domingo, 30 de agosto de 2015

Socialismo económico

Tiene razón pero ¿cómo lo hacemos?

Teóricamente una economía socialista debería tener como eje de su accionar lo social, lo humano, la gente, el pueblo. Debe buscar vías y formas para ser independiente y batallar en función de generar una sinergia que cristalice la colectivización de los beneficios. Si uno de los principales problemas del capitalismo es el desbalance en cuanto a la distribución de los recursos y la ganancia, pues en el socialismo debería materializarse la antítesis de ello aparentemente.

Pero la distribución de los recursos y de la ganancia es lo de menos. La ganancia, sobre todo, impone un esquema conceptual y conductual que responde al afán de lucro. La utilidad y la ganancia implican que cualquier cosa que se haga, debe generar un beneficio mayor a lo invertido inicialmente en ello. En esta lógica surge el germen de la perversión capitalista porque la acción del hombre que maneja y posee el capital, se centrará en incrementarlo a costa de lo que sea.

Ahora bien, pudiésemos creer que el socialismo económico es distribuir recursos y la ganancia generada de las actividades económicas de forma masiva, pero estaríamos únicamente perpetuando los esquemas del capitalismo, más aún cuando vivimos en un tiempo marcado por las necesidades que impone el consumismo. Cabría preguntarnos ¿qué hacemos con los recursos? ¿qué hacemos con la ganancia?

Los recursos y la ganancia siempre son traducidos en términos del signo monetario, al final siempre hablamos de dinero por lo que una supuesta economía socialista estaría funcionando gracias al capital. Nos enfrentamos a la paradoja de que el socialismo no funciona sin capital, es decir, para la consecución de sus “objetivos” depende del enemigo que pretende combatir.

¿Nos hemos preguntado qué estamos haciendo? ¿Nos damos cuenta que simplemente perpetuamos el modelo capitalista a nivel del Estado? ¿Dónde están los nuevos esquemas económicos? ¿Dónde está la innovación y el cambio? ¿Teorías económicas nuevas o repetir lo conocido? ¿Sistemas de producción lineales o circulares? Nuestra economía hoy, además de ser netamente capitalista, luce rasgos de la época colonial. La estructura económica de élites sigue intacta y el gobierno “hace aguas” porque el capital que le brinda el petróleo ya no alcanza para distribuirlo y satisfacer necesidades al mismo nivel que durante la bonanza de años anteriores.

Todo esto nos muestra que con parámetros, términos, conceptos y esquemas capitalistas no llegaremos a ningún sitio. No debemos competir, debemos cambiar el juego ¿quién se anima?

jueves, 27 de agosto de 2015

Hemorragia fronteriza

Productos POLAR, favoritos para el contrabando

Venezuela ha sido siempre un país que le ha abierto sus puertas a todos aquellos que han querido venir a saquearla. Jamás ha tenido una política retaliativa contra inmigrantes que cruzan la frontera buscando mejorar su condición económica. Nuestra dinámica comercial está signada por empresarios foráneos que montan libremente sus negocios acá, hacen millones y millones cada año, pero viven en el exterior sacando sus ganancias a otras tierras.

Tenemos casos emblemáticos como el grupo Sambil, que con lo rentable de sus negocios acá ya inició una cadena similar en Madrid España. Empresas POLAR, hace tanto billete acá que le alcanza para extender sus tentáculos capitalistas hasta Colombia montando plantas allá, o el dueño de Banesco que se ha dado el lujo de abrir bancos y entidades financieras en otras latitudes con las ganancias obtenidas en nuestro suelo.

Venezuela es la gallina de los huevos de oro del continente. Cerca del 35% de las modernas autopistas que cruzan el territorio estadounidense fueron hechas con petróleo/asfalto venezolano que les fue prácticamente regalado por Gente del Petróleo en gobiernos anteriores. Tenemos grupos empresariales como Movistar o Daka que engordan sus cuentas gracias a la sobrefacturación y demás mañas que aplican al solicitar dólares baratos al gobierno. Todas las ensambladoras de vehículos, General Motors, Mitsubishi, Ford, Chrysler, Toyota, etc. han tenido siempre una conducta delictual que aporta nada a nuestro desarrollo económico porque fungen como ejes parasitarios que solicitan dólares preferenciales para comprar insumos desde otros países y “fabricar” los carros más costosos del continente, sobreprecio latente y eficiencia empresarial ausente.

