lunes, 19 de mayo de 2014

Clase Media, confusión en expansión

100% cierto

Según se expone en el libro “El lenguaje al revés” de la antropóloga, Jacqueline Clarac de Briceño, “la ignorancia generalizada del venezolano (incluyendo a docentes de la escuela básica y de las universidades) acerca de la formación de su propia sociedad, los estereotipos racistas, los problemas de identidad cultural, la vergüenza étnica y la vergüenza cultural, la alienación cultural, nos hemos podido dar cuenta con el actual proceso de cambio que están mucho más presentes estos problemas identitarios en la clase media y en la clase dominante que en la clase marginada, la que fue excluída de la vida sociopolítica y económica del país, tal vez justamente por esto: al ser marginados por tanto tiempo, no asimilaron todos esos falsos valores de la clase dominante, y por esto son presas más difíciles para los programas de manipulación psico – socio – política de los medios de comunicación privados: no han tenido acceso a la información permanente, desde la época colonial, a la información valorativa únicamente dentro del modelo evolucionista cultural presentado como único modelo posible para la humanidad, y a la admiración incondicional de las sociedades del norte como únicas representantes de este modelo”.

Partiendo de este criterio o análisis, que de por sí considero acertado, pudíesemos inferir que aquellos que de una u otra forma estuvieron marginados del sistema y hoy en día gracias a la revolución bolivariana han podido incursionar en escenarios que les eran ajenos, son las mentes a conquistar por los intereses extranjeros. Por ende, ¿no estará cavando su propia tumba el proceso revolucionario al permitir que una mayor porción de los excluídos estén expuestos a los mensajes informativos homogéneos y alienantes de la cultura occidental?

Ahora en cada caserío, en cada ranchito en el medio del campo, en cada casita al lado de la carretera es casi 100% seguro ver una antena de DirecTV. Les podrá faltar agua, aseo o cualquir servicio básico, pero no falta el grillete comunicacional que impone su visión única de la vida y proyecta como ideal a seguir, costumbres y dinámicas sociales foráneas. Los problemas identitarios de la clase media se contagian. Veremos así, gente de muy bajos recursos defendiendo a aquellos que los explotan. Lo que comunmente conocemos como desclasados.

Muy a menudo nos topamos con alguien, clase media o clase baja, que siente plena identidad con quienes se encuentran en los estratos sociales más privilegiados. La ilusión de identidad con la oligarquía se esparce como un virus, gracias a la propaganda y publicidad diseñada desde el capitalismo mediático. Entonces, como creen ser lo que no son, defienden a quienes viven de ellos, bien sea utilizándolos, manipulándolos o explotándolos. Es algo así como que usted es un bateador que adora al equipo contrario, al pitcher específicamente. Cuando le toca su turno al bate, debido a la condecendencia que siente y dado que tiene como propósito defender los intereses del pitcher, usted se deja ponchar y, en consecuencia, juega para el otro equipo de forma solapada. Así, su equipo jamás podrá ganar.

El lograr que la gente defienda los intereses de quienes los oprimen es el logro más significativo del capitalismo mediático como forma de control social. Dilucidar con exactitud a qué clase pertenecemos y cuáles son nuestros intereses de clase es algo clave para poder liberarnos de quienes se mantienen pisoteando a las mayorías. El hecho de que alguien se crea oligarca o clase alta, no quiere decir que lo sea.

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