miércoles, 13 de julio de 2016

No es guarimba, es saqueo

¿Hambre de licor?

Seguimos padeciendo una Guerra No Convencional que cambia de tácticas pero con el mismo fin: sacar al chavismo del Poder Ejecutivo para asaltar el erario público y saquear a sus anchas nuestra patria. Como parte de la táctica de guerra sicológica, en el año 2014 sufrimos varios meses de angustia virtual dado el trabajo sistematizado y profesional de los laboratorios encargados de la guerra comunicacional en las redes sociales para proyectar las guarimbas.

Hoy en el 2016, dos años después del fallido intento, se repite el mismo patrón comunicacional. Las informaciones fluyen irresponsablemente por las redes sociales, por medios electrónicos, por la prensa corrupta que persigue el mismo fin y muchas veces por periodistas tarifados e irresponsables que sienten afecto hacia la derecha. Ahora se pretende imponer que en Venezuela hay una situación de hambruna generalizada, lo que obviamente genera la percepción tanto adentro como afuera de “Estado fallido”.

Lo curioso de esto son los términos usados, la narrativa aplicada y la argumentación periodística que intenta darle solidez a la propaganda electrónica. Si hay una larga cola de compradores en las afueras de un establecimiento, la foto leyenda afirma “situación irregular en el supermercado x”. Si en la imagen se observa un desorden, inmediatamente el hecho se califica como “conato de saqueo en...”. Si ha habido algún tipo de violencia que se represente visualmente ya se pasa a describir diciendo “saqueo en el establecimiento tal”. Luego de las leyendas, viene inmediatamente el juicio tendencioso “el pueblo tiene hambre”.

En Caracas se movilizan numerosos motorizados llevando camarógrafos “independientes” que, con mucho tino y equipados con cámaras de alta resolución, siempre convergen con exactitud a la hora de generarse algún hecho susceptible de enmarcarse en esta narrativa del caos. Inmediatamente, vemos por Internet la excelente cobertura y materiales audiovisuales que se ponen a la disponibilidad de fuentes informativas de derecha que trabajan para la desestabilización. Una orquesta muy bien coordinada que con seguridad es financiada con mucho dinero.

En comunicación política lo importante no es lo que sucede, sino lo que la gente cree que sucede. ¿Hambruna, caos, saqueos masivos, población hambrienta, Estado fallido? Todo eso es fabricable a través de las redes sociales y para eso trabaja la derecha.

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