La dinámica criminal que existe en la frontera se asemeja a una hemorragia en un paciente que no logra curarse. Vivimos una guerra económica pero sólo hace una semana es que se decide cerrar tan sólo una porción limítrofe por donde fluyen libremente cerca del 15% de nuestros recursos rumbo a la economía parásita y nociva del país vecino. Esto no tiene que ver con xenofobia, esto tiene que ver con Seguridad de Estado y con salvaguardar los intereses de la patria.

Un motor que funciona con harina de maíz

El cierre de la frontera debe extenderse y abarcar a todos los estados que hacen contacto con Colombia. La OLP debe ser permanente y me atrevería a recomendar que la Vicepresidencia de la República se mude a la región para vigilar y monitorear de cerca lo que allí sucede. Todos sabemos que la complicidad interna de las autoridades fronterizas con mafias y demás permite que se desangre el país lentamente, esto hay que atacarlo con sanciones ejemplarizantes. Las “Venas abiertas de América Latina” no se comparan con la aorta abierta de Venezuela y el saqueo contínuo de sus recursos.

Excelente infografía publicada en desdelaplaza

lunes, 24 de agosto de 2015

Colombia, amenaza latente

¡La frontera está que quema!

No cabe duda que toda Venezuela, excepto la oposición apátrida, está de acuerdo y ve con muy buenos ojos las acciones emprendidas por nuestro presidente obrero, Nicolás Maduro, en torno a la situación de libertinaje existente en la frontera con Colombia. Las acciones se han centrado, por los momentos, en varios municipios fronterizos del estado Táchira obteniendo unos hallazgos muy significativos que revelan el alto nivel de operaciones y control que el crimen organizado y paramilitarismo tienen en la región.

Para nadie es un secreto que Colombia siempre ha significado ser un peso para nuestro país. Hoy por hoy es acertado afirmar que las actividades enmarcadas en el contrabando de extracción sitúan al vecino neogranadino como un parásito que sustrae gran parte de los recursos y nutrientes que fluyen por el organismo venezolano. Colombia es un Estado fallido promotor de la desestabilización regional necesaria para hacer factible y necesario el intervencionismo estadounidense. Esa es su política de Estado y para ello trabaja consecuentemente.

Siempre se ha dicho que Venezuela es un país donde es imposible vivir, pero resulta que en la realidad se constata lo opuesto. En gran parte de nuestro territorio vemos considerables núcleos poblacionales donde predomina la nacionalidad colombiana como común denominador, gente que ha emigrado de su país por las condiciones infrahumanas de subsistencia que allí se encuentran. Nuestra cultura ha sido invadida muchas veces por una visión narcótica y paramilitar de vida que deja de un lado los valores y principios ciudadanos. La descomposición social que vivimos en la patria de Bolívar, en parte, tiene mucho que ver con la descomposición que ha sido trasladada a nuestro suelo y que proviene de Colombia.

¿Estaremos viviendo una invasión silenciosa? ¿No es un tema que deba preocupar al Estado el hecho que más del 20% de los habitantes de Venezuela sean del país limítrofe? El gobierno Bolivariano debe ponerle coto a este asunto y extender la medida a toda la frontera con Colombia, debe cerrarse el paso y revertir el avance de una dinámica que poco a poco envenena a nuestra nación. Debemos garantizar nuestro bienestar interno y no sacrificarnos en función de ideas integracionistas que no tienen eco en países que responden a intereses de Estados Unidos, para luego es tarde.

lunes, 17 de agosto de 2015

El bachaquero burgués

A muchos oligarcas les toca esta braga naranja

La derecha toma ventaja y a nivel de la guerra económica logra imponer simbólicamente la idea de que los males que sufrimos en Venezuela, de alguna u otra manera, son culpa de los bachaqueros. ¡Claro! Como a nadie le gusta estar en una cola y es lo que la gente vive con frecuencia pues señalemos a quienes hacen negocio de toda esta dinámica perversa.

Muchos no se dan cuenta que eso del “bachaqueo” es exactamente la repetición de las prácticas nefastas que la burguesía practica a nivel comercial desde las más altas instancias del poder económico. El que importa productos a sobreprecio y le paga comisiones a funcionarios para que aprueben los dólares baratos es un bachaquero importador. El fabricante que pide una millonada de dólares baratos para poder traer “materia prima” a usar en sus líneas de producción, desviando luego lo fabricado hacia Colombia también es un bachaquero.

Los dueños de galpones, almacenes y depósitos repletos de mercancía importada con dólares del pueblo, que acaparan productos para engordarlos y sacarles ganancias de hasta 5.000% son la viva muestra del bachaqueo elitesco. Los negocios de muchos comerciantes, de nacionalidad foránea, donde sólo aceptan pagos en efectivo y no dan factura, además de obligarte a comprar productos en combo es el ejercicio del bachaqueo descarado y grosero desde establecimientos que tienen RIF y seguramente le pagan una que otra locha al SENIAT.

