martes, 30 de junio de 2015

¡Jugada maestra!

Nuevamente, el chavismo y la revolución a la vanguardia política

No me esperaba el nivel de participación que manifestó el pueblo de Venezuela el pasado domingo 28 de junio en las elecciones internas del PSUV, más de tres millones cien mil votos. Como siempre, la conciencia responde y la pasión por la patria venezolana vuelve polvo cósmico cualquier pronóstico técnico que uno intente realizar. Hasta un primo que vive en Barquisimeto, y que forma parte de las filas de Voluntad Popular, fue a votar por una candidata joven del Circuito 1 de Lara. Me decía “chamo, saca la piedra que la MUD ponga puros vejestorios al frente, las mismas caras de siempre y no le paran ni a las mujeres ni a los chamos”.

Yo voté en Acarigua, como a eso de las 10 de la noche porque tuve que viajar y anduve en carretera todo el día. A esa hora todavía había una cola de gente esperando para ejercer su derecho a participar. Eso me impresionó y me hizo recordar las colas infinitas en el 2004 cuando evitamos que revocaran a nuestro Comandante Hugo Chávez. Era como un Deja Vú lo que veía casi once años después.

Varios elementos se mezclaron para generar este sólido resultado. A pesar del proceso de despolitización que sufren los venezolanos, fundamentado en la Guerra Económica, una gran porción de la ciudadanía patriótica sigue manteniendo su fe intacta y muestra niveles de conciencia superiores que desmitifican a propagandistas como Luis Vicente León, que asegura con cifras en mano, que la mayoría de Venezolanos culpan a Maduro y al Gobierno de la situación económica. La gente no se cree ese cuento, sabe el origen de lo que sufrimos y sigue firme con altos niveles de lealtad hacia la revolución, por eso sale a votar. Tienen esperanza.

Nuestro Comandante Obrero, Nicolás Maduro, garantizó el legado de Chávez y jugó habilidosamente al exigir 50% de mujeres y 50% de jóvenes como postulados. Esto generó un atractivo adicional, antítesis de la democracia del pleistoceno ejercida por dinosaurios de la MUD como Borges, Allup, Machado y Torrealba que siguen resistentes al cambio generacional y de género que exigen los nuevos tiempos.

Con este respaldo, tangible en números, el presidente Maduro debe emprender una campaña admirable a nivel económico. Hasta los momentos, como él mismo lo ha manifestado, la Guerra Económica está cruda. No se ven resultados y los problemas siguen agravándose. Debe estar muy alerta con su entorno que pudiese estar dándole cifras irreales y proponiendo soluciones reformistas que sólo satisfacen a intereses económicos de las élites. Es hora de atacar la estructura podrida que intoxica el organismo económico de la patria venezolana. La jugada maestra ya empezó, el logro político es la catapulta para avanzar en la revolución económica. Para luego es tarde y cuenta con todo nuestro apoyo.

sábado, 27 de junio de 2015

Periodismo y periodistas


Siempre he creído que una de las profesiones u oficios más difíciles de ejercer es el periodismo, porque quien estudia para ello o quien se especializa en el área normalmente no tiene en su mente ser dueño de un medio. De hecho, dudo mucho que en la academia le inculquen a quienes estudian Comunicación Social que su propósito profesional es llegar a poseer un canal, periódico, revista, etc.

El capitalismo mediático impone una dinámica donde los medios pertenecen a mafiosos, delincuentes de opiniones, asesinos de la verdad. El billete mata cualquier vocación. El consejo editorial le da un machetazo directo al ímpetu de cualquier periodista porque, a decir verdad, los intereses del periodista no son los mismos intereses del dueño del medio. Por eso el que ejerce el oficio de comunicador siempre anda en una cuerda floja. Debe manejarse entre su interior, su conciencia, su verdad, su ética y el interés de la élite o élites que de alguna forma u otra controlan el medio para el que trabaja. Esto involucra tanto a la esfera pública como privada.

Hoy más que nunca creo que existe la posibilidad de aniquilar esta forma neandertal de ejercer la comunicación. Los periodistas pueden hacer su propio medio, para lo cual cuentan con infinidad de herramientas en el mundo de la web 2.0. Ya no hay que depender de ingentes recursos para dar a conocer un punto de vista, para informar, para comunicar. La mesa está servida y la democratización de la comunicación es más tangible.

