada comienzan a mutar sus percepciones respecto a las razones que ocasionan su circunstancia adversa. El problema ya no es el cómo, todo se reduce al qué. La sustentación histórica, el bagaje cognoscitivo que explica las relaciones de poder y la lucha económica que vive Venezuela hoy es irrelevante: “Yo lo que quiero es conseguir mi repuesto, necesito el aceite para el carro”. Obviamente es el reduccionismo pragmático en su máxima expresión.

La decepción es un pesar generado por el desengaño. La derecha económica, política y mediática impacta con toda su fuerza el concepto esbozado por Chávez “Tenemos Patria”, mezclando significados y arrebatando de las manos del pueblo el “tener”. La carencia genera frustración en mentes condicionadas que inmediatamente buscan a un culpable de su situación. El escenario apunta a que el culpable es el Gobierno, nadie más. Por eso, muchos dicen “no me vengas con ideología, ¡resuelve ya!”

jueves, 15 de mayo de 2014

Ataque de brazos caídos

Jorge Roig, Pdte de Fedecámaras, estrechándo la mano de Maduro
 
Acabo de ver por televisión al jefe del Órgano Superior para la Defensa Popular de la Economía, Hebert García Plaza, en un concesionario donde unas camionetas Ford Explorer que deberían ser vendidas a un precio de 900 mil bolívares, están ofertadas en tres millones 300 mil bolívares. Esto indica que comprar cualquiera de estos vehículos equivale a pagar más que por la compra de un apartamento en la ciudad de Caracas. Evidentemente, se comete el delito de usura con el agravante de que la empresa evade impuestos según informó el funcionario.

Fedecámaras y el sector empresarial privado, se sientan en la mesa de diálogo con el Gobierno Bolivariano y disimulan ante el país “trabajar” por la estabilización de la economía. Lo que contrasta, es que siguen habiendo inspecciones en empresas del sector donde la especulación, la usura, la estafa y el robo son el común denominador. Es falso que el sector privado busque unir esfuerzos con el sector gubernamental para la recuperación económica. Su estrategia de mostrarse colaborador ante las cámaras, ante el país, sólo busca dejar ver que “ellos” ponen todo de su parte y que, al final, las cosas malas que suceden son culpa de quienes rigen al Estado.

En Venezuela, gran parte de la empresa privada es tan parasitaria y mafiosa, que las autoridades fiscalizadoras podrían pasar 25 años transmitiendo diariamente los desmanes especulativos y usureros cometidos en los comercios al realizar las inspecciones, a un promedio de 15 establecimientos por jornada. Inclusive, todos hemos visto que los locales reinciden en prácticas especulativas luego de haber sido multados. No cabe duda que estafar al pueblo les genera tantos dividendos que se pueden dar el “lujo” de pagar las multas y seguir delinquiendo abiertamente.

El crimen más cometido en el país es la especulación y usura, pero ningún venezolano ha visto a algún culpable de ello. Nadie ha logrado ver la foto de un empresario esposado siendo llevado por las autoridades, de hecho, en el imaginario colectivo se maneja la idea de que no hay ningún recluído cumpliendo condena por cometer este tipo de crímenes contra el pueblo. Por consiguiente, se proyecta en la sociedad una lenidad latente ante este tipo de ilegalidades, lo que aupa se sigan cometiendo.

El sector privado sigue su estrategia desestabilizadora solapadamente. “Señor, cuídame del agua mansa que de la brava me cuido yo” reza un dicho popular. Cada día es más inclemente el ataque de brazos caídos.

lunes, 12 de mayo de 2014

Guerra Económica en desarrollo

El producto con el que estafan
 
Casa Inamoto, conocida tienda de electrodomésticos ubicada en la Avenida 20 de Barquisimeto - Edo Lara, tiene la peculiar manera de humillar a los compradores de la siguiente manera. Mantienen la Santa María cerrada todo el día, permitiendo el acceso de los clientes exclusivamente por una puerta de reducidas dimensiones. Los que deseen comprar allí, deben hacer una larga cola afuera del establecimiento con el agregado que uno de los encargados, pasa por la cola y retira la cédula de identidad a cada uno de los allí presentes. Luego, cuando la dinámica interna del negocio así lo decide, empiezan a llamar a cada uno como si se tratara de un centro de reclusión.

El botellón de agua, en todas las panaderías y bodegas del centro de Caracas oscila en un precio que promedia los 45 bolívares la unidad. En Acarigua se consigue en 28 bolívares, es decir, en la capital de la república el precio prácticamente se duplica. En mayo de 2013 la misma cantidad de agua envasada costaba entre 18 y 20 bolívares, lo que indica un aumento de más del 100% de su precio final. ¿Precios establecidos en la capital corresponden a costos de producción o simple voracidad especulativa del vendedor? ¿Cuál es el precio justo del agua?

Aceite para motor es imposible de conseguir en tres ciudades: Caracas, Barquisimeto y Acarigua. No hay en ninguna de éstas localidades oferta de lubricantes. Conversé con un conocido que tiene una venta de este tipo de insumos y me dice que Venoco sólo le está dando el 25% de lo que normalmente le vende. La argumentación, según me explica, es que “no se está produciendo aceite”. Asdrúbal Chávez, Vicepresidente de Refinación y Comercio de PDVSA, informó la semana pasada que la producción de aceites lubricantes de la Planta Envasadora Cardón fue de 14 millones de litros de aceite en abril, incrementando la manufactura en más de 50% con respecto a marzo de 2014, ¿qué está pasando?

En panadería ubicada a pocas cuadras de la Plaza Bolívar en Caracas, venden un envase de cartón blanco con azul, igualito al de la leche, pero que dice “bedida láctea”. Pido uno y leo que marca BsF. 25, pregunto cuánto es y me dicen “30 bolívares”. Le increpo al dueño del local, un extranjero, que por qué ese precio si dice en el producto un monto menor. Me responde de forma altanera “30 bolívares es lo que cuesta, o lo compras o te vas”. Obviamente opté por irme.

sábado, 3 de mayo de 2014

Agenda Alternativa Bolivariana

Portada del folleto de 1996

Folleto explicativo de la Agenda Alternativa Bolivariana que utilizó Hugo Chávez Frías en su recorrido por los diferentes pueblos y ciudades de Venezuela previo al lanzamiento de su candidatura a la presidencia por el Movimiento Quinta República.

El Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, es el posible responsable de la elaboración y reproducción del folleto dado que se observan sus siglas en la contraportada, Fue impreso en el año 1996.

Este es un documento histórico dado que funge como pieza fundamental en el legado del Comandante Hugo Chávez, pieza programática que sirve de base para la gestión de gobierno que emprendiera a partir de 1998 cuando salió victorioso, asumiendo las riendas de Venezuela y dando inicio a la Revolución Bolivariana.