viernes, 3 de julio de 2020

Tetas, tequeños y tortas

¿Tú también estás en un Grupo WhatsApp de ventas?

He escuchado a algunos venezolanos decir “los venezolanos son muy flojos” frase que me hace pensar que quizá hay algún problema de autoestima en la percepción que tenemos sobre nosotros mismos como pueblo. En lo particular no creo que la flojera sea un carácter distintivo de nuestra idiosincrasia, mucho menos en éstos tiempos cuando la mayoría de habitantes del país y el resto del mundo están siendo afectados por la pandemia del covid-19 que le exige a las familias inventar formas de ganar dinero que les permita un nivel de vida aceptable. Lo que sí creo es que el venezolano es habilidoso, creativo, ingenioso y laborioso.

A raíz de la cuarentena muchísima gente se ha quedado en casa y desde allí, con todo el tiempo del mundo, surgen iniciativas y emprendimientos diversos que se enmarcan en varias ramas o categorías:

- Preparación y oferta de productos alimenticios de todo tipo.
- Trabajos vía remota elaborando contenidos digitales: publicidad, redacción de textos, diseño gráfico, manejo de redes sociales, etc.
- Venta de mercadería variada a través de aplicaciones como Instagram o mensajería como WhatsApp y Telegram.
- Realización de talleres o charlas vía videoconferencia.

El mercado se estremece por la nueva circunstancia pero las necesidades siguen existiendo. El comercio a nivel formal, los que tienen tiendas físicas, se ha visto afectado porque la clientela que antes llegaba a su puerta ya no lo hace, el distanciamiento social marca pauta pero las necesidades siguen latentes por lo que muchos incursionan apresuradamente en el mundo de la oferta a través de los medios electrónicos, redes sociales y aplicaciones de mensajería. El servicio de entrega a domicilio también se incorpora a la dinámica comercial para que los bienes lleguen directamente al sitio preferido por el cliente lo que nos hace ver a motorizados y ciclistas con grandes bolsos circular por las vías de las ciudades.

Pero las amas de casa y las familias no se duermen ante la pandemia por lo que surgen negocios familiares por doquier. Los grupos de Whatsapp se ven inundados con productos de toda índole, gente ofertando lo que prepara en el hogar haciendo énfasis en postres y dulces variados. En un ambiente altamente competitivo la inventiva se hace presente tomada de la mano con la calidad y un excelente servicio. Los antojos que antes eran satisfechos con una visita al centro comercial, a la panadería o a la dulcería hoy son complacidos comprando directamente a los vecinos.

La inexistencia de regulaciones en el ámbito del comercio “casero” favorece para que proliferen éstos negocios familiares. Las formas de pago preferidas son en efectivo tanto en bolívares como dólares a la tasa oficial del día, transferencia vía internet o pago móvil. No es necesario que haya un punto de venta y las transacciones con dinero plástico están mayoritariamente excluídas. La economía familiar se abre paso ante la pandemia y sigue con dinamismo generando oferta de productos y satisfaciendo la demanda.

WhatsApp es la aplicación predilecta para ventas directas
Aquellos comercios formales que no hayan percibido la importancia de posicionarse a través de los medios electrónicos para ofertar sus productos tendrán cuesta arriba superar el escollo. Los clientes siguen existiendo y hoy por hoy los ofertantes deben llegar a cada hogar con sus productos. Ésto beneficia al consumidor porque el mercado se hace más exigente y estamos pendientes del valor agregado que cada comerciante incorpora en la oferta de sus productos o servicios. Venezuela sigue siendo el país más hermoso del mundo con un dinamismo comercial envidiable, hay mucho dinero circulando en la calle esperando ser captado por emprendimientos innovadores ¿y tú qué vendes? 

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