Hoy lo que tenemos es una democratización de prácticas delincuenciales a nivel comercial. Todos quieren ganarse una tajada y cada quien saca provecho del desorden institucional, el caos existente y la lenidad latente. Desde los que tienen el poder económico para importar containers, pasando por el cáncer de Dólar Today, hasta el vecino que se “rebusca” revendiéndote algo escaso.

Eso de ponerle bragas a bachaqueros y sacarlos en fotos por las redes sociales es una medida local a la que se recurre por la inoperancia del Estado burgués que muestra un interés inocuo en atacar este flagelo. Ahora bien, ¿cuándo le ponen braga a los que estafan millones de dólares a CADIVI? ¿Cuándo vemos a Lorenzo Mendoza con una braga naranja barriendo? ¿Cuándo vemos a los gerentes de la Ford, GM, Chrysler, Toyota con una braga? No desviemos la atención y recordemos que los más culpables son los que menos pagan.

lunes, 10 de agosto de 2015

Computadora quintacolumna

El mensaje del telecajero del Banco Industrial de Venezuela

He visto que la plataforma tecnológica y sistemas informáticos del Gobierno Bolivariano han fallado inexplicablemente o, para ser un poco menos mal pensado, muy casualmente en las últimas semanas. Además de lo vivido en carne propia, investigué y a continuación revelo las coincidentes fallas.

Buscaba comprar una tarjeta SIM Movilnet y ninguna tienda tenía sistema. Al pasar los días, levantó el sistema y pude adquirirla. Compré una tarjeta para recargar saldo y la computadora me dijo “en este momento el servicio de recarga no está disponible”. Dos días después fue que funcionó y pude agregar saldo.

Voy a pagar con tarjeta de débito en un restaurante y escucho que el cajero grita “Tarjetas Banco de Venezuela no están pasando”. Tuve que recurrir a un préstamo para cancelar. Infinidad de personas se quejaron de la caída de la plataforma por redes sociales, pero el banco no dijo ni pío. Eso fue un sábado, el lunes ya estaba resuelto.

Una amiga fue a sacarle el pasaporte a su hija, pero en la pared había un aviso del SAIME que decía “No hay sistema, las citas de pasaporte serán reasignadas”.

La SUNDDE cuenta con una poderosa herramienta para el combate en la Guerra Económica que es el Registro Único de Personas que Desarrollan Actividades Económicas (RUPDAE). Esta plataforma está caída anunciando un "ERROR 500" desde el 4 de agosto.

Tengo frente a mí cuatro telecajeros del Banco Industrial de Venezuela que dicen “Cajero sin comunicación”. Primera vez en mi vida que veía este mensaje en un telecajero del BIV. Apelé a uno de la banca privada.

El Sistema Integrado de Control Agroalimentario (Sica) falló rotundamente y desde el viernes 19 hasta el lunes 22 de junio pasados no fue necesario que gandoleros y afines presentaran a lo largo y ancho del territorio nacional las Guías Únicas de Movilización a través de las cuales se evita el contrabando de extracción.

SAP es una trasnacional alemana de software propietario que maneja bases de datos en grandes compañías. Según conseguí en Internet esta empresa domina los sistemas en CORPOELEC, PDVSA y CANTV. De paso, hay instituciones que manejan información puntual sobre procesos de comercio interno y externo que evalúan suscribir contratos con la misma empresa.

¿Por qué tantas fallas y sin comunicados explicando? ¿Qué pasa con la Ley de Infogobierno? ¿Hay gente saboteando a lo interno para favorecer contratos externos? ¿Dónde está la soberanía tecnológica?

Así informaba el SAIME

Así aparece un ERROR en la página del RUPDAE

viernes, 7 de agosto de 2015

Economía mitológica

Empresarios pordioseros ¿no?

En tiempos de Guerra Económica lo que más preocupa es ver la fuerza conque la derecha impone percepciones erradas sobre la realidad con el único propósito de satisfacer sus intereses. Las mayores distorsiones las encontramos cuando hablamos de economía y la forma como se explican o se describen los fenómenos que vemos en la cotidianidad sin siquiera apoyar las afirmaciones en cifras, a continuación expongo alguno de ellos.

