domingo, 2 de mayo de 2021

Darse a conocer

 

A raíz de la diversificación monetaria que vive Venezuela se hace férrea la competencia en un mercado donde la similitud de precios es la norma, y los anaqueles plenamente abastecidos muestran que existe un sector agroindustrial que apuesta por la producción. Rubros estratégicos abundan en los anaqueles, y la situación de productores con stock reducido cambió a una actualidad de inventarios donde la rotación está ralentizada por una demanda reducida.

El poder agroindustrial del 2021 no se compara con el de hace diez años. Hoy la capacidad productiva se ha diversificado y expandido de tal forma que existen complejos agroindustriales en muchos puntos de la geografía nacional, lo que atiza la batalla por captar materia prima producida localmente o proveniente del exterior. También vemos una temporada de cacería abierta en la búsqueda del valioso gasoil para poder activar calderas y demás fases de los procesos productivos, sin contar con la necesaria activación del transporte pesado.

Pero los modelos de negocio cambian rápidamente y muchos de aquellos que invirtieron para montar plantas y producir su marca de harina de maíz precocida, arroz, empaquetar azúcar o leguminosas, hoy viven un escenario complejo: antes les arrancaban el producto terminado de las manos pero hoy no encuentran cómo vender lo que producen o siquiera producir.

Una estrategia integral de mercadeo es fundamental para darle sustento a un modelo de negocio rentable. Si alguien tiene capacidad para fabricar equis producto ¿Ha dado a conocer su potencial? ¿El mercado conoce lo que produce? ¿Se abren oportunidades de negocio de forma sistemática o el intercambio comercial con la empresa es informal, producto de circunstancias ajenas a la competencia en un mercado reñido?

También vemos que algunas empresas asumen el reto de consolidar sus marcas, y colocan sus productos en los mostradores usando publicidad tradicional además de fortalecer sus métodos de ventas así como el servicio al cliente. Pero muchas otras están en shock porque se enfocaron en producir, más no en vender y no saben cómo reaccionar, surgiendo la pregunta ¿Qué se puede hacer?

Darse a conocer es la respuesta inmediata a ésta interrogante. Lo que se ve, se vende. Proyectar las potencialidades, tanto en productos como servicios, es crucial para poder enlazar con el mundo. Las nuevas tecnologías permiten estar "en todas partes" y facilitan comunicar nuestro mensaje, mostrar nuestro producto o servicio e interactuar con clientes potenciales. Por ejemplo, supongamos que una planta agroindustrial tiene capacidad para almacenar, acondicionar y procesar maíz para elaborar harina de maíz precocida y empaquetarla. A simple vista tiene una capacidad de producción importante pero las instalaciones se mantienen detenidas gran parte del tiempo por factores como la ausencia de materia prima. ¿Cómo actuar en este caso? Pues ofreciendo los servicios inherentes a su industria a través de diferentes vías: página web, cuenta en Instagram y demás redes sociales, video corporativo en Youtube y creando un portafolio de servicios digital para difundirlo a través de Whatsapp o Telegram. A pesar de esta realidad, muchas empresas aún hoy no tienen presencia digital y pierden la oportunidad de establecer enlaces con quienes buscan concretar negocios bajo la modalidad de maquila.

Aquellas iniciativas empresariales que no asuman la tarea de darse a conocer estarán incurriendo en un error estretégico, y quedarán aislados del ecosistema mercado. Mostrarse y hacerse "encontrable" es la clave para vencer y no fenecer, en la nueva normalidad mundial. Hay que asumirlo cuanto antes, porque para luego es tarde.

Dar para recibir


 

El entorno cambia repentinamente y muchos de los métodos tradicionales, con los que emprendedores y compañías buscaban proyectar sus ideas, han tenido también que cambiar drásticamente ante un escenario competitivo que demanda aportar valor e innovación para poder subsistir.

En el mundo de las redes sociales, y la transmisión de ideas por medio de dispositivos electrónicos, se impone la tendencia a brindar aportes significativos a los usuarios, dar valor y utilidad de forma gratuita para poder así marcar pauta, construyendo una reputación online que de pie a sumar adeptos siendo referencia como especialistas.

Hay que dar para recibir, y hoy por hoy la manera de seducir a través de nuestros mensajes implica brindar contenidos útiles que aporten conocimiento e información gratuitamente. El enfoque ortodoxo en el que la publicidad convencional apelaba solo a anunciar un producto, servicio o idea, está cada vez más en desuso. Debemos entender que los consumidores actuales requieren más, verifican más sus opciones, buscan alternativas y están sedientos por información que sirva de guía para tomar la mejor decisión.

Para votar con la cartera, hay que tener confianza en aquello que se invertirá nuestro dinero. La gran mayoría de la gente no le da plata a un desconocido, siempre pedimos referencias, buscamos testimonios de personas y queremos conocer con quién estamos haciendo negocios. Ya las empresas no pueden darse el lujo de ser distantes y deshumanizadas. Deben tener un rostro y afianzar la relación con los clientes basados en satisfacer sus necesidades junto al aporte positivo para sus vidas.

Sólo aquellas iniciativas que responsablemente muestren preocupación por sus clientes prevalecerán. Los vínculos emocionales con los productos y marcas se acrecientan basados en el servicio, en sentir que existe una preocupación genuina, un interés más allá del comercial, el interés por consolidar una relación humana real es la manera en que se consolida la confianza y se da pie para una relación de fidelidad donde el objetivo mutuo sea ganar ganar.