El periodismo es necesario como también es necesaria la verdad. De mi parte, a quienes dicen verdades, les extiendo la más afectuosa felicitación en su día, invitándolos a leer un extracto del libro “Amarillo, Azul y Rojo” del excelente escritor venezolano Pedro María Morantes, mejor conocido como Pío Gil.


jueves, 25 de junio de 2015

¿Por qué sí salgo a votar? ¡Carajo!

"Los estoy viendo, patriotas de Venezuela ¡Todos a votar!"

Hay pajúos de pajúos, y como son expertos en echar la burra pal´monte diciendo que no saldrán a votar pues hay que aplicar lo opuesto y darle un espaldarazo a la Revolución Bolivariana, a nuestro proceso político inédito que apunta al socialismo. Ellos son cosiateros, reformistas, oportunistas y guabinas pero el pueblo no es pendejo.

No voy a caerme a coba diciendo que todo está perfecto, porque la gente no es gafa y ve la realidad en la calle. A todos nos toca la Guerra Económica, tenemos que hacer colas, rebuscar algunos productos, ver día a día que el precio de cualquier cosa sube como cohete que va rumbo a la luna, ver bachaqueros en las aceras vendiendo impunemente, la burguesía parasitaria libre y afectando a la patria descaradamente. Todo eso lo vemos y lo vivimos.

Pero también veo que siguen entregando viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela, sigue existiendo salud disponible al pueblo, veo autobuses chinos nuevos que brindan servicio de calidad y a muy bajos precios por toda Venezuela, veo Canaimitas en las manos de niños patriotas, veo que reactivaron las obras en el Sistema Ferroviario Nacional, observo que hay obras de infraestructura importantes en ejecución, veo que le aumentan el salario a los trabajadores de todos los sectores, no veo represión en las calles ni desaparecidos, veo que Mercales y afines dan respuesta con productos a bajos precios y un sin fín de cosas más.

¿Hay fallas? Claro que las hay, pero la revolución bolivariana es un proceso perfectible y seguimos avanzando en la medida que la convicción en nuestras ideas se mantenga firme, trabajemos unidos y mantengamos el rumbo. Más aún, pocos destacan que este proceso del 28 de junio es algo inédito sobre la faz de la tierra en el ámbito de la democracia interna de los partidos políticos por la metodología en la selección de los pre-candidatos.

Que nuestro comandante obrero, Nicolás Maduro, haya establecido como obligatorio la postulación de 50% de mujeres y 50% jóvenes nos reitera que el legado de Chávez continúa. Se rompen paradigmas y se abre la puerta al futuro de la patria, nuestros jóvenes luchadores, y se posiciona a la mujer venezolana en lo más alto de la escena política. Ningún otro país en el planeta, ningún otro líder ha fungido como factor de cambio con una medida tan trascendental a nivel de un partido político. Sólo comparen con la MUD y su democracia del pleistoceno, donde los dinosaurios machos imponen su voluntad, oprimiendo a las mujeres que usan sólo con fines estéticos y dramáticos cuando los medios lo ameritan.

Este 28 de junio sí saldré a votar, sí eligiré a sangre nueva, a jóvenes sin vicios, a nuevas caras que trabajen por el pueblo y por la patria. Este domingo al ejercer mi voto, recordaré aquellas palabras de nuestro Comandante Chávez “¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!” y sonrreiré sabiendo que he cumplido con mi deber como patriota.¡A votar carajo!

lunes, 22 de junio de 2015

Abstención económica

Pelando, veremos la convicción de muchos

Experimentamos un proceso de despolitización que se fundamenta en el deterioro de la calidad de vida y la afectación de la zona de confort de cada ciudadano a través de la intoxicación cotidiana del ejercicio del comercio, del comprar y vender. Las preocupaciones de cada persona tienen como eje el bolsillo y la administración del presupuesto familiar. Lo que “importa” tiene que ver con números, bolívares y dólares. Se desplaza a la política y su ejercicio de las mentes, porque la misma no hace que el sueldo rinda más, que deje de hacer colas, tampoco impide que el especulador suba los precios a diario o que pueda conseguir de todo en los anaqueles.

Ante este escenario ¿Qué tipo de motivación o incentivo puede generar un proceso comicial donde se elegirán diputadas y diputados? Ya vimos los insignificantes niveles de participación que tuvo la derecha venezolana en su fallido proceso de elecciones internas. Los que votaron apenas sobrepasaron el medio millón de votos, 543 mil en total, lo que le atorga a la MUD el récord nacional al totalizar un 92,57% de abstención.


Ahora bien, el PSUV proyecta un proceso interno mucho más incluyente, participativo y democrático para el próximo 28 de junio, aún con todas las desviaciones que han sido señaladas por sus principales líderes, como cuando su Presidente, Nicolás Maduro, indicó lo del ventajismo y demás prácticas contrarrevolucionarias en el apalancamiento de los candidatos. A pesar de todo, la mayoría percibe que dejamos atrás aquella época en la que el líder seleccionaba digitalmente a todos los favorecidos que luego montaría en su “portaaviones”. Esto es evolución en revolución y nadie puede decir lo contrario.

Pero en la calle, la mayoría no reconoce vinculación alguna entre un diputado de la AN y su bolsillo. Históricamente, los procesos comiciales para el parlamento han reflejado altos niveles de abstención porque muchos electores no ven beneficio inmediato y real de elegir a quienes hacen las leyes. Hoy más que nunca, el venezolano está pendiente de las balas que recibe a diario en la Guerra económica, resignado, viendo que se agudizan los mismos problemas que sufrimos desde hace ya casi tres años. Desde la Asamblea Nacional, de facto, es muy poco lo que se ha hecho para combatir la Guerra económica, y si alguien asegura que “se ha hecho mucho” pues entonces no se ven resultados.

Como la política no da respuesta, no brinda soluciones, no mejora mi situación ¿para qué ir a votar por alguien que repercutirá cero en mi cotidianidad? Suena duro pero esa es la pregunta que muchos se hacen hoy en Venezuela.

lunes, 15 de junio de 2015

Soluciones económicas

¿Tú estás cansado también?

Lo que se escucha en la calle es la frase “esto se lo llevó quien lo trajo” porque los precios aumentan sin nada ni nadie que los detenga. Unas toallas sanitarias en Farmatodo ya cuestan BsF 1.290 el paquetico de seis unidades. Esto se repite con todo en todos los ámbitos. A continuación algunas propuestas:

- En Guerra Económica lo primero es asumir términos bélicos y actuar en consecuencia. Debe construirse una Inteligencia de Mercado densa que nos permita “peinar el terreno” porque hay un déficit puntual de información y las autoridades no manejan quién produce, qué produce, cuánto produce, cuánto cuesta, para dónde distribuye y cuánto vende. La mayor debilidad es que el teatro de operaciones económico no se conoce, por ende improvisamos.

- Cálculos de Estructuras de Costos deben hacerse en tres días máximo, es improcedente los tiempos actuales de investigación que duran meses sin actualizarse y responden a intereses burgueses.

- Cencoex debe publicar lo que hace con los dólares. En su portal no revelan la asignación de divisas a empresas privadas desde noviembre de 2014.

- Eliminar el marcaje de Precio de Venta Justo. Esta medida parece diseñada para tumbar a Maduro porque genera un alto rechazo en el consumidor al leer una etiqueta con un precio exorbitante que dice “Justo”. El comprador asume que este precio está establecido y revisado por el Gobierno, cosa que no es así porque la institucionalidad no tiene músculo logístico, de infraestructura, cognoscitivo ni gerencial para revisar si todos los productos en el mercado se adaptan a los parámetros contables establecidos. Debe volverse al Precio Máximo de Venta al Público. Cada etiqueta con un PVJ ilógico, es un panfleto de propaganda contra el Gobierno Bolivariano.

Súper justísimo ¿no?

- Deben establecerse indicadores de gestión que respondan a las circunstancias. Fiscalizaciones, multas o ventas controladas son logros nulos, cuando impactan cero en la economía nacional.

- Eliminar las compras por número de cédula, porque esto ni elimina las colas ni hace que haya más productos en los anaqueles. El problema mayor es desabastecimiento, eso se origina en las fábricas, importadores y cadenas de suministro. Medidas que afectan al pueblo repercutirán en una popularidad y aceptación negativa.

- Medios de comunicación del Gobierno deben dedicar una gran porción de su espacio al asunto económico, presentando soluciones y recomendaciones. No es posible que diariamente busquen distraer la atención proyectando pura diatriba política. Deben ser consecuentes con el sentir del Pueblo.

- Suspender de inmediato los cupos viajeros de cualquier índole y aumentar el cupo electrónico de compras por internet a 600 dólares.

