¿Incomunicados?

Lo que abunda por toda Caracas

En la Plaza Diego Ibarra hay dos gigantografías: una de Chávez y otra de Maduro. El mismo Centro Simón Bolívar en su fachada hacia la Avenida Bolívar también muestra dos imágenes gigantes con Chávez. Es triste ver cómo el impacto de éstas piezas se diluye de noche porque no cuentan con ningún tipo de iluminación. Las piezas tienen más de seis meses ¿Qué tendrá que pasar para que les pongan luz?

Abundan los ojitos de Chávez pintados en las paredes de Caracas, pero con mensajes como “Ay Nicolás, veo escasez”, “Ay Nicolás, veo azote”, “Ay Nicolás, veo inflación”, etc. ¿Será que alguna institución del gobierno muestra compromiso y se anima a borrar los mensajes y dejar los ojitos? La Derecha inunda la ciudad con propaganda, y la revolución luce dormida y permisiva al respecto.

Colocaron muchos afiches con texto chiquito y larguísimo en varias zonas de la ciudad. La pieza de propaganda muestra un artículo de años atrás donde se evidencia que el pueblo venezolano en la cuarta república comía perrarina. Ya casi todos los afiches de este tenor han sido rotos o destruídos, sin mencionar lo impráctico de hacer una campaña de posters con este formato. La izquierda necesita una reingeniería en métodos propagandísticos, mientras la derecha luce eficiente neutralizando la guerrilla comunicacional.

En Venenovisión hacen todo lo posible por mostrar una “cara humana y sensible” de ese canal. Hablan de “responsabilidad social” y demás. Pasan segmentos donde comentan sobre valores, buena conducta de las personas en comunidad, rechazo al acoso escolar, etc. Creo que los canales del Gobierno Bolivariano se quedaron atrás con este tipo de campañas. La diatriba política los absorbe por completo y el socialismo, como forma de vida, brilla por su ausencia. Hay que explicar el socialismo, traducir las premisas y discursos en praxis para que el pueblo sepa qué hacer y qué no hacer.

Si ustedes quieren evaluar el grado de eficiencia comunicacional del Gobierno Bolivariano, sólo pregunten en cualquier oficina pública si saben cuáles son las cinco revoluciones de las que habló nuestro Presidente, Nicolás Maduro, hace pocas semanas. Yo lo he hecho y hasta los momentos nadie me ha sabido responder. Si la estructura organizacional, los funcionarios y servidores públicos no se enteran de lo que queremos hacer ¿cómo avanzaremos en la dirección que nos proponemos?