En Venezuela la producción está por el piso: siempre escuchamos a los especialistas diciendo que no hay industrias, que las fábricas están desmanteladas y que la producción es casi nula. Eso lo dicen sin estadísticas en mano, mientras gran parte de las ciudades colombianas cercanas a la frontera cuentan con variedad de productos hechos acá. Tienen existencia de infinidad de bienes hasta por varios meses. También, mientras revisamos productos en anaqueles en nuestro país, muchísimos tienen la leyenda “Hecho en Venezuela”.

El Gobierno no otorga dólares para producir: este mito se sostiene más que nada por la ausencia notable de reportes oficiales certeros y frecuentes sobre a quién le entregan dólares y por qué concepto. Es un misterio lo que se hace con las divisas verdes que le entregan al sector privado y, a pesar que ese sector sigue recibiendo millones y millones de dólares, mantiene un discurso que los victimiza ante la opinión pública nacional.

El bachaqueo es el principal problema: nadie en toda Venezuela ha realizado un trabajo profundo de inteligencia desentrañando estadísticamente el comercio a través del bachaqueo. Obviamente, la derecha y sus empresarios apuntalan la creencia de que nuestro país está mal económicamente por este delito, cosa que los exime a ellos de las culpas. Capitalistas estadísticos como Luis Vicente León, afirman irresponsablemente que de cada 10 venezolanos en una cola 7 son bachaqueros. La idea es que pensemos que los culpables de todo es el mismo pueblo que ataca al pueblo. Según este mito acá nadie se ha robado miles de millones de dólares, no existe contrabando de extracción directamente desde las fábricas y puertos hasta la frontera, no hay acaparamiento ni especulación, etc.

Acá importamos de todo: no conocemos las cifras detalladas de importaciones que se hacen al país, tampoco conocemos qué se importa, mucho menos cuánto cuesta cada cosa que se importa, etc. Si acaso, se conoce una cifra global que nos dice cuántos miles de millones de dólares fueron destinados a traer mercancías, de resto cero información.

Los empresarios trabajan a pérdida: según la burguesía los empresarios venezolanos son altruistas que pierden dinero comerciando en nuestro suelo. Prácticamente nos están haciendo un favor y debemos aceptar que nos cobren los montos que les de la gana cobrar por sus productos y servicios. Lo curioso es que jamás vemos a un empresario quebrado pidiendo limosna en una acera.

domingo, 2 de agosto de 2015

DesPOLARizar la economía venezolana

"Mantuano para llevar"

Muchos creen que la economía venezolana ha mutado bastante en más de dos siglos desde la Declaración de Independencia en 1810. Yo no creo que esto sea así, porque la estructura vertical dominada por élites y la oligarquía sigue siendo el común denominador. En pleno siglo XXI siguen existiendo en nuestro país los llamados Grandes Cacaos y Mantuanos, a pesar de lo que digan para engañarnos y hacer ver que las cosas son diferentes. Claro está, ahora mucha gente tiene poder adquisitivo y cierta holgura financiera para sus gastos, pero no por ello se puede hablar de que existe una revolución económica. Más plata, en manos de más gente sólo significa más capitalismo.

Cuando analizamos a nuestra patria, debemos entender que desde la colonia hasta hoy lo que se ha mantenido es un Estado burgués, que no es más que aquella estructura de orden social político y económico que favorece al negociante, comerciante o a lo que llamamos burguesía. Cuando llega el Gobierno Bolivariano en 1999, choca con ese Estado burgués y vemos se intenta materializar una revolución. Hasta los momentos no se ha tocado esa estructura colonial, podrida y retrógrada que rige nuestra economía. El Estado burgués sigue triunfando y la revolución bolivariana tratando de sacarlo del podio.

Polar es la muestra más clara de que tenemos un Estado burgués que siempre ha favorecido al negociante. Esta empresa, de casi tres cuartos de siglo, ha impuesto su dinámica dictatorial de ejercer el comercio en el país. Empezó produciendo cerveza y ha expandido sus tentáculos conquistando otros segmentos. Todo esto lo ha hecho sin democratizar sus ganancias, más sí aplastando a otros competidores en un mercado desigual donde las reglas favorecen al más poderoso. Si ustedes van hoy a un supermercado cerca del 40% de los productos son Polar. De cada 10 licorerías, 7 tienen contratos leoninos de exclusividad con la Polar.

Esta situación de comercio injusto, donde vemos un oligopolio, es la antítesis del socialismo. La revolución bolivariana debe pulverizar al Estado burgués y permitir la democratización de los medios de producción. Lo que mueve a la Polar no es su alta gerencia sino los trabajadores venezolanos. Hacer revolución, en plena Guerra Económica, es deslastrarnos de los grandes cacaos y mantuanos. Debemos darle poder al proletariado.