domingo, 27 de agosto de 2017

Constituyente ECONÓMICA

El "Bolívar Fuerte", concepto económico que no debemos olvidar

Constituir un nuevo Estado pasa por generar y asumir propuestas que permitan aniquilar al Estado Burgués y enrumbar el país hacia la consolidación del socialismo económico. Ya Chávez lo señalaba en el Plan de la Patria diciendo “No nos llamemos a engaño: la formación socio - económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”, un mordaz y honesto señalamiento que caracteriza el país en el que aún vivimos.

La Guerra Económica que sufrimos, es producto de la acción de factores externos e internos sobre la estructura económica de Venezuela. En toda guerra, el enemigo ataca las debilidades y a nivel económico lucimos amplios flancos por donde se nos ha atacado y se nos sigue atacando. Las propuestas que leerán a continuación, apenas son enunciados que más adelante serán desarrolladas en un documento más completo con el propósito de argumentar su pertinencia, ampliando su significación y necesaria implementación en el momento histórico que vive la Patria de Bolívar.


  • Destinar el 3% del PIB a la culminación y fortalecimiento del Sistema Ferroviario Nacional. Todos los países fuertes a nivel económico del planeta tienen economías que descansan sobre rieles, Venezuela no puede ser la excepción. Debemos dejar atrás ser un país sin trenes que depende de industrias automotrices foráneas para garantizar el traslado y distribución de mercancías, así como el transporte de sus habitantes.
  • Prohibición por Ley de asignación de divisas a empresas pertenecientes a corporaciones trasnacionales (inexplicablemente la tabacalera trasnacional Bigott, por ejemplo, sigue recibiendo millones de dólares a precio preferencial).
  • Creación de la Autoridad Única para la Actividad Comercial Socialista, ente que debe regir con direccionalidad estratégica la gestión del Gobierno Bolivariano en el marco de la dinámica comercial a lo interno y externo del país.
  • Nacionalizar la Banca.
  • Establecimiento del margen de ganancia no mayor al 5% en rubros estratégicos: maíz, azúcar, arroz y café (incluyendo sub-productos o productos derivados).
  • Fijación del margen de ganancia según sectores y productos, reduciendo la utilidad en el eslabon de la distribución de los productos de consumo masivo.
  • Conceptualización, creación y desarrollo de la Escuela Venezolana de Economía Socialista.
  • Fortalecimiento del mercado interno, a través de un pleno abastecimiento para enfocar los esfuerzos de exportación en aquellos rubros y segmentos productivos donde hayan excedentes.
  • Desarrollo de una industria nacional soberana de fármacos e insumos para la salud.
  • Democratización de la ganancia percibida por las empresas entre su nómina de trabajadores de forma proporcional a su rol dentro del modelo de negocio.
  • Nuevos métodos de gerencia democrática y participativa a nivel empresarial donde el conjunto de los trabajadores tengan voz y voto en la dirección de la empresa.
  • Desarrollo de una industria nacional y soberana orientada a la producción de semillas e insumos para el sector del agro.
  • Democratización de la capacidad productiva y medios de producción elevando impuestos a quienes dominen mayores cuotas del mercado según sector, y disminuyendo el pechaje tributario a la pequeña y mediana empresa.
  • Desarrollo de un Plan Nacional para desplazar el consumo de trigo (importado) por el cultivo masivo, procesamiento y comercialización de la harina de yuca.
  • Crear el Registro Nacional de Actores Económicos donde se maneje una base de datos centralizada sobre delitos y delincuentes económicos. Es necesario el levantamiento de prontuarios a quienes violan el ordenamiento jurídico para acumular riqueza mal habida.
  • Incorporar el concepto de “Trabajo Colectivo” en el salario de los trabajadores y que éste sea implementado como un pago o bonificación obligatoria.
  • Desarrollo de una industria nacional tendiente a la consolidación de tecnologías propias que permitan articular un sistema venezolano de energías ecológicas y renovables.
  • Control férreo y monitoreo permanente de capitales e intereses extranjeros presentes en la dinámica comercial del país.
  • Derogar el Código de Comercio vigente.

Venezuela es un país rico y cada venezolano debe estar consciente de ello. Nuestra adversa situación económica en la actualidad, no es producto de la acción del pueblo sino de los grandes intereses y élites que dominan el escenario comercial y económico del país. La estructura económica del país debe cambiar y consolidar una verdadera revolución que permita consolidar una economía soberana, nacional y socialista. No podemos seguir repitiendo esquemas reformistas del pasado, para luego es tarde.

Constituyente con C de cambio

Jugada maestra del presidente Maduro, darle más poder al Pueblo

En las instancias de dirección y gestión de las grandes empresas a nivel mundial siempre se han estimulado los procesos de cambio y optimización de procesos para adaptarse a los “nuevos tiempos”. De hecho, a nivel gerencial y organizacional se promueve una modificación permanente para hacer las cosas mejor y que, de esta manera, la empresa obtenga mayores dividendos, puedan competir y posicionarse en el mercado desplazando a sus contrincantes. Esto es algo que sucede constantemente y es una clave fundamental para el éxito.

La Revolución Bolivariana, tal como tantas veces lo planteó Chávez, es un proceso perfectible. Esto quiere decir que no es algo acabado, inamovible o estático. La nefasta declaración que en días pasados hiciese la Fiscal Luisa Ortega Díaz afirmando que “nuestra Constitución es inmejorable”, revela que muchos de quienes se montan en la ola del ejercicio del poder, dentro del Gobierno Bolivariano, no tienen la más mínima claridad ideológica y actúan como simples reformistas carmesí. Todo en nuestro proceso de cambios es mejorable, todo se puede optimizar, el cambio es una constante en la revolución.

Hoy, que la patria de Bolívar enfrenta un asedio de amplio espectro para revertir los avances y logros del ejercicio del poder antítesis en método de la cuarta república, se hace necesario cambiar las reglas del juego. El nivel normativo ya fue vulnerado y torpedeado, siendo utilizado en la actualidad para conspirar contra la integridad orgánica de nuestro sistema político. De hecho, los manuales de Guerra no convencional, revoluciones de colores, golpes delicados, etc. establecen pasos para usar la misma institucionalidad contra el poder constituido e implosionar los gobiernos.

La sabiduría no dogmática plantea “No compitas, cambia el juego” y el Presidente Maduro, en una jugada maestra de táctica política, le cambia por completo el juego a la oposición fascista proponiendo una Asamblea Nacional Constituyente. Utiliza así un momento de adversidad, como catalizador, para abrir la vía que genere un salto aún mayor hacia la consolidación de los ideales del proceso revolucionario a nivel normativo. Chávez quiso en su oportunidad modificar la Constitución y no lo logró, hoy Maduro replantea ésta necesidad y hace el llamado a todo el país para fortalecer el legado de Chávez. El juego cambia, para la paz, para mejor, veremos.