- Hacer redadas masivas en las ciudades y colocar tras las rejas a vendedores informales de productos, bachaqueros, que abundan en aceras y vías de tránsito.

- Allanar Fedecámaras, Venamcham, Conindustria y afines para recabar información de inteligencia.

sábado, 13 de junio de 2015

Bolsillo degollado

Es como una burla eso de "Precio Justo" ¿no?

Tuve que ir a varios Farmatodo porque buscaba un medicamento que no conseguía. En uno de ellos, mi esposa comenzó a agarrar varios productos y se acercó a la caja del área de farmacia donde yo estaba y los colocó allí. Entre los productos habían tres paquetes de toallas sanitarias post-parto marca Always, cada uno trae 6 unidades. El cajero se sonríe y me señala diciéndome muy bajito que cada paquete cuesta 1.300 bolívares, le pregunté fuerte ¿cómo es la cosa? Y me reiteró que el precio de cada paquetico era de 1.300 bolívares. Me dijo que la Procter había ajustado los precios de todos los productos y que ellos estaban cambiándole los montos a casi todo en función de los nuevos precios que ponían los proveedores. No llevamos ningún paquete.

Fui también a Locatel, en la cola esperando dos tipos hablaban fuerte y criticaban el hecho de que un producto equis, no recuerdo el nombre, costase 2.800 bolívares. Enfatizaban que en la etiqueta dice “Precio Justo” y se reían irónicamente al concluir que eso era la mitad de un sueldo mínimo.

Así estamos hoy en Venezuela. La burguesía parasitaria domina a plenitud el escenario económico y establece de facto, las reglas a seguir. No existe institución, ente, ministerio alguno que logre frenarla porque en Venezuela la estructura gubernamental responde a un Estado Burgués que jamás le ha puesto el cascabel al gato. El Gobierno Bolivariano se ha centrado, durante más de una década, en crear una estructura paralela que intenta solventar los problemas generados por una burguesía parasitaria que intoxica el organismo económico de la patria con sus prácticas mafiosas. Se ataca el síntoma, no el origen de la enfermedad.

El futuro inmediato luce muy adverso y deprimente. El Gobierno Bolivariano hace alharaca denunciando una Guerra Económica donde se señala mucho al “enemigo” pero se le ataca con liguitas, mientras el pueblo recibe todo el impacto de la especulación impune, el acaparamiento, el desabastecimiento y crímenes económicos afines. Como respuesta, nos ponen a comprar por número de cédula y cuando llegamos al anaquel tampoco se consiguen los productos. Se ataca al pueblo consumidor mientras se le da total libertad al parásito burgués. Los elefantes blancos abundan. Ahora vienen las captahuellas, medida para fregar a los más pendejos en beneficio de los poderosos. Eso no quitará ni las colas ni el desabastecimiento porque no ataca el problema, sólo se enfoca en su consecuencia.

Lo peor de todo es que se establece como norma que los productos deben llevar marcado un “Precio Justo”, como si la justicia en el monto monetario para adquirir un bien se decretara. Esa es la viva muestra de que los que están tras bastidores en las decisiones económicas trascendentales responden a los intereses de las élites y no comprenden el momento histórico junto a las circunstancias y repercusiones político-económicas de sus ideas reformistas. Si algo de lo que digo es mentira, salga a la calle y revise los precios usted mismo.

Por el camino que vamos un Pan de Jamón costará entre 2.500 y 3 mil bolívares en diciembre. Vendrán situaciones difíciles como nos dijo Chávez, más difíciles aún ¡Prepárense!

Cada toalla cuesta BsF 215 ¿Justo?

martes, 9 de junio de 2015

¿Despolitización o despolarización?

Ni los unos ni los otros, ¿cansados de la política?

Hay apreciaciones respecto al escenario político venezolano actual que distan muchísimo de ser balanceadas y sensatas. De hecho, se manotea groseramente al Ejecutivo Nacional para, a través del escándalo y la ofensa, lograr posicionar matrices tendenciosas que no son más que propaganda disfrazada de ecuanimidad.

Es necesario aclarar términos y apegarse a los conceptos para identificar juicios interesados en distorsionar la percepción acertada de la realidad. Despolarización se atribuye a un proceso sociopolítico a través del cual una masa de individuos no se parcializa por las opciones políticas más significativas presentes en el escenario por la pugna del poder. En Venezuela, un proceso así connotaría que el electorado está cansado tanto del chavismo como de la oposición, por lo que en una gran mayoría manifiestan apegarse a una tercera opción. Ya los extremos perderían preponderancia, los polos se diluyen como referentes y la participación junto a la movilización política toman cuerpo en una alternativa distinta.

