domingo, 24 de febrero de 2013

Paquete sangriento

Dólares a cambio de sangre fue el verdadero paquete de CAP

La Derecha mediática y sus estrategas han pretendido los últimos días, luego de las medidas económicas implementadas por el Gobierno Bolivariano, que los venezolanos experimenten una especie de lavado de cerebro respecto a lo que significa un "Paquete Económico". Buscan desenfocar, difuminar y distorsionar del vivo recuerdo del Pueblo el más reciente ejemplo de lo que significa un "Paquetazo neoliberal", como lo fue el aplicado por Carlos Andrés Pérez el 16 de febrero de 1989.

Muchos recurren a explicaciones complicadas para dar a entender lo que significaron las medidas de CAP pero yo trataré de ser más simple.

Imagínense que Venezuela era en ese entonces una esclava con grilletes que a diario recibía latigazos, desmanes y demás mientras era explotada por el Caporal Jaime Lusinchi. Resulta que cambian al caporal y colocan a Carlos Andrés Pérez y comenzando 1989 el Terrateniente, Fondo Monetario Internacional, le exige al nuevo caporal que para poder seguir dándole recursos debe ser más "duro" con la esclava y generar más rentabilidad. Llega el caporal CAP y arremete contra la esclava golpeándola hasta el cansancio, le da latigazos, la corta en varias partes del cuerpo, le rapa la cabeza, la viola y le exige, mientras la escupe, duplique su jornada de trabajo-esclavo. El terrateniente (FMI) al ver éstas acciones, complacido destina más dinero al capataz quien con regocijo continuó sus acciones de opresión y explotación por varios años más.

Esto fue lo que significó el "Paquete Sangriento de CAP" para la Patria de Bolívar, Venezuela. Una simple transacción mercantil en la que se intercambió la sangre del Pueblo venezolano, aquellas miles de víctimas de la represión desatada en el gobierno adeco fascista, por 4.500 millones de dólares que el FMI le facilitaría al gobierno de turno a lo largo de tres años. El FMI no fue altruista, para nada, dado que la sangre del Pueblo derramada fue consecuencia inmediata a las medidas que favorecieron a los poderosos, élite económica y bancaria del país en detrimento de la soberanía nacional.

Muchos jóvenes, por su misma condición, ignoran los sucesos del Caracazo y pueden pensar que las medidas económicas de días atrás son un "paquetazo". Pues bien, imagínense que mañana al levantarse todo cuesta el doble o triple: comida, gasolina, pasajes, tasas de interés en 100%, inflación anual rondando 89%, etc. El Pueblo, sale a la calle a protestar y es masacrado por el gobierno. Te asomas a la calle y ves cadáveres tirados por doquier mientras los ricos siguen haciendo dinero y el poder político sólo calla ante la barbarie. Eso es un "paquetazo sangriento" nada comparable con las medidas implementadas por el Gobierno Bolivariano para salvaguardar la economía nacional.

Fotos de la masacre de 1989 CLICK acá → Caracazo

sábado, 23 de febrero de 2013

Sanguijuelas con capital

Aunque parezca increíble, así de voraz es el capitalista en Venezuela

En otros países los capitalistas ponen en juego su dinero desarrollando iniciativas que les permiten, además de recuperar lo invertido y generar utilidad, la ejecución de proyectos que aportan significativamente al desarrollo del país en el que se encuentran con: generación de fuentes de empleo, desarrollo de tecnología, transformación de materia prima junto al valor agregado que esto conlleva, competitividad en los mercados, etc. Esto sucede en muchos países pero en Venezuela es completamente lo opuesto.

Los dueños del sistema económico en la Patria de Bolívar, aunque nos duela reconocerlo, son los grandes grupos económicos que jamás han mostrado indicios de querer colaborar con el desarrollo del país. Grupos económicos poderosísimos que con su capital sólo orientan una economía que dinamiza las importaciones. Compran en el exterior infinidad de bienes y productos para revenderlos al Pueblo venezolano y ganar tres o cuatro veces lo invertido sin ningún esfuerzo real.

Se aprovechan del débil sistema de control de precios y de la dinámica comercial junto a un colectivo consumidor completamente domesticado y dócil ante la voracidad del especulador. Vemos que la "inversión privada" le mete más dinero a construir grandes centros comerciales en todas las ciudades (templos del consumo), antes que al levantamiento de un complejo industrial que eleve la producción nacional.

Por eso siempre he dicho que la mayoría de los "empresarios" en Venezuela son hipócritas timadores que no hacen honor al calificativo que ostentan porque no emprenden en nada, sino que revenden todo. Nada más peligroso que la permanencia en un país de un sector poderoso con el monopolio de la economía y que, de paso, sean apátridas. Capitalistas que sólo buscan enriquecerse con el mínimo esfuerzo. Mafiosos de la economía que justifican sus inmorales acciones con aquello de "puede ser que especulemos, pero damos empleo".

Empresarios de verdad requiere Venezuela, no parásitos ni sanguijuelas devoradoras de las riquezas de nuestro suelo, de nuestro Pueblo, de nuestra moneda, de nuestra Patria. Empresarios patriotas y nacionalistas que además de buscar la ganancia propia, piensen en la ganancia de la economía del país. Esa es la iniciativa privada que requiere el Socialismo Bolivariano.