Despolitización, tal como el Presidente Maduro plantea se vive actualmente en Venezuela, implica que la colectividad nacional no le da un valor preponderante a la política como vía para solventar sus problemas ni dirimir sus diferencias. El método a través del cual las grandes masas articulan y satisfacen sus necesidades se desvincula del ejercicio de los derechos políticos. En criollo, si la política no evita que haga colas, no ayuda a que consiga productos clave en los anaqueles ni reduce los precios usureros y especulativos que los comerciantes establecen impunemente ¿para qué recurrir a ella? Lógicamente, las personas identifican la inutilidad del ejercicio de la política porque eso no repercute positivamente en su bienestar inmediato, en su cotidianidad. Se quita a la política y su ejercicio, del orden de prioridades conductuales de los individuos.

La despolarización no está ocurriendo en Venezuela. Eso es una mentira que sólo busca atraer adeptos a parcialidades políticas que lucen como principal cualidad la insignificancia. Decirlo es apelar a una argucia propagandística carente de ética.

La posmodernidad late en suelo venezolano vívidamente y las fuerzas económicas hacen lo que les viene en gana. Se borra de la colectividad la representación social inherente al ejercicio de la política como vía para la consecución del bienestar general, de todos. La gente sólo centra su atención en el bolsillo y los billetes que le quedan para comprar lo que necesita, lo que debe sufrir para adquirir los productos y el precio que debe pagar. Cualquier consideración adicional es irrelevante, el individualismo prevalece y cada quien se enfoca en su zona de confort, los demás, están de más. La ideología y la política “no dan de comer”. Como resultado tenemos que Venezuela sí vive una despolitización.

¿Soberanía económica cero?

Estamos empaquetados

En el libro titulado “La Sociedad Sitiada” del filósofo polaco Zygmunt Bauman, se hace un valioso análisis sobre la posmodernidad y el sistema actual en el que se desarrollan las instituciones a lo largo y ancho del planeta. En uno de sus apartados, enfatiza en el hecho que el poder económico a nivel mundial domina todo a su paso y que la autoridad de los Estado-Nación es inocua ante las fuerzas que mueven el comercio global. Puntualiza que la independencia política es una simple distracción con la que se entretienen los Estados ingenuos, que lo importante y trascendental es la independencia económica y cultural.

Trayendo esta apreciación al escenario venezolano, vemos que en nuestro país se ha consolidado con creces la independencia política pero a nivel económico y cultural apenas estamos en pañales, más aún al ser víctimas de una Guerra Económica que nos mueve como a una hoja en medio de una tempestad.

La Revolución Bolivariana se ha centrado en distribuir el ingreso petrolero que antes era devorado impunemente por la burguesía parasitaria. Hoy, esa burguesía sigue percibiendo ese dinero de la renta petrolera pero luego de pasar, en parte, por las manos del pueblo. La estructura económica perversa y capitalista de 1998, sigue funcionando con mayor prestancia en pleno 2015.

Las principales empresas explotadoras del suelo venezolano son de capital foráneo, más aún, se privilegian grupos empresariales, acuerdos y “alianzas” con Estados imperiales e intervencionistas como EE.UU. y España. El país gringo está de primero en el ranking de la balanza comercial con Venezuela; empresas de telefonía como Movistar, propiedad de la trasnacional española Telefónica, hacen negocio en nuestro suelo gracias a la complacencia del Estado Burgués. Los vagones del Metro también vienen de España, así como los barcos de vigilancia que utiliza la Armada se construyen, insólitamente, con este país medieval donde aún existe la monarquía.

Seguimos dependiendo de factores externos en todos nuestros ámbitos. Colombia saquea nuestros bienes y recursos a merced con diferentes métodos. Hablamos mucho de software libre, mientras las instituciones siguen usando Windows y nuestro país no fabrica siquiera una impresora 100% venezolana. Hacemos acuerdos de “transferencia tecnológica” donde las cláusulas sólo establecen que seremos unos tristes ensambladores de productos, perpetuando así el coloniaje económico del cual somos cómplices. El fracking gringo nos tiene en jaque, etc. ¿Qué tenemos entonces? ¿Soberanía cero a